Capítulo 21

230 21 0
                                    

Planes y aprendizaje

-Solo quiero verlo una vez -dijo Harry con los ojos ligeramente vidriosos mientras miraba fijamente la pared.

Como si pudiera ver a través de la puerta del dormitorio y entrar directamente en este. Había tanto que quería decirle al viejo loco, tantas palabras... palabras que su Sev no aprobaría. Severus le permitía decir lo que quisiera siempre y cuando no fuera dirigido a él o alguien que respetaba. Por lo que podía deducir, no había mucha gente que mereciera ese gran honor.

- ¿Harry? -preguntó Severus sacudiéndolo un poco tratando de sacarlo de su ensimismamiento.

-Quiero hacerlo justo antes de que sea arrestado, quiero que me vea, que sepa que siempre he estado aquí -dijo Harry firmemente.

-Él ya lo sabe, tiene a todo el mundo buscándote -dijo McGonagall todavía mirándolo con preocupación.

¿Qué fue lo que lo había hecho perderse en su propio mundo durante cinco minutos? Snape también estaba preocupado, así que era obvio que no ocurría a menudo o en lo absoluto.

-No es como si me fuera a encontrar -sonrió irónicamente Harry.

Estaba más seguro aquí que en cualquier otro lugar, la vieja pasa loca nunca sospecharía que se encontraba en los aposentos de Sev. Todos creían que él lo odiaba y estaba contento de haber cambiado cuando lo vio otra vez. Entonces su Sev llegó a conocerlo de verdad o por así decirlo a su yo verdadero. No a su padre o como él se lo imaginaba lo más que podía. Aunque ciertamente la verdad no podía imaginarse una vida sin su murciélago.

-Si, eso es cierto. - dijo McGonagall sabiendo que el conocido odio de Snape por James Potter finalmente había sido de alguna utilidad. - ¿Tienes alguna pertenencia por ahí Harry? ¿Cosas que te gustaría recuperar? ¿Alguien te preguntó algo antes de que Albus te sacará de las calles?

Snape no reaccionó abiertamente, pero se sintió mal por no haberle preguntado antes eso a su pequeño. Había estado demasiado ocupado curándolo, decidiendo cómo debía castigarlo. Se podría defender con que no había sido en sí un castigo, no obstante, ciertamente Harry había gritado en algún momento.

-No tenía muchas cosas, solo un poco de ropa y mis cuchillos escondidos. Tal vez algún hijo de puta tuvo suerte y los encontró -dijo Harry un poco molesto al final.

- ¡Lenguaje! -respondió Snape incapaz de ocultar un poco su diversión. - Si deseas ir y recuperarlos podemos hacerlo.

- ¿Me vas a dejar recuperar mis cuchillos? -preguntó Harry sonriendo sádicamente, ya se imaginaba usándolos con cierta persona especial... Un cierto mago llamado Sirius Black en particular. Tal como lo había querido hacer todos esos días atrás, cómo en serio odiaba a ese hombre.

-Tal vez ya no -dijo Snape mirándolo con cautela, capaz de sentir sus emociones, leyendo sus pensamientos superficialmente... Estos eran divertidos por decirlo menos.

Su pequeño realmente odiaba a Black con cada fibra de su cuerpo, en verdad no le debería parecer divertida la situación, sin embargo, Black se lo buscó. Se suponía que era su "padrino", pero lo había encerrado, lo mantuvo aquí en Hogwarts en contra de su voluntad. Black debió de haberlo protegido, llevárselo lejos, mostrarle a Harry que lo quería y que podía confiar en él.

Por alguna razón, su ángel le tenía aún menos cariño a Lupin a pesar de que al final de cuentas lo ayudó. No obstante, estaba el hecho de que Lupin lo había visitado más que Black y era una lástima que Tonks también fuera partícipe de esto nunca podría ayudar a Harry con su habilidad metamorfomaga. Le llevaría una eternidad poder encontrar a alguien que pudiera ayudar a su pequeño con eso, solo podría hacerlo a través de los libros.

DispuestoWhere stories live. Discover now