9. ¿Sois novios?

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Me guió entre toda aquella gente y me dirigió hacia una especie de almacén. Me dejó pasar y tras adentrarse ella cerró la puerta:

-Bueno Sarah, ya me informaron de que ibas a venir y para qué. Tendrás que ponerte un uniforme como este -Señaló hacia una percha donde estaban colgados un sujetador negro y un tanga a conjunto y debajo se encontraban unos tacones de aguja bastante altos, negros también.- ¿Te dejo para cambiarte y luego te explico todo o prefieres el funcionamiento y lo que tienes que hacer antes de nada?

-Prefiero cambiarme y luego me explicas -Asintió y cerró la puerta tras salir.

Me deshice de la ropa que llevaba y me puse el uniforme lo más rápido que pude. Cuando lo hice salí de aquella habitación y fuera estaba esperándome Noelia:

-¿Estás preparada para que te explique todo? -Asentí y ella me llevó a una esquina para empezar a explicarme.- De primeras, ¿Ves aquel hombre que lleva un traje negro con corbata roja? -Señaló a un hombre con la misma descripción, aunque tampoco había nadie más con un traje, no hubiera sido difícil distinguirlo.- Tienes que entregarle la mercancía a aquel hombre. Así que intenta acercarte a lo largo de la noche a él, y tranquila, que él sabe tu función aquí. Y el resto de la noche tendrás que subirte a una de las barras que se pueden ver y bailar. También puedes tontear con los clientes, pero eso ya depende de ti. Pues cuando quieras sube ahí y dalo todo.

Nos despedimos con un gesto y ella se fue a la barra que debía de ser su habitual. Prefería quitarme el encargo del medio cuanto antes, así que subí a la mía y me puse a bailar. Tanto Noelia como yo captamos la atención de casi todo el público masculino, también la de aquel hombre. Cuando pasó un tiempo aproveché la situación y me bajé de allí para bailarle a aquel hombre más de cerca y disimuladamente entregué la mercancía. Una vez hecho volví a mi puesto para seguir bailando y seguir con mi tapadera.

No se me hizo muy complicada la noche, hasta que pude ver entre aquel público a alguien que llamó mi atención. Un chico de cabello rubio y ojos azules no apartaba la mirada de mí, y siendo sincera, yo de él tampoco. Así que no tardé mucho en aprovechar aquel momento para bajar y bailar con él. Aunque ni siquiera bailamos, nada más acercarme sus labios capturaron los míos, ambos cada vez más deseosos.

Separamos nuestras bocas para irnos al baño, allí tendríamos mayor tranquilidad. Miramos algún sitio que estuviera vacío y allí nos metimos. Él se sentó encima de la taza y conmigo encima de él. La ropa fue desapareciendo a la velocidad de la luz y tampoco tardamos mucho en fundirnos en uno. Fue algo rápido, no podía ausentarme de allí durante mucho tiempo. Mientras nos vestíamos con la mayor rapidez posible, aquel chico pronunció unas palabras que no se me iban a ir de la cabeza fácilmente:

-¿Ves como podía conseguirlo muñeca? En el fondo eres tan fácil como todas, por mucho que te hagas la dura.

Y lo que no sabía, era que aquellas palabras iban a ser las últimas que oiría de su boca.

No podía darle importancia a aquello ahora, tenía que salir ahí y seguir al ritmo anterior, sin importar lo que había pasado. Una vez que la gente fue despejando la discoteca Noelia se bajó de su puesto para venir al mío y pedirme que bajara:

-Te he visto muy bien para ser tu primera noche, enhorabuena.

-Gracias, pero es la primera y la última.

-Nunca se sabe -Y dicho esto se fue a cambiarse su ropa, algo que yo debía de hacer también.

Una vez que lo hice salí del local, ya era de día. Y lo más extraño es que no tenía sueño, solo tenía ganas de más fiesta, incluyendo del tipo de la que me pasé con Juan en el baño. Acordándome de Juan miré el móvil y simplemente tenía un mensaje de WhatsApp suyo, el resto no eran importantes:

Soy y seréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora