5. Si te digo que te quiero..

47 6 2
                                    

Uno de los muchos sueños confusos que tuve en aquel rato de dormir fue interrumpido por el sonido de un timbre. Nada más despertarme no era capaz de conectar las neuronas y comprender que serían Juan y sus amigos, pero pude darme cuenta por el camino. Y como no, nada más abrir la puerta y tenerlos delante. Fernando y Gonzalo iban con pantalón de chándal, sudadera y deportivos. Juan en cambio lucía un pantalón vaquero y una camisa:

-Tienes pinta de estar muy sobada muñeca -Pronunció Juan mientras me recorría entera con una mirada indiscreta.

-Y tú tienes pinta de ser el mismo gilipollas de siempre y no te digo nada -Hubo un silencio, algo incómodo para ellos supongo.- Voy a cambiarme y ahora mismo vuelvo.

Nada más irme a cambiar oí ¡Ponte guapa muñeca, que ya que vienes aprovecha y liga! Pero decidí ignorar a Juan y opté por ponerme unos vaqueros y una blusa. Nada más salir recibí la misma mirada de Juan que cuando abrí la puerta minutos antes:

-¿Qué parte de "ponte guapa" no has entendido? -Articuló mientras simulaba las comillas con los dedos.

-¿Y tú qué parte de que te calles no has entendido? -Nada más decir esto me hice paso entre Fernando y Gonzalo y me dirigí al coche, aunque tuve que esperar un momento a que me abrieran la puerta.

Al principio en el coche hubo un silencio incómodo, interrumpido de algún modo por la música que sonaba de fondo, pero no era suficiente. Creo que Fernando opinaba lo mismo que yo y fue capaz de sacar tema de conversación:

-¿Y Sarah, has escuchado algún tema nuestro? ¿O simplemente has llegado a casa y te has puesto a dormir hasta que hemos llegado?

-Más bien la segunda opción, estaba muy cansada.

-¿Te parece si ponemos alguno y así no te pilla por sorpresa? -Asentí con la cabeza, y Fernando, que ejercía de conductor del vehículo vio mi reacción por el espejo y cambió de canción.

Nada más empezar a escucharla me sonaba el estribillo, incluso alguna parte de la letra, pero no era capaz de ubicarla. Y tampoco es que ayudara mucho que los otros tres acompañantes que llevaba en el coche la cantaran a todo pulmón:

-¿Te gusta? -Preguntó Gonzalo nada más acabar, algo preocupado mientras esperaba muy respuesta.

Me hice la interesante, simplemente porque las caras de angustia que mostraban causaban mi risa, hasta que al final estallé en carcajadas:

-¿De qué te ríes? Tampoco somos tan patéticos, simplemente tratamos de expresar lo que sentimos -La cara de Fer era un poema mientras pronunciaba esas palabras.

-Claro que me gusta. Solo que quería darle tensión al momento, y os lo habéis tomado muy a pecho, y era gracioso -Acabé la frase mostrando una sonrisa para suavizar el ambiente.

Para mi suerte reaccionaron bien ante mi, por decirlo de alguna forma, broma, y también se pusieron a reír. Aunque no por mucho tiempo, ya que sonó otra canción que debían de conocer y se pusieron a cantarla en el mismo tono anterior.

Al llegar al lugar de la actuación se veía un montón de gente rodeando el local, esperando a los protagonistas:

-Coño Fer, mira cuantas lumis tienes hoy dispuestas para ti -Nada más decir esto Juan, le tocó el hombro amistosamente y le guiñó un ojo.

Al ver todo aquel tumulto Fernando se dispuso a buscar aparcamiento en una calle cercana. Una vez encontrado salimos del coche, y tampoco es que tardaran mucho los fans en encontrarnos, en pocos metros recorridos ya nos tenían rodeados. Y no sé si era mucha gente, pero a mí al menos me lo parecían.

Soy y seréOnde histórias criam vida. Descubra agora