Hasta el final del camino

CAPITULO 113

Llevaban dos meses sin saber nada sobre Daniel, Oliver pensaba que Scott había seguido las indicaciones del pequeño omega y no se había acercado al orfanato Corbin. Pero no fue así. Scott visitaba el orfanato con regularidad para asegurarse de que Daniel estuviera bien, intentaba que él no lo viera, no quería que se sintiera observado.

-Scotty... - el beta sonrió avergonzado. - ¿Qué estabas haciendo en el orfanato? – Oliver apoyo sus manos sobre la cadera, la bebé ya era muy grande. - ¿Tú eras el hombre extraño que espiaba el orfanato? – Scott rio. – He recibido varios avisos.

-No espiaba a los niños. – se quejó. – Solo iba a comprobar que el pequeño Dan estuviera bien, Igor está más grande, es precioso.

-Scotty... - este inflo sus mejillas indignando. – ¿En qué quedamos? No podíamos ir al orfanato ¿Sabes cuantos avisos de un hombre extraño he recibido? – el beta se rasco la nuca. – Espero que tengas una buena razón por la que estás haciendo esto.

Para amedrentar a Oliver, Scott comenzó a acariciar su vientre, le gustaba sentir como Hailey se movía, hacía aquella pequeña jugada cuando Oliver se enfadaba con él. Hailey lo ayudaba a tranquilizar al beta.

-No metas a nuestra bebé en la discusión, Scotty. – él chasqueo la lengua molesta. - ¿Qué significa todo esto? – le enseño las fotos. – Incluso ibas con pasamontañas, Scotty.

-No quería que Dan me reconociera. – Oliver aparto la mano de Scott de su vientre. – No iba a hacer nada malo, solo quería comprobar cómo se encontraba el pequeño Dan ¿Sabes? Ha engordado un poco, sus mejillas...

-¡Scotty! – agacho la cabeza avergonzado. – A partir de hoy, tienes terminante prohibido visitar a Dan ¿Sabes lo asustados que estaban?

Scott se sentó indignado en el sofá, Woody y Junior no tardaron en acercarse a él, Oliver lo observaba en silencio desde el sillón, era mucho más cómodo para él, sentía que Hailey se movía menos cuando estaba allí. La pequeña había empezado a pegarle patadas muy fuertes.

-Se cuáles son tus sentimientos por el pequeño Dan. – no hubo respuesta. – Se lo mucho que le quieres, pero espiarle no es la mejor forma de cuidarle ¿he tenido que decirles que todo estaba bien para que no te denunciaran? Scotty, no puedes volver a hacerlo.

-Dan no quiere que vayamos a visitarlo, era mi única forma de verlo. – se quejó. – Pero han desvelado mi secreto, patearé el trasero a la persona que lo haya contado.

Scott espero a que Oliver se tranquilizara, para intentarlo engañar de nuevo. Quería asegurarse de que el beta no se daba cuenta de sus intenciones. Debía ser más cuidadoso en esta ocasión, no podía ser visto, no sabía si Oliver era capaz de encerrarlo en casa para no dejarlo salir.

-El doctor Corbin me hablo un poco de Dan... - Scott sonrió. – Según su hermano, se ha leído tres libros desde que está en el orfanato, los profesores del orfanato dicen que es un niño muy inteligente.

-No esperaba menos del pequeño Dan. – el beta se sentía demasiado orgulloso. – Seguro que es el más listo de todos, yo le enseñe a leer, sé que lo que hablo.

-Cuando las clases terminan, Dan va a la habitación de los bebés y se sienta al lado de Igor, durante una hora le lee cuentos a todos los bebés... - Oliver debía admitir que él también preguntaba demasiado por Daniel. – Le gustan bastante las manualidades, está aprendiendo a hacer figuras de arcilla.

Oliver se acercó poco a poco a Scott, el beta lo escuchaba con atención, tan solo debía decir el nombre de Daniel para le prestará atención. Scott apoyó la cabeza sobre el vientre del beta y empezó a dibujar pequeños círculos por donde se encontraba Hailey.