40: Confianza quebrantada.

Start from the beginning
                                    

—Dije que lo llames —repitió con severidad, su voz cargada de urgencia—. Si es necesario, haz que cancelen el rodaje de hoy por orden mía, pero llámalo ahora mismo.

La secretaria Jung dudó por un instante, consciente de lo absurda que sonaba la petición. Sin embargo, no tenía derecho a cuestionar las decisiones de su jefe; después de todo, ella solo era su secretaria.

—Señor, si me disculpa, creo que no es el momento adecuado para que hable con SeokJin-ssi —el jefe Choi intervino con un semblante calmado. Cuando vio que NamJoon iba a protestar, él agregó rápidamente—: Me informaron que su prometido no se estaba sintiendo bien de salud durante las grabaciones de hoy... No sería recomendable que hable con él en ese estado, ¿no cree?

Después de escuchar las últimas palabras del señor Choi, algo cambió en la expresión de NamJoon. La ira que nublaba su mente se convirtió en preocupación. Una preocupación tan fuerte que podría rivalizar con cualquier otra emoción conflictiva.

—¿Está enfermo? —NamJoon interrogó apresuradamente—. ¿Qué tiene? ¿Por qué me lo informas hasta este momento?

El otro alfa le dio una larga mirada.

—Usted estaba en la reunión, señor —le recordó.

NamJoon se detuvo y se dio cuenta de lo arbitrario que era su comportamiento. Por supuesto, el jefe Choi no podía informárselo. Él había estado en esa jodida reunión.

El enojo volvió a rivalizar con su preocupación y se sintió como el hombre más estúpido. No quería sentirse preocupado por SeokJin en ese preciso momento, estaba sumamente desconcertado y enojado con el omega, pero era casi instintivo el hacerlo, y eso le hacía sentir más molesto consigo mismo.

Había arrojado años de autocontrol, prudencia y cautela a la basura en dos ocasiones diferentes, todo por Kim SeokJin. Lo peor de todo es que, aunque sabía lo perjudicial que era para sí mismo, no se arrepentía de haberlo hecho. Tampoco dudaba de que lo volvería a hacer en el futuro si fuera necesario. Simplemente no podía controlarse cuando se trataba de SeokJin.

—Está bien, olvídalo. No quiero escuchar nada sobre SeokJin por el momento, tampoco quiero que él se entere de lo que sucedió aquí, ¿entendido? —NamJoon se obligó a sí mismo a decir esto; después de todo, el omega seguía siendo su novio. Su prometido. El mismo con el que se iba a casar en unos pocos meses y formar una familia.

El señor Choi asintió comprensivo.

—¿Hay algo más que necesite, señor?

NamJoon no tenía cabeza para pensar en algo más.

—Ve a verificar cómo están las cosas allá fuera —ordenó yendo a intentar servirse ese vaso de whiskey otra vez—. Voy a permanecer aquí un rato más.

El alfa asintió y se retiró, dejando a la secretaria Jung y a él solos en el despacho. La mujer se veía de lo más incómoda, pese a su usual semblante flemático, así que NamJoon también le iba a pedir que se marchara. No obstante, la secretaría Jung se acercó unos pasos y se dirigió a él.

—¿Me permite limpiar su herida, presidente? —ella preguntó con una mirada fija en su frente—. ¿O le gustaría que llame al doctor de turno?

NamJoon tampoco creía ser capaz de tratar con otras personas, así que naturalmente negó con la cabeza y aceptó.

—Hazlo tú y sé rápida.

La mujer asintió y se acercó al sofá.

—Por favor, tome asiento.

NamJoon le dio un trago a su bebida y se acercó al sofá para sentarse. Inevitablemente, volvió a pensar en esa reunión, en todo lo que su tía había transmitido en esa pantalla, desde el principio hasta el final, y repasó en el comportamiento de SeokJin desde el momento en que se conocieron hasta la actualidad.

Seduciendo Un Alfa |NamJin|Where stories live. Discover now