Seduciendo Un Alfa |NamJin|

29: Remanentes de un calor.

Cuando se despertó esa mañana, dos días después del comienzo de su calor, SeokJin se sintió en estado de confusión. Estaba abrumado por los remanentes de su calor. Cada parte de su cuerpo dolía como la mierda, casi como un recordatorio de todo lo que vivió desde la noche de la fiesta hasta ahora. Se sintió totalmente agotado, incluso después de haber estado descansando, y tenía una extraña sensación de opresión en el pecho. Lo único bueno de todo esto es que su celo había finalizado oficialmente.

El calor que recorrió su cuerpo, durante esas casi cuarenta y ocho horas, se había extinguido durante la madrugada, y ahora sólo quedaba la parte frágil y vulnerable de él que, hasta ahora, no sabía que podía tener después de un celo. Sin embargo, todo habría estado bien si NamJoon estuviera abrazándolo, como todas las veces anteriores en las que se despertó, pero el hombre no estaba junto a él en la cama. Esa era la principal razón de la opresión en su pecho.

El alfa no estaba en la cama. Tampoco estaba en la habitación.

SeokJin se sintió terriblemente ansioso al despertar y no verlo cerca de él.

Se sentó en la cama y miró a su alrededor. No recordaba mucho de lo que sucedió. Sus recuerdos todavía estaban fragmentados y nublados por su recién estado de pánico. Pero su cabeza era un lío de pensamientos confusos, y su respiración estaba acelerada por la angustia de no tener a su alfa a su lado.

Él estaba solo.

Aun así, Jin no sabía qué le asustaba más de esta situación: si pensar tan posesivamente de NamJoon, o sentirse ansioso por no encontrarlo al despertar. Pero, por supuesto, no planeaba sentarse a pensar en eso. Profundizar en eso acarrearía consigo un terrible dolor de cabeza y todos los recuerdos de esos dos días.

Las cosas que dijo e hizo durante su celo, que fueron vergonzosas como el infierno, deberían permanecer en lo profundo de su mente hasta que tuviera la energía para pensar y hablar de ello adecuadamente. En vez de eso, y por el momento, se permitiría sentir angustia y ser pegajoso por los restos de su calor.

Pero cuando se levantó de la cama, todavía envuelto en las sábanas, sus piernas le fallaron y se cayó torpemente al piso.

Mierda...

SeokJin aún lo podía sentir en todo su cuerpo...

Después de tener sexo una y otra vez, y ser anudado en repetidas ocasiones, él todavía podía sentir como si NamJoon estuviera dentro de él. Sus piernas estaban tan temblorosas como las de un borrego recién nacido. Le dolían las caderas y la pelvis. De todas formas, volvió y se puso de pie, su dolor no era importante en ese momento. No cuando necesitaba encontrar a NamJoon...

Necesitaba a su alfa.

Pero el hombre no estaba en la habitación, ni en el baño. Y la ansiedad, que iba en aumento, volvió a crecer exponencialmente. SeokJin tuvo que agarrar una camiseta del alfa que vio en el baño y ponérsela para salir de la habitación e ir a la sala de la suite. NamJoon no podía dejarlo solo. Él no podía irse lejos y dejarlo tirado allí.

Se lo había prometido...

Cuando salió de la habitación, escuchó murmullos que provenían de la sala de estar. El hombre se encontraba hablando. NamJoon no se había ido lejos y eso hizo que su angustia disminuyera. SeokJin caminó rápidamente por el pasillo y se asomó por el arco de la puerta para comprobar si el alfa estaba solo. Pero, en realidad, NamJoon se encontraba de pie frente al balcón hablando en japonés por su celular.

SeokJin entendió vagamente que hablaba sobre su estadía y negocios en el país. Era probable que estuviera hablando con su socio. No obstante, no pudo concentrarse en entender más allá de eso, ya que su mente continuaba adormecida.