"¿Sabes lo que verdaderamente buscaba?
Qué me notes, así como solías hacerlo...
¿Lo recuerdas?
Justo antes de que todo esto pasara, antes de que nuestros caminos se hundiesen en lo más profundo de un pozo, encerrados y apartados del exterior...
Sol...
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—¿Qué esta flor es de qué.. Y que significa... qué? —preguntó Naruto, al momento de tomar aquella delicada planta blanca entres sus manos y la observaba detenidamente.
—No de "qué", sino "qué" —lo corrigió Ino, mientras levantaba su mirada por encima de los frágiles pétalos de la flor, centrándose en los brillantes ojos azules de Naruto. Con suavidad le arrebato la flor de sus manos. Era evidente que él tenía un conocimiento nulo sobre el fascinante mundo de las flores y sus significados.
Ambos se encontraban en un extenso prado de flores que bordeaba una pequeña parte del bosque.
—Hum —murmuró Naruto, mirándola con completa confusión. Incluso mayor que antes.
Ino únicamente desplegó una sonrisa oportuna, pero poco después no desaprovechó la oportunidad para fastidiarlo. Seguidamente, cerró los ojos y, con un rostro radiante, le dijo:
—Vaya, realmente eres muy despistado —afirmó ella—. Ahora entiendo por qué ninguna chica se acercaba a ti.
Aunque ella no tenía malas intensiones, esperaba que Naruto bajara la mirada o simplemente se sintiera incómodo. Solo para luego abrazarlo o tomarlo de la mano, y asegurarle que todo había sido una inocente broma, y así poder reírse juntos.
Sin embargo, Ino nunca anticipó que él se defendería y le lanzaría una verdad en la cara.
—A sí, pues que yo sepa, tú tampoco tienes amigas y siempre estás en la tienda de flores —le increpó Naruto, mirándola directamente a los ojos, con una mirada llena de determinación.
Mirada que desapareció en cuestión segundos, cuando Ino puso los ojos en blanco y apretó sus puños, lista para cazarlo.
—¡Espera! ¡Espera! —exclamaba Naruto, visiblemente asustado, mientras corría por los alrededores en busca de un lugar seguro, con Ino pisándole los talones. Había cavado su propia tumba al decir eso.
—¡Ahora verás, Naruto!
—Pero, tú empezaste —protestó el rubio, mientras evitaba pisar algunos brotes florales del suelo, teniendo la intensión de no arruinarlos al instante.
—No creas que eso te salvará —anunció Ino tras ver su noble acción. Eso no era suficiente para bajar su ira.
Afortunadamente, para Naruto, él era más veloz que Ino. En un instante había logrado sacarle una mediana ventaja, así que con confianza, decidió reducir su velocidad y mirar hacia atrás.
Sin embargo, una pequeña piedra en su camino, que no había visto, se atravesó, y lo hizo tropezar y caer al suelo, permitiendo que Ino lo alcanzara en una milésima.
