Un eterno deja vu

282 17 2
                                    

Cabello rubio y corto; azules y resplandecientes ojos como la tonalidad clara del océano en tiempos de verano, le eran pertenecientes a Ino Yamanaka de ocho años, quien había sido llevada al parque por su madre para jugar con sus amigos Choji y Sh...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Cabello rubio y corto; azules y resplandecientes ojos como la tonalidad clara del océano en tiempos de verano, le eran pertenecientes a Ino Yamanaka de ocho años, quien había sido llevada al parque por su madre para jugar con sus amigos Choji y Shikamaru.

Sin embargo, había pasado mucho tiempo y ninguno de los dos aparecía.

Veinte minutos de espera habían convertido su paciencia en una delgada cuerda a punto de romperse.

Pero, justo cuando su implacable frustración comenzaba a nublar su rostro, sus ojos captaron un destellante movimiento a lo lejos.

Un niño se acercaba al parque corriendo a toda velocidad, lleno de alegría y entusiasmo.

Ino sintió una pequeña chispa de esperanza encenderse en su pecho.

¿Sería posible que él supiera el paradero de Choji y Shikamaru?

Sin dudarlo un segundo más, decidió acercarse a toda prisa, y preguntarle directamente.

—Disculpa, niño. ¿Por casualidad no habrás visto a otros dos niños por aquí? Uno regordete y otro con cara de flojo —preguntó ella, pero no obtuvo respuesta alguna—. ¿Oye te pasa algo? —confundida, decidió acercarse unos centímetros e inclinarse hacia él.

Aquella figura le resultaba familiar, pensó. Durante unos instantes lo miró fijamente y, tras otros segundos más, lo reconoció.

Ino sonrío. Sí, era él, era aquel niño rubio que había visto correr por la mañana.

Pero se detuvo y se sorprendió cuando el niño exclamó:

—Creo que estoy viendo un ángel, ¡De veras!

Las mejillas de Ino se tiñeron de un intenso rubor carmesí. Sonrió tímidamente e incluso estuvo a punto de agradecerle. Pero...

—¡Con que al fin llegan! —Ino apartó su mirada, viendo a los recién llegados Shikamaru y Choji—. ¡Que no saben que es de muy mala educación hacer esperar a una linda chica como yo! —bramó, cruzando sus brazos con indignación.

—Lo sentimos mucho Ino, se nos hizo tarde —respondieron los dos niños en sincronía, siendo la realidad que se habían olvidado de ella.

Ino suspiró, siempre le hacían lo mismo, invitándola a jugar una y otra vez y siempre llegando tarde, excusándose con alguna mentira tonta y ridícula. No sabía qué hacía juntándose con ellos.

—Ya verán la próxima vez que hagan lo mismo —trastabilló un poco mientras los miraba con molestia, y fulminándolos con la mirada les dijo: —¡No, mejor dicho, ya verán ahora!

—¡De verdad, lo sentimos mucho, Ino! No volverá a suceder —ambos niños salieron corriendo temiendo por sus vidas, no querían obtener una golpiza por parte de Ino.

Afortunadamente, para ellos, Ino no cedió y no corrió tras ellos. Solo quería ahuyentarlos para poder hablar a gusto con el niño rubio. Lo que había pasado en la mañana había llamado la totalidad de su atención y quería descubrir el porqué. Era la típica curiosidad de todo niño.

𝙸𝚏 𝚈𝚘𝚞 𝙺𝚗𝚎𝚠 (𝙽𝚊𝚛𝚞𝙸𝚗𝚘)Where stories live. Discover now