Prólogo

436 27 0
                                    

Cuando Naruto Uzumaki giró la pequeña cerradura de su deslucido departamento, no estimó encontrarse en el exterior con Shikamaru Nara, uno de sus amigos más cercanos de casi toda la vida e infancia. Hacía mucho tiempo que no frecuentaban. Así que con dudas en sus palabras lo invitó a entrar.

Siendo el verdadero problema y motivo que no tenía ganas de iniciar una conversación con nadie.

—Oh, eres tú. Pasa —musitó Naruto sin entusiasmo en sus palabras—. Preparé ramen, ¿Deseas un poco? —le ofreció, cerrando la puerta tras ello y sentándose en uno de los sofás de su sala de estar.

Una vez adentro, Shikamaru revoloteó toda el área con su mirada. En un dos por tres, suspiró y su voz se tornó jocosa.

—Wow, sí que todo el lugar está impecable, ¿Estás seguro de que eres tú, Naruto? —intentó bromear, mientras se sentaba a su lado izquierdo, provocando una mirada de disgusto en el rostro de su amigo—. Parece que... has cambiado. Ya sabes, desde aquel día... —pero rápidamente interrumpió sus palabras, evitando tocar aquel tema a toda costa. Hablar de ello sí que era complicado y algo incómodo—. Desde la última vez que te ví —completó, tratando de disimular su error.

—Oye, sigo siendo el mismo Shikamaru, de veras —lo increpó Naruto calmadamente—. Solo han pasado cinco meses. Oye y ¿Por qué te sorprende que mi casa esté limpia? —esta vez frunció el ceño. Shikamaru rio enseguida—. Si siempre he limpiado... bueno, solo cuando tenía tiempo —bufó después—. Pero lo importante es que sí lo hacía.

Habían transcurrido aproximadamente cerca de cinco meses desde la última vez que Naruto veía o se había encontrado con Shikamaru o cualquiera de sus amigos.

Cinco meses desde que decidió apartarse de todo y todos.

Cinco meses desde aquel día.

En su mayoría, Naruto se la pasaba en misiones largas que él mismo le solicitaba al Sexto Hokage (Kakashi). Pero cuando estaba libre y en la aldea, apenas salía de su hogar, a excepción de ir por comida y suministros.

Shikamaru, por otra parte, en múltiples ocasiones intentó buscarlo, ya que le extrañó no verlo rondando, ni haciendo su típico escándalo por dondequiera que pasase, pero en ninguna de esas oportunidades lo logró encontrar.

—Sabes, fue un milagro encontrarte —Shikamaru ignoró lo último dicho por Naruto, "de lo que limpiaba o algo así"—. Puesto que generalmente no estás por aquí.

Naruto suspiró resignado.

—Lo siento Shikamaru. Creo que exageré un poco en pedirle tantas misiones a Kakashi sensei —forzó una sonrisa—. Lo que pasó es que... quise tener la mente ocupada. Tú sabes.

¿Pero en verdad funcionó el estar alejado de todos? —Naruto se cuestionó internamente, sin prestar atención a lo que decía Shikamaru.

Aunque pese a haber ya pasado varios meses desde aquel día, su mirada aún desprendía ese sentimiento tan doloroso que jamás imaginó volver a experimentar. Ese sentimiento que tanto odió y el que una vez casi consumió la totalidad su corazón, ese sentimiento llamado tristeza.

Perder a una persona que quieres o amas es sumamente doloroso, y Naruto lo sabía perfectamente. Aunque en esta ocasión no hubo muerte alguna, no significó que no doliera. Pues esa persona tan especial para él ya no estaba, se marchó de un momento a otro, como si de un cambio radical de estación se tratase y no dio razón alguna.

Y lo peor de todo fue que él tuvo que descubrir el porqué por sí mismo.

"¿Tal vez exageré demasiado al alejarme de todo?" —se cuestionó nuevamente—. De mis amigos, de la gente que quiero, todo por...

𝙸𝚏 𝚈𝚘𝚞 𝙺𝚗𝚎𝚠 (𝙽𝚊𝚛𝚞𝙸𝚗𝚘)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora