Oliver se sentó, cuando se aseguró de que Scott estaba lo suficientemente lejos para no escucharlo, él quería ocultarle la máxima información posible, para que no se involucrara demasiado en el caso.

-Les dije que me avisaran a mí directamente. – cruzó los brazos sobre su pecho. – Scott está fuera de todo esto, él solo viene aquí como apoyo.

-Debe saberlo, si Daniel desaparece en algún momento, debería saber al menos porque ha sido. – Oliver hizo una mueca de dolor cuando toco su pecho. – No podemos tenerlo aquí de por vida, una vez nazca el bebé, Daniel tendrá que volver con su padre.

-Ese alfa puede ser un posible asesino, doctor. – respondió con sequedad. – Su padre omega lleva desaparecido cinco meses, encontraron manchas sospechosas en su casa y ahora estamos buscando su cuerpo.

-Aunque no querías, Daniel tendrá que volver a su casa cuando el embarazo llegue a su final, quedaron así con su padre. – el beta quería gritar. – El bebé sería llevado a un orfanato, con la condición de que Daniel volviera con su padre, ese fue el trató.

-¿Cuánto tiempo que cree que podrá vivir Daniel al lado de su padre? – no hubo respuesta. - ¿Cuánto tiempo tardará en hacerlo lo mismo que a su esposo?

-Daniel no es de tu propiedad, no puedes hacer nada, el que le hizo todo eso ha confesado, ya está, todo ha vuelto a la normalidad. El omega, debe volver a su casa.

-¿Usted tiene hijos? – asintió. - ¿Dejaría que su hijo se fuera con alguien que le pudiera hacer daño?

-No es lo mismo, señor Roux, Daniel necesita...

-¿No es lo mismo? – pregunto con cierta burla. – Claro, ya lo entiendo, como Daniel no es alguien importante para ustedes, pueden hacer lo que quieran con él. – el doctor iba a replicar. – Mi prometido va a luchar por él, y yo le ayudaré.

-Sabes que los hombres del bar rojo son peligroso ¿verdad? Si no hacemos lo que ellos nos piden, estaremos todos en problemas. Debemos dejar a Daniel con ellos.

Oliver se levantó despacio, estaba furioso. Como decía Scott, Daniel era tan solo un niño, no era justo para él tener que pasar por todo esto. Se negaban a ayudarlo, tan solo porque uno de sus padres estaba involucrado con los miembros del bar rojo.

-Le vuelvo a preguntar lo mismo, doctor ¿usted tiene hijos? – el alfa volvió a asentir. – Tan solo piense que pasaría si uno de sus hijos estuviera en la misma situación que Daniel... - suspiro. – No creo que se quedará con los brazos cruzados, y por favor, ahórrese decirme que no es lo mismo.

-Están cometiendo un gran error, señor Roux.

-No sé lo que es ser padre, aún... - acarició su vientre. – Pero sí que sé que es ser hermano e hijo, para ustedes no será importante, el miedo os gana ¿verdad? – el alfa se resignó. – Daría lo que fuera para proteger a las personas importantes para mí. – sonrió con orgullo. – El hombre al que a hecho llorar, es mi prometido y él va a luchar por Daniel, tenlo por seguro. Si Scott decide seguir adelante, no le tendrá miedo a un pequeño bar.

-No podéis hacer nada si el padre no da el consentimiento, aún no se sabe lo que paso con ese omega, si el bebé nace antes de que encontréis las respuestas, Daniel tendrá que volver. – sus ojos se clavaron en Oliver. – Pese a quien le pese.

-Mis hombres encontraran las respuestas, no debe preocuparse doctor. – Oliver tan solo podía pensar en Scott y Daniel. - ¡Ah! Y por último, tengo un consejo para usted... - sonrió. – Debería replantearse si es un padre de verdad.

Pudo escuchar la voz de Scott antes de abrir la puerta, le estaba enseñando nuevas palabras a Daniel, el pequeño omega había leído la mitad del libro, algo de lo que Scott se sentía demasiado orgulloso. El beta podía hablar sobre él durante horas cuando llegaban a casa, Daniel a los ojos de Scott era un gran genio.

Hasta el final del caminoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon