09 • (F) Sweetest

En başından başla
                                    

Su boca entreabierta, jadeante, para poco después dar paso a esa maldita sonrisa que me hizo, si es posible, derretirme por completo entre sus brazos.

— Tu sonrisa... — Se mordió la punta del labio inferior, apretando aún más mi cuerpo contra el suyo. Sus labios estaban tan cerca de los míos que podía saborear la menta que exhalaban. — Es igual que la del vídeo... — Arqueó la cabeza hacia atrás, con cara de indignación o simplemente excitada por algo, antes de volver a mirarme.

¿Qué?

— ¿Viste el vídeo sin mi permiso, Lauren...? — Casi llegué al orgasmo al verla asentir, aún mordiéndose el labio inferior mientras me devoraba con las manos y la cintura. — ¡Dios, Jauregui! — no puedo evitar exclamar, prácticamente retorciéndome de lo caliente que estaba con aquel agarre.

— Y ahora me lo vas a repetir. — Justo cuando estaba casi llegando, ella dejó de mover su rodilla entre mis piernas, apartándose. — Una que solo yo lo tendré... — De espaldas a mí, comenzó a desabrocharse su blusa blanca, mientras mis piernas comenzaban a temblar.

No había ceremonias para Lauren Jauregui, donde simplemente se limitó a quitar la tela y dejarla caer en el suelo. Mi respiración cada vez más agitada mientras la mujer decidía seguir el mismo camino, solo que ahora con los pantalones. Maldita lámpara que me daba poca iluminación para verla cuando estaba lejos de mi cuerpo. Con cada botón que desabrochaba, la habitación que siempre me había parecido tan grande, vacía y fría se volvía más pequeña, llena y caliente. Todo gracias a ella. De ella en este preciso momento casi desnuda.

La mujer más  vieja no se lo quitó con prisas, quizá para demostrar que controlaba la situación, pero tampoco se arriesgó a torturarme con movimientos lentos. Llevaba el ritmo perfecto y lo sabía.

— Nunca has estado con una mujer, ¿verdad, Camila? — Afirmé ante la pregunta, mareada, extremadamente mareada en cuanto la fina pieza de malla se esparció por el suelo como una pluma, dándome la oportunidad de, por primera vez en mi vida, excitarme ante la visión de un cuerpo femenino semidesnudo. — No pasa nada. — Me apoyé completamente contra la puerta en cuanto ella se dio la vuelta, tocándose el propio cuerpo con las manos.

Cielos, no te toques los pechos mirándome así.

Fue lo único que pensé en cuanto me di cuenta de que mi coño palpitaba solo cuando lo hizo, lo volvió a hacer y, por cierto, lo sigue haciendo.

— Tu turno... — Se sentó en la cama, sin soltarse el pelo, que llevaba recogido en un moño, mientras se quitaba los tacones con sus propios pies. — Hazlo mejor que en el vídeo, Camila. — giró un poco la cabeza, mirándome el sujetador y luego la cintura. — Esto es para mí y cuando las cosas son para mí, Srta. Cabello... Tiene que ser el mejor. — Lo que no pude ver de su cuerpo, lo pude ver de sus ojos. Extremadamente nublados, pero aún brillantes. — Lúcete para mí, baby. — sonrió de lado cuando me vio devolverle la sonrisa, quitándome los zapatos.

Juro que en ese momento ni siquiera sabía lo que había hecho en el vídeo. De hecho, ni siquiera recuerdo si había enviado algo. El hecho era que las esmeraldas verdes estaban sobre mi cuerpo, anhelando algo que sabía que podía darle. Algo que deseaba desde hace mucho tiempo.

Pantalones. Me recordé que aún la tenía puesta y que era por ella la que debería empezar. Sin prisas me aparté de la puerta, haciéndolo de la misma forma que la magnate lo hizo: de espaldas. Los vaqueros pasaron lentamente y con dificultad por mis caderas, mientras mi culo quedaba a la vista, cubierto únicamente por las pequeñas bragas negras del vídeo.

— Joder... — La escucho murmurar, dándome a entender que la forma en que lo estaba haciendo era excitante.

Me agacho a propósito, sin doblar las rodillas, para sacar el dobladillo del pantalón de mi tobillo. Y si no fuera por la iluminación, estoy segura de que Lauren vería mis bragas completamente empapadas de mis jugos.

La Amante de mi Esposo (ℭ𝔞𝔪𝔯𝔢𝔫) - TraducciónHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin