My Sweet Tanjirou

Capítulo 27

Lo peor era que cuando Uzui la leyera, descubriría todo... tenía una aguda intuición para discernir que la carta era dirigida hacia Mitsuri Sensei,  desde sus cursis escritos hasta que era mentira que Tanjiro había escrito una carta, al final seguía teniendo los nombres de cada uno de ellos escrito impecable y en mayúsculas al inicio de la carta. Estaba seguro que le diría al director o peor aún... a Mitsuri Sensei... 

Aún tenía tiempo debía de actuar lo más rápido que podía... sin dudarlo, escribió un mensaje. 

" Mocoso, hora de saldar deudas... Necesito que recuperes información importante"

Como era de esperarse el destinatario no contesto enseguida, pero no se rindió, le enviaría un y mil mensajes hasta que se dignara a responder, la otra persona al constante sonido de las notificaciones, decidió tomar el teléfono. 

Zenitsu con el sueño plasmado en sus ojos fue citado en el parque de su casa, el cual con mucho sigilo fue para encontrarse a nadie más que a Iguro Sensei. 

— ¿Iguro Sensei?, ¿Cómo tiene mi número? no son horas para molestar a los alumnos ¿Sabe?, quiero que sepa que si resulta una perdida de tiempo lo acusaré — dijo frotándose los ojos y emitiendo un bostezo.  

— No es una pérdida de tiempo, es asunto de vida o muerte... Verás, resulta que Uzui tiene unas cartas mías, el imbécil las robó de mi escritorio, se aprovechó que no puedo ir en estos momentos a partirle la cara... en fin...  necesito tu ayuda para recuperarlas. — 

— No entiendo la urgencia del asunto, yo pensaba que tenía que ver con Tanjiro, pero si solo es para su conveniencia, no tengo nada que hacer aquí... Por cierto lo acusaré con el director por molestarme a altas horas de la noche. — dijo dando la vuelta dispuesto a irse para su hogar... 

— ¡¡¡Te arreglaré una cita con Tanjiro...!!!! — dijo ofreciendo desesperado su última carta.

—... — Zenitsu paró su caminar ante las palabras del maestro. El viento que lleno el espacio de silencio mientras recordaba el frío que se colaba por las madrugadas en las calles de Japón. 

El rubio dio la vuelta, regresó lo más rápido posible, estiro la mano y dijo — Hecho — 

Obanai, sonrió debajo de la mascarilla que llevaba siempre y su serpiente emitió un ruido que afirmaba la alianza que se había concretado en la madrugada. 

— BIen no irás solo, sin duda buscarías la forma de echarlo todo a perder... tu habilidad de escuchar es útil, es por que eres el único que conoce como lidiar con la técnica del sonido y como evitar a Uzui, irás con Kaburamaru... — dijo

— ¿Quién?—  preguntó, aunque Zenitsu no tenía la menor idea sobre como recuperar las dichosas cartas, debía, tenía que hacerlo, si lograba tener una reunión / cita, no dejaría que el resto de salvajes se interpusieran en su camino y menos Inosuke quien sería un idiota y se lo llevaría en hombros corriendo por todas partes, debía de hacerlo solo... de alguna forma.

— Te juro que si regresa herida, te mataré.—  dijo Obanai, pasando la serpiente blanca a los hombros del menor. El otro temblaba mientras se acostumbraba a la sensación de la serpiente cerca.  Iguro le explicaba el plan paso por paso. 

Sigilosamente se adentro a los alrededores del apartamento, con la serpiente al lado, su instinto le gritaba que era una pésima idea meterse con el maestro, pero su corazón le gritaba que ver a Tanjirou era una oportunidad irreemplazable. Lo vería después de tanto tiempo de ausencia. sería un respiro para su alma. Si lograba ver a Tanjiro  y al final lo expulsan... era el destino... se iría feliz.