Capítulo 5

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Cuando Zenitsu llegó a la academia el siguiente día, estaba más nervioso de lo habitual, vaya que se había emocionado al tener un amigo, el cual se preocupara por él, definitivamente sus días podrían a llegar a no ser tan malos pues tenía en quien apoyarse cuando llegara a la academia, aunque sea una persona no lo miraba con asco y aversión.

Iba caminando por los pasillos con dirección a su aula, siempre procuraba llegar temprano para que no tuviera problemas en relación a los asientos de la escuela, aunque se sentara hasta atrás, todos evitaban sentarse cerca, cuando llegó al salón entró y se encontró a unos cuantos chicos que estaban comiendo o platicando entre ellos, algunos le dieron una mirada de desprecio y luego regresaron la vista a sus asuntos. Claro que a Zenitsu le dolía, pero trataba de ignorarlo, y es que estando completamente solo no se puede simplemente ignorar, mientras menos personas hubieran menos tendría que soportarlo, al menos por la mañana.

Se sentó y esperó pacientemente, cada persona que llegaba al salón era la esperanza que fuera el Peliburdeo, pero le inquietaba la idea que quizá Tanjiro era de las personas superficiales, quizá en la enfermería lo atendió con la finalidad de ganar la imagen de un tipo solidario y paciente, se preguntaba si le hablaría enfrente de todos, le inquietaba que no fuera así, pero siempre había una pequeña esperanza en él.

Perdido en esos pensamientos se encontraba, cuando de repente apareció, el muchacho con el uniforme impecable y de sonrisa angelical, en el salón a las chicas les atraía Tanjiro por su encanto natural y su físico hermoso, a los chicos a algunos cuantos les llamaba la atención y para otros era indiferente... pero sin duda tenía una presencia única, estaba analizando los rostros de todos hasta que se encontró con la mirada de Zenitsu en el fondo del salón, cuando lo vió se dirigió hacia él saludando con la mano y sonriendo, el corazón de Zenitsu estaba a 1000 por hora, ¡si se estaba dirigiendo hacia él!; cuando el peliburdeo se acercó al escritorio del Rubio le dijo.

—Buenos días ¿Cómo estás?— mencionó sentándose al lado del muchacho.

—Hola,  me s...siento mejor.— respondió sintiéndose afortunado.

—Me alegra que así sea— dijo el peliburdeo 
Mientras estaban conversando percibió con la nariz un olor a curiosidad, asco y más... dirigió su mirada alrededor en el salón y observó como algunos se encontraban viéndolos.

Uno de los compañeros del salón habló.
—No deberías juntarte con él ¿Qué no sabes que es un perdedor?—

A Tanjiro no le agradó como el rubio calló y agachó la mirada mientras el resto comenzó a burlarse.
—No veo porqué debería hacerlo sólo porque es lo que dicen, creo que es peor dejarse llevar por los comentarios y no experimentarlo personalmente — dijo Tanjiro, no estaba tan contento con la forma con que el compañero había realizado el comentario, a Tanjiro no le parecía que debía seguir el ejemplo del resto, solo porque unos cuantos lo miraban de determinada forma, no era excusa para que todos lo vieran igual.
Sin decir más, se levantó de su asiento y le dijo al rubio que salieran del salón, lo tomó de la mano y se dirigieron a la salida ante la mirada atónita de los compañeros.

Se escucharon comentarios en el salón como
—"¿Qué sucedió?" "¿Por qué está con él?" "Enserio ¿Un chico tan lindo con él?" "Quizá si le hablo al perdedor le agrade al chico lindo" —

Zenitsu estaba lleno de sentimientos nuevos, al fin tenía un amigo que se preocupara por él, y vaya que era uno muy dulce... cuando salieron del salón, Zenitsu se encontraba muy confundido.
—¿Siempre ha sido de esta forma?— preguntó Tanjiro a Zenitsu preocupado...

My Sweet TanjirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora