Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1]

Capítulo 43: Una tormenta en esta luna llena

Capítulo 43

Una tormenta en esta luna llena

TW: Descripciones gráficas de violencia.

TAESUNG

Kilari azotó la puerta del cuarto de Taesung, con la respiración agitada y sus ojos amarillos brillando en adrenalina —Tenemos que irnos.

Taesung y Lyra se incorporaron rápidamente, el magoi cargando a la sirena para devolverla a su silla de ruedas —¿Qué pasó?

—La criatura de alguna forma pasó la barrera de la academia, hay un herido —la licántropo explicaba mientras se apresuraban al loby, Taesung empujó la silla de Lyra por la rampa y llegaron a una aglomeración de seres en la entrada.

Algunes corrían de un lado a otro, otres lucían al borde de las lágrimas. Ninfas y curanderos estaban llevando un cuerpo en una camilla, camino a la enfermería, un vampiro cuya pierna estaba totalmente rasgada, al igual que parte de su pecho.

Parte del personal gritaba indicaciones a distintos grupos de seres sobre buscar refugio en las bodegas y las partes más internas del edificio, no dando seguridad en las habitaciones debido a las ventanas.

Taesung tragó seco al ver a Jaehyeon junto a Tamanaco, discutiendo algo, y Nora junto con ellos. Un golpe contra la puerta y un alarido le dio mejor contexto, esa cosa intentaba entrar.

Taesung se apresuró hacia el kumiho, pasando de las alarmas en su cabeza sobre su cercanía, esto era más importante que sus nervios, tenía que enfocarse y ser objetivo. Un buen Kwon. Las chicas siguieron su paso hasta la esquina donde el magoi se dirigió.

—... no podemos dejar que avance más, si no hacemos nada va a entrar y todes correrán más peligro.

—Pero usted no irá solo, Jaehyeon —Tamanaco pareció reprenderlo.

—No lo estará —Nora se aferró al brazo de Jaehyeon—, es mejor que tú te quedes a cuidar aquí dentro.

—Yo también protegeré este lugar —se plantó firme Tamanaco.

—Podemos ayudar —Lyra entró a la conversación.

—¿Lo haremos? —preguntó Kilari.

Taesung conectó miradas con Jaehyeon por un milisegundo y la apartó. Sacudió sus manos para desprenderse del frío que se adueñaba de las puntas de sus dedos en pensar en volver a estar cara a cara con esa cosa.

Tal vez podría quedarse, muches buscaban refugio, era normal. Fue una víctima, no lo juzgarían por eso.

Alguien del personal se acercó a Tamanaco con un caraj de flechas y un arco —No me quedaré dentro, Jaehyeon.

Y así como entraron a esa conversación, varios seres más se fueron auto invitando para ayudar. Desde magois hasta cíclopes, cambiaformas, sirenas y estudiantes de distintas especies que practicaban magia elemental.

Taesung lentamente comenzó a regresar al sobre sus pasos, hacia los grupos que buscaban refugio, cuando Edhem cruzó en su campo de visión. Corría a esconderse, subiendo por la rampa en lugar de las escaleras y a través de las sombras, como una cucaracha.

Taesung suspiró. Él no era una cucaracha.

—También iré —alzó su voz, con su ojos cerrados mientras las palabras abandonaban sus labios. Al abrirlos, Jaehyeon lo miraba sorprendido desde su puesto. Movió los labios sin hablar, «no tienes que hacerlo».