The Rebirth of the Reincarnated Nobility 7 (WN) Español

Episodio 22 - Apóstol de Los Dioses

El salón estalló en caos ante las impactantes palabras de Hinata.

Fue una declaración sin precedentes, y tomaría un poco de tiempo hasta que la entendieran completamente.

"¡Deja de ser tan estúpido! ¡El Santo no decide el próximo Papa! ¡La gente de la iglesia aquí presente lo hace!"

La expresión de Hinata no cambió ante las palabras furiosas de Bangla.

"...No, el clero tampoco decide. Los que hacen –––– son los dioses. O su representante."

Bangla resopló.

"Está bien, los dioses deciden, ¡pero es lo mismo si sus voces no nos alcanzan!"

"–––– Parece que sí."

Simultáneamente con las palabras de Hinata, una brillante luz blanca cubrió el salón.

Todos los presentes perdieron la visión y se escucharon gritos.

Una vez que sus ojos se recuperaron, miraron a Hinata, junto a quien estaba de pie una persona vestida con túnicas blancas y una máscara igualmente blanca.

Las túnicas que vestía la persona estaban teñidas con hilo dorado, y eran más lujosas e incluso de mayor calidad que las túnicas de un cardenal, un hecho que era evidente. Además, había una fina capa de luz blanca que emanaba de las túnicas.

"–– Se me permitió venir a este lugar como representante de los dioses."

Todos allí quedaron cautivados por la clara voz que resonó, que podría atribuirse tanto a un hombre como a una mujer.

Algunos sintieron el aura divina que irradiaba de las túnicas y se arrodillaron y comenzaron a orar en el lugar.

Entre los cuatro cardenales, Denter y Samtam fueron los primeros en arrodillarse e inclinar la cabeza.

Bangla, por otro lado, estaba furioso.

"¿¡Q-Quién eres!?"

"––Muchas gracias, Apóstol-sama."

"¿¡U-Un A-A-Apóstol-sama!? N—No, eso es ridículo..."

Al descubrir que la persona era un Apóstol por las palabras de Hinata, Bangla se molestó abiertamente. El hombre enmascarado, Cain miró a Bangla por un breve momento, luego miró al clero reunido, ignorándolo.

"He venido a este lugar para transmitir la voluntad de los dioses. Cumpliré con mi deber. Los dioses ven y saben todo. Además, lamentan las muchas vidas perdidas durante esta elección papal. Me pregunto si entiendes el significado de eso. ...Cardenal Bangla".

Bangla había tenido bandidos trabajando para él en la elección papal, por lo que muchas personas de la iglesia, así como comerciantes, habían perdido la vida. Cain no perdonaría eso.

Cain miró a Bangla, quien, incapaz de leer la expresión de Cain detrás de la máscara, retrocedió, temblando.

"No sé nada. Independientemente de lo que hayan hecho mis subordinados, yo no participé. ¡No tienes la prueba!"

"Como dije. Los dioses lo vieron todo y lo saben todo. Incluyendo al Sacerdote Oliver."

Al escuchar el nombre del Sacerdote Oliver, Bangla, que había retrocedido poco a poco, señaló a Cain.

"¡Esta persona es un farsante! ¡Se hacen llamar Apóstol, pero sus acciones insultan a los dioses! ¡Captúrenlos inmediatamente!"

Los caballeros del templo se prepararon ante las palabras del cardenal Bangla, pero dado que Hinata estaba parada justo al lado de Cain, no sabían si escuchar la orden o no.

Cain dejó escapar un pequeño suspiro y sacó una joya de su caja de objetos.

Dejándola descansar en su palma, levantó su mano derecha en el aire y dejó que el poder mágico fluyera hacia la piedra preciosa.

La piedra preciosa comenzó a emitir luz y un holograma tridimensional se proyectó en el aire por encima de ella.

Todos los que vieron eso inmediatamente se arrodillaron.

El holograma proyectado era de –– los siete dioses.

[Esta persona es nuestro representante de los siete dioses.]

La voz de Zenom resonó en el pasillo desde el holograma.

Era, escuchado por primera vez en la historia, –– la voz de un dios.

Algunos oraron, temblando.

Otros rompieron en llanto por las profundas emociones que estaban sintiendo.

Todas las personas allí se habían encontrado con una oportunidad única en la vida.

Sin embargo, también había alguien que no lo aceptaría. No, no quería aceptarlo.

"¡No voy a creer esto! ¡No acepto esto! ¡Morir!"

Cardinal Bangla lanzó magia, y una bola de fuego de un metro de largo se dirigió hacia Cain.

"¡Cuidado!"

El cardenal Denter se puso de pie, pero la bola de fuego volaba hacia Cain a gran velocidad.

Sin embargo, Cain hizo un gesto hacia la bola de fuego con su mano izquierda, y –– desapareció instantáneamente.

"¡Cómo!"

"¡Cómo te atreves a atacar al Apóstol de los dioses! ¡Se rebeló contra el poder de los dioses! ¡Arréstenlo!"

Volviendo en sí mismos ante el grito del cardenal Denter, los caballeros del templo capturaron al cardenal Bangla.

"¡Debería, debería haberme convertido en Papa! ¡Por qué!"

Cuatro caballeros del templo se llevaron al cardenal Bangla que gritaba.

Una vez que estuvo fuera de la vista, Cain guardó la piedra preciosa en su caja de artículos y miró a la gente de la iglesia.

"Estaba un poco distraído, pero me gustaría continuar. La voluntad de los dioses es, –––– que usted, Cardenal Denter, sea el próximo Papa."

"¡S-Sí!"

El cardenal Denter caminó ante Cain y se arrodilló, bajando la cabeza.

"Este es un regalo de los dioses".

Cain sacó una túnica que le habían dado los dioses de su caja de artículos. Era blanco con hilo dorado, propio de un papa.

El cardenal Denter se lo quitó temeroso a Cain.

"Acepto agradecido. Me esforzaré por cumplir mi posición como Papa con todo mi corazón y mi alma".

Volviendo a bajar la cabeza, el cardenal Denter sostuvo con cuidado la túnica.

Cain sonrió levemente y luego miró a Hinata. Con una gran sonrisa en su rostro, ella asintió.

"Le dejaré el resto a la Santa. Trae prosperidad a Marineford junto con el nuevo Papa".

Con esas últimas palabras, Cain se transfirió a la habitación de invitados en la que se alojaba con magia de transferencia.

Se quitó la túnica y la máscara y se sentó en el sofá.

"Estoy muy cansada... He terminado mi trabajo, así que me pregunto si ya puedo irme a casa..."

Si bien tenía la solicitud como guardaespaldas para el viaje de regreso, todo lo que Cain podía pensar era en cómo quería ir directamente a casa con magia de transferencia.

Cain cerró los ojos y se tumbó en el sofá hasta que regresó el obispo Harnam.