29.

28 10 0
                                    

Tres columnas de agua formaron un circulo en sus muñecas, como si fueran pulseras

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Tres columnas de agua formaron un circulo en sus muñecas, como si fueran pulseras. Gracias a mis poderes su ataque no me halló desprevenido, con el poder de mí mente logré arrancar la puerta de la habitación de Aurelio y usarla de escudo justo a tiempo para evitar que astillas de hielo me cortaran vivo.

— ¡no sé qué te pasa! Pero no me dejas opción- le arrojé la puerta con fuerza, sin embargo la puerta de partió en cuatro antes de alcanzarla.

— el hielo puede ser muy filoso- Marina estaba fuera de sí. Creó dos látigos e intentó atacarme de nuevo. Lancé un sonido aturdidor a su mente. El ruido la dejó fuera de sí unos segundos.

— ¿Que rayos está pasando?- preguntó María al ver a Marina en el suelo tapándose los oídos.

— no sé que le pasa, pero tuve que neutralizarla- expliqué.

Marina me miró enojada, me di la vuelta demasiado tarde al oír el ruido del agua y fui alcanzado por una ola. Choqué contra la pared y un frío me envolvió. Estaba en una especie de capullo de hielo. Lo que sucedió después no lo sé con exactitud. El frío se apoderó de mí y quedé inconsciente.

Abrí los ojos con pesadez, me pesaban los parados. Lo primero que vi fue la cara de preocupación de Lorenzo.

— ¿Estás bien?- me preguntó.

— como si te importara- respondí. Me percate que estaba en mí cama. Bigotes dormía plácidamente sobre mi estómago. Lo quité con delicadeza y lo dejé en la almohada.

— Marina escapó- dijo.

Cerré los ojos y respiré hondo. Podía esperarme una traición de cualquiera pero no de Marina. Ella era la amabilidad en persona.

— se llevó los objetos de Celestine. Ahora la SCG los tiene a casi todos.

— falta uno- dije evitando mirarlo.

— quiero decirte algo- su voz cambió a más calma.

— soy todo oídos- dije lo más frío posible.

— siento haberte dejado de lado en la misión- lo miré por instinto. Se veía arrepentido.

— lástima que sientas solo eso- respondí y salí de la habitación. Caminé hasta la habitación de Bek y golpee la puerta.

— ¿Bruno?- dijo con voz apagada- ¿Ya despertaste?.

— si, estoy bien. ¿Tú cómo estás?.

— estoy dolido. Marina era mí amiga... Nunca creí que era una doble agente.

— yo tampoco lo creo- dije recordando a la mujer que me ayudó a controlar mis emociones cuando era un caos de sentimientos.

— estamos perdidos, la misión, todo... Fracasamos.

— no lo veo así Bek- me invitó a entrar y me senté en una pila de libros. Nunca había entrado a su habitación, el brujo era un hábil lector, el lugar estaba lleno de libros. Los había por doquier.

— ¡¿Qué no crees Bruno?!- Bek arrojó un libro al suelo- ¡mí mejor amiga me acaba me acaba de traicionar!.

— no lo hizo por voluntad propia.

— ¿Qué importa ahora?.

— ¡importa y mucho!, ¡Necesita nuestra ayuda!.

— por la paliza que nos dio es evidente que no.

— protegía a alguien, lo hizo para proteger a alguien.

Bek me miró con seriedad.

— ¿Qué sabes?- preguntó desconfiado.

— la oí hablar sobre proteger a alguien.

— ¡su madre!- exclamó Bek.

El brujo me tomó del brazo y me guió hasta la sala común, no sin antes golpear todas las demás puertas. Una vez reunido el equipo nos contó lo siguiente:

— la SCG tiene a la madre de Marina, por eso actuó como actuó- nos dijo. Nadie respondió. Ank miraba por la ventana, Lorenzo miraba al frente serio,  María y Aurelio simplemente observaban a Bek sin ninguna expresión.

— sé que normalmente hacemos terapia de grupo- habló al fin María- pero es demasiado pronto.

— Marina era la que nos obligaba a esas terapias- recordó Ank.

— ¡maldita perra!- gruñó María.

— ¡SUFICIENTE!- todos dimos un salto y observamos sorprendidos a Lorenzo- Bek, hazme el favor de terminar con esto... ¿Qué quieres decir?.

— tenemos que recuperar los objetos y salvar a Marina- simplificó Bek.

— la DIES la está buscando- respondió con muy mal humor Lorenzo- ahora es su problema... Y en cuanto a los objetos de Celestine... ¡Ya no somos parte de la misión!

— ¡Eso es injusto!- protesté.

— eso no es todo. El Grupo Comando de Seis Yaguareté fue disuelto por el comité. Nos reasignaron a otras unidades en nuestros mundos correspondientes.

— ¿Y que pasará conmigo?- preguntó Ank.

— el trato que tenías con la DIES caducó. Serás de vuelta interna en la base de la Antártida.

Ank golpeó la isla con fuerza y la partió en mil pedazos.

— ¡No volveré a ser una prisionera!.

— ¡ni yo tampoco!- dijo Bek recordando a su alfa.

— es mejor resignarse- Las palabras de Lorenzo me llenaron de rabia y sin dudarlo le di una cachetada.

— ¡Odio cuando te dejás vencer por las circunstancias!- le dije. El chico solo se llevó una mano al rostro.

— no quiero pegarte Bruno pero no me tientes- me advirtió.

— ¿sabes lo que pensé cuando te vi por primera vez?- le pregunté.

— ¿espero que la tenga grande?- bromeó Bek. Le dediqué una mirada severa y se calló.

— pensé que eras el sujeto más espectacular que había visto, cuándo me dijiste que eras un héroe me excité- le dediqué una mirada de advertencia a Bek- nunca había conocido a alguien tan valiente... ¡Y ahora me sales con que te rindes!.

— ¿y que quieres que haga?, ¿Desobedecer las órdenes?.

— mala idea no es- dijo María- después de todo, alguien debe detener a Celestine.

— Y ya no tenemos nada que perder- acotó Ank.

— hemos pasado por mucho juntos y Marina nos necesita. No somos solo soldados, somos una familia- dijo Aurelio, María tomó una de sus manos y se la besó.

— ¡si seguimos adelante será por nuestra cuenta!- nos advirtió Lorenzo.

— correremos ese riesgo.

— es hora de correr riesgos- le dije- es hora de jugar de verdad.

Lorenzo me tomó de la nuca y me besó. No necesite leerle la mente para saber lo que eso significaba. Un nuevo Lorenzo había renacido de las cenizas del anterior. Este Lorenzo no se dejaba condicionar por sus miedos.

— ¡está bien!- dijo- ¿Por dónde empezamos?

Espectros, Amores y Fantasmas (LGBT)Where stories live. Discover now