𝘾𝙍𝙄𝙎𝘼𝙇𝙄𝘿𝘼 [PAUSADA]

【ＣＡＰ １６】

—No fue un sueño...—se levantó por esa cama y estirarse con dificultad.

Se fue aquel baño y ver su reflejo.

Su pobre rostro estaba rojizo y lastimado por aquellas manos envidiosas. No iba a ir a la junta de esta manera, si se iba, le preguntarían de que le sucedió y creerían que se peleo con alguien.

Dio un fuerte suspiro México.

Ya no sabe que hacer, ¿irse? Se le quedó en mente cuando le dijo Francia, si se iba de la nada, iba a causar que España le llegue la culpa cuando ni la tiene. A veces sospecha que alguien fue el culpable que España se sienta de esa manera, y tal vez sea "él" pero no era el único, habrá otro país que manipula al español.

De tal manera que se sienta tan culpable y creyó que tuvo la responsabilidad de que México se haya retirado.

Pero todo esto era lo contrario.

Todo esto le es extraño.

Se fue de ese baño e ir a la dirección de su cama, ¿deberia dormir? No lo sabe, si era bueno idea o un desperdicio de tiempo.

Pero ver aquella sábanas manchadas de sangre y su ropa, le daba repugnancia y una sensación de asco por su cuerpo.

Dejo de ver, y agarrar aquellas sábanas con fuerza y tirarlas aun lado de la cama, igual que su camisa.

Dejando descubierto su torso desnudo, aunque después se dio cuenta que tenía moretones. Se paniqueo demasiado y se fue a esa dirección de ese espejo y observarse así mismo.

—¡No, no, no! —tocaba su pecho y sentir un ardor.

Aquellos moretones rojos y un color morado no tan fuerte si no leve, Argentina si que le dio unos putazos bien fuerte.

¡De tantos países tenía que ser él!

De todas maneras, ya pudo confirmar que Argentina le gusta Chile, pero siente que no es un amor como tal sino una obsesión.

Sus dos manos cubría su rostro y daba un grito no muy oyente, pero un grito de coraje y enojo.

—¡BALGAME JESUCRISTO! —alzó sus manos y mirar al techo como si viera al mismo Jesús.

Tenía muchas cosas que hacer esta mañana, pero se encontraba muy débilmente ¡y lo peor tenía que competir con el Argentino! Por la noche cuando le susurró le dijo que lo viera por las canchas, que el que perdiera que se alejaría totalmente de Chile.

No puede perder una amistad de tantos años, sino se presentaba era obvio que se rendía y así le daría la victoria a Argentina.

Pero el no quiere que también el Argentino se separe de Chile.

—¿¡QUE VOY A HACER!? —cuestiono México y abrazarse el mismo, tal vez pueda calcular, administrar, ahorrar, etc., pero no estas situaciones.

El mismo se estaba estresando y ver que soluciones le venía por la mente pero no se le ocurría ninguna.