Secretos

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Las clones de Raquel se encontraban apenadas por todo lo ocurrido, por lo que optaron quedarse en el salón durante el receso.

—Ya pensé lo que me dijeron, e iré el día de hoy a ver a Raquel—respondió Estrella una vez que nos encontrábamos en nuestra mesa habitual.

— ¿De qué están hablando?—pregunto Rosalin— desconcertada, no sabía que nos habíamos reunido con Estrella antes de venir a la universidad, bueno, de hecho era un hábito que empezábamos a crear.

—Raquel el día de ayer le pidió a Martín de favor que le dijera a Estrella, si podría hablar con ella—respondí, aclarando la duda de Rosalin.

— ¡Ay, por favor!, a esa tipa necesita pasarle cosas malas para pedirle disculpas a todo mundo—respondió Rosalin.

—Ven, que les dije—nos respondió Estrella—lo mismo pensé, pero bueno, veré que tiene que decir y que no quede en mí—agrego.

—Ahora resulta que es tu amiga neta que la defiendes—comenta Rosalin un poco abochornada del tema.

—Pues no, no lo es, pero lo que le ocurrió no se lo deseo a nadie—respondí un poco disgustado por dicho comentario.

—Tengo algo que contarles—comento Estrella sacando de su bolsa un tríptico y un sobre— el día de ayer me encontraba remodelando mi habitación y accidentalmente tire el cuadro que nos hicieron en el estudio de Owen el amigo de neto y encontré esto.

Mostrándonos un críptico de una clínica especializada y aquella carta. Sin duda era una carta de Luz, era extraño que a cada uno de nosotros, inclusive a Fátima, le hiciera una carta donde se despedía de nosotros, pero no entendíamos por qué Estrella no tenía una, sin duda aquella interrogante había sido resuelta.

—Ya leíste la carta—respondió Martín.

—Aún no, siento que lo correcto será leerla el día que cumpla un año de haberse ido de nuestro lado—respondió Estrella.

—Y este tríptico—pregunto Rosalin, tomándolo y leyendo el contenido.

—Luz y yo habíamos decidido donar algunos de nuestros óvulos para todas aquellas mujeres que no fueran fértiles y así pudieran tener la dicha de procrear. Buscamos algun hospital cerca de la ciudad que contara con un banco de óvulos, una vez que lo encontramos acudimos al hospital a pedir informes, solo eso, pero jamás pensé que ella iría, pensé que solo era una de sus tantas descabelladas ideas, las cuales sin duda apoyaría—respondió, tratando de contener sus lágrimas.

— ¿Ya hablaste al hospital?—pregunto Martín intrigado.

—Y con respecto a la visita que realizarías en las clínicas especializadas en la inseminación          In vitro, en la clínica del sur, ¿Qué paso? — Pregunto Rosalin.

—No acudí y, tampoco he llamado al hospital—respondió—mientras habría aquella nota que estaba en el críptico, para después leerla—"Ahora ya lo sabes, una pequeña semilla mía es resguardada en este lugar, espero el día que veas esta nota sea el día que te sientas lista de cumplir nuestro más grande sueño, te amo no lo olvides, Atte. Luz"—sin poder evitar derramar algunas lágrimas.

Para algunos la riqueza es tener la mayor cantidad posible de bienes, para otros la fama, pero para Estrella la riqueza era tener una parte de lo que más amaba en la vida y esa era la posibilidad de poder tener un hijo junto a Luz, jamás pensó que se transformara en una posibilidad, abrazamos en aquel momento a Estrella. Se podía ver la luz al final de túnel para Estrella después de todo.

—Pues, el día que te sientas preparada, te acompañamos si gustas—respondió Martín.

—Claro que sí—espero sea la próxima semana, ya que en esta tengo muchos pendientes— respondió feliz— se imaginan, existe la posibilidad de tener en mi vientre un pequeño rayo de Luz.

—Muchas felicidades Estrella—agrego Rosalin—yo también tengo algo que contarles— Menciono.

—¡habla ya, estúpida, me carcome el alma!—respondí.

—Estoy empezando a salir con un chico, lo conocí en uno de los conciertos, estamos apenas conociéndonos—respondió.

—Vaya que buena noticia, a ver si te doman un poco—respondí—sin poder evitar lanzarme a las carcajadas.

No fue del total agrado dicho comentario para Rosalin, pero tampoco pudo evitar lanzar una carcajada con los chicos.

—Bueno, cambiando un poco el tema, entonces iras a ver a Raquel—pregunto Martín—para que hable con la abogada y pueda generarle una visita—agrego.

—Si iré—respondió—solo no prometo nada, de lo que surja de dicho encuentro—agrego.

—Ok—respondió Martín levantándose de la banca para llamar a la abogada, alejándose unos cuantos metros de nosotros.

—Ahora resulta que hasta abogado y todo le puso a la Ex—dijo Rosalin—esperando cayera en algún tipo de celos.

—Es lo menos que puede hacer por todo lo que ella hizo cuando perdió a sus padres— respondí sin alguna reacción esperada por Rosalin.

El timbre sonó en aquel momento, notaba el carácter de Rosalin un poco desafiante, no entendía el motivo; sin embargo, no preste atención.

Nos dirigimos al salón de clases, comentarios despreciables escuchábamos en cada rincón, al dirigirnos al salón, sin duda no era muy querida Raquel, era la típica chica rica que por su posición social creía que podía humillar a todos. Inclusive en la reunión que tuvimos con el director, escuche de la mayor parte de los jefes de grupo comentarios desafortunados. Que no dirán de mí, cuando me encuentro ausente, pensé.

Al término de clases nos despedimos de las chicas, se podía sentir la ausencia de Fátima, Martín me llevo a casa de la tía Karen, ya que la aseguradora había ido por mi vehículo para llevarlo al taller de hojalatería. Sin duda, al verlo mi tía se mostraba feliz de verlo jugando un momento con Yuremi.

—Es un gran chico—menciono, mientras lo mirábamos desde el porche. —Sin duda lo es—respondí.

—Bueno, voy a terminar de hornear, me despides de él, cuidas de Yuremi mientras— respondió mi tía— al levantarse y entrar de nuevo a casa.

Seguí observando como jugaban ambos pillos, era afortunado de tener a un chico como el a mi lado. Llego el momento de despedirse, sujete a Yuremi, nos regaló un beso antes de subir a la camioneta y salir de la hacienda.

Me dirigí a la cocina, mi tía se encontraba sacando el último molde del horno, en ese momento suena mi teléfono, era un mensaje.

"Espero pronto tener tu respuesta. Atte. Hosmar"

—Todo bien—Pregunto mi tía Karen, al ver que mi mirada se perdía en la pantalla del celular.

—Si todo bien—respondí—saldré un momento al centro del pueblo, no necesitas nada— Pregunte.

—No, hijo, hace rato, acudí hacer las compras, todo está bien?—pregunto de nuevo acercándose a donde estaba, para sujetar a Yuremi.

—Sí—respondí saliendo del lugar en cuanto tuve oportunidad, tomando las llaves del coche de mi tía. Las dudas empezaban a invadirme, era tiempo de aclararlas.

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Sountrack....🎧❤️

Easy On Me - Adele.

Cicatrices en mí. (book 2)Where stories live. Discover now