Cicatrices en mí. (book 2)

! Lo maté ¡

De inmediato guardé dentro del sobre el pase y dicha nota, para esconderlos dentro de mi Zhhlinyua. Decidí ir a la tienda por algunos bocadillos y buscar a Hosmar que sin duda estaba dentro de aquella fiesta.

Llego la hora de cortar el majestuoso pastel. Una réplica a escala del Taj Mahal con luces de bengala iluminaron por un momento aquel mausoleo. Al término Raquel se dirigió hacia su mansión. Aun Martín no regresaba, por lo que decidí ir a buscarlo. Husmee dentro de la residencia de los Arafat, algunos invitados se encontraban dentro, por lo que no fue tan notoria mi presencia. Busque en la cocina, salas hasta que me invadió la curiosidad y subí los escalones para dirigirme a las recámaras. Logre escuchar alguna discusión en alguna de las habitaciones. Era la voz de Raquel.

—Déjame en paz—repetía una y otra vez—¡Auxilio! ¡Auxilio! —Empecé escuchar que gritaba con desesperación.

—Grita todo lo que quieras, nadie te escuchara—Escucho la voz de un hombre nada parecida a la de Martín.

Escucho algunos objetos caer, forcejeos, los gritos empiezan a ser más fuertes, Raquel sin duda estaba en problemas. Es cuando algunos chicos observo que suben de inmediato al llamado. Decido inmediatamente tocar la puerta. Se escuchan dos disparos provenientes de la habitación. En aquel momento la música que se escuchaba dejo de sonar, algunos invitados al oír los disparos salieron ahuyentados de la fiesta.

— ¡Raquel!, ¡Raquel! ¡Abre la puerta! —respondo ante los disparos, al no tener respuesta decido golpear con mi rodilla aquella cerradura para tratar de abrirla, ya que era imposible hacerlo con la planta de los pies por el tipo de calzado que traía, varios chicos intentaron abrirla, pero no se tenía éxito alguno.

— ¡Raquel abre la puerta por favor!— repetía desesperada Alesiram—una de las chicas del clan glam e integrante de nuestro grupo escolar, se miraba preocupada.

Cuestión de segundos para que aquella puerta se abriera. Observamos al abrirse aquella puerta las manos de Raquel llenas de sangre, con las prendas desgarradas y el cabello desaliñado hundida en llanto.

—¡Lo mate! ¡Lo mate!— repetía una y otra vez aterrada a cada instante.

—¿De qué hablas Raquel? —pregunto— sin poder evitar entrar de inmediato en aquella habitación al pensar era Martín el afectado, quien se había perdido por algunos instantes de mi vista.

En aquel momento llego el padre de Raquel abriéndose paso entre la multitud, entrando directamente a la habitación, viendo a su hija con las manos cubiertas de sangre. Por un instante la abrazo. Para después entrar a la habitación y ver lo ocurrido, se encontraba un cuerpo bocabajo en el suelo rodeado de una laguna creciente de sangre, al parecer el padre de Raquel lo identifico de inmediato, corriendo a socorrerlo. Sin poder evitar llorar, dando gritos de desesperación, al voltearlo su padre observamos que era Nahel Arafat el hermano mayor de Raquel.

Martín había llegado detrás del padre de Raquel también abriéndose camino al escuchar los disparos, al saber lo que había ocurrido decidimos actuar para evitar se empezara a dispersar la noticia.

Las chicas del clam glam quitaban algunos celulares que estaban capturando imágenes y videos de lo ocurrido, sin importar la reacción de los usuarios. Tratando de proteger de alguna forma la integridad de Raquel. 

—No hay nada que ver aquí, señores, la fiesta acabo favor de empezar a retirarse. — gritamos para ahuyentar a los invitados.

Estrella, Fátima y Rosalín se encontraban lejos de la escena del crimen, por lo que decidí llamarle a Rosalín.

—Podrías anunciar que la fiesta ha terminado—dije— una vez que cogió el teléfono.

—Claro, ¿pero qué ha pasado?, ¿Ustedes están bien?—preguntó.

—Luego te cuento, nosotros estamos bien.

El equipo glam y algunos familiares cercanos empezaron a sacar a los invitados que se resistían a salir, al menos en aquel momento fueron más útiles para su líder aquellas chicas.

Algunos invitados curiosos y reporteros esperaban afuera para saber qué había ocurrido, las patrullas empezaron a llegar abriendo paso, aquella extravagante fiesta había tenido un desenlace trágico.

Esperamos que Rosalín terminara de llevar algunos instrumentos al camión de carga donde transportaban el equipo, siendo solicitado para rendir mi declaración previa con los oficiales.

—Señorita Raquel está usted detenida por supuesto homicidio en primer grado, todo lo que diga será usado en su contra, tiene derecho de solicitar un abogado, en caso de no contar con alguno la fiscalía se lo proporcionara. —Exclamo el policía— colocándole las esposas.

A pesar de no ser sus simpatizantes, sentíamos pena por lo acontecido, era evidente que ella sufría de un tipo de abuso sexual o en su caso, intento y lo único que hizo fue defenderse, observamos cómo se llevaron aquel cuerpo después de una serie de fotografías que los peritos tomaron junto con pruebas de balística, como parte de la investigación, seguido de Raquel que sería remitida a la fiscalía en una patrulla.

Al salir de dicha mansión ya se encontraban los fotógrafos haciendo su mina de oro para aquella portada amarillista que sin duda en su tiempo nos afectó por la pérdida de Luz.

Decidimos quedarnos en casa de Martín a pasar lo restante de la noche, En esos eventos se desconocía el actuar de la familia, lidiar con ambos casos para dichos padres no sería fácil.

Al llegar la mañana siguiente esperamos alguna respuesta por parte de los contactos que poseía Martín, referente al caso de la familia, los cuales en cuestión de segundos respondieron, la velación del cuerpo y la sepultura sería solo con familiares cercanos. Referente a la situación en la que se encontraba Raquel, se desconocía noticia alguna. Al momento de desayunar en casa de Martín platicamos de lo ocurrido, Martín se notaba en parte preocupado, lo podía entender, en parte no todo fue terrible en aquella relación, ella fue un gran soporte cuando Martín empezó a perderlo todo. Era momento de retribuir por su parte algunas cosas. 

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