【056‣ Eɴᴛʀᴇ ʟᴀ ᴍᴜʟᴛɪᴛᴜᴅ...】

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Un hondo suspiro y dejo escapar la mayoría de sus malestares, o al menos algunos, pero de algo estaba seguro, no iba a ser un buen día, algo malo sucederá y no sabía si podría ignorarlo o evitarlo

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Un hondo suspiro y dejo escapar la mayoría de sus malestares, o al menos algunos, pero de algo estaba seguro, no iba a ser un buen día, algo malo sucederá y no sabía si podría ignorarlo o evitarlo.

Sentía aquella horrible sensación en su pecho, un horrible presentimiento de que nada más toque el suelo ya ocurrirá algún desastre del cual enterarse, pero estaba todo en un misterioso silencio, observaba al reloj mover sus agujas moviéndose con aquel ruido que hacían, todo estaba tan callado.

Algo va a pasar, algo muy terrible va a suceder.

Ni siquiera podía acordarse cuando se levanto de su cama para terminar desayunando en la silla redonda de color negro, teniendo los palillos en sus manos mientras revolvía el desayuno, que de a poco se enfriaba ante la espera del muchacho que solo lo observaba, su cabeza estaba plagada de pensamientos con preguntas sin respuestas, ¿Había algo que pudiera sacarlo de ese ahogamiento que le causaban? No era demasiado posible.

El timbre resonó en la casa, y enseguida volteó su cabeza, al final si era posible, una sonrisa se esbozo en su rostro mientras se levantaba de su lugar y encaminaba hacia la puerta principal en busca de su bolso colgado en el perchero.

— Ku-chan —. Percibió el llamado de su madre, a lo que enseguida volteó a verla. - No terminaste tu desayuno cariño, agarra una gelatina para que la comas en el camino —. Le dijo, dirigiéndose al refrigerador para sacar la dichosa gelatina.

Su plan de evitar la comida fallo, un poco.

El peli-rosa agradeció con un asentimiento, pero enseguida fue capturado en un abrazo por su madre, eso lo confundió demasiado, pero sin pensarlo demasiado le correspondió.

— Kusuo —. Su madre lo llamó sin ningún apodo, pero no se escuchaba enfadada. — Si te sientes mal dímelo, siento que algo está pasando contigo y me duele no saberlo —. Confeso, ante eso el psíquico quedó quieto, parecía ser que nunca pensó en lo mucho que se notaba.

Enseguida de eso, el adolescente rompió el contacto físico con su madre y le sonrió.

Estoy bien, no tienes que preocuparte —. Trato de tranquilizar a su madre, no quería ser descubierto sin duda alguna.

Enseguida de eso, la mujer, con algo de desconfianza en las palabras de su hijo, sonrió, aunque no parecía estar convencida, había un terrible presentimiento que la lastimaba al pensarlo, ella sabía que si él no hablaba ahora, iba a empeorar después, pero no quería forzarlo a hablar.

El muchacho salió de una vez por todas para encontrarse con su pareja la cual con alegría esbozo una sonrisa al verlo parado en su vista. Aquella sonrisa fue contagiosa para el peli-rosa, este se le acercó y con algo de duda extendió su mano con la intención de decirle discretamente que quería entrelazarla con la suya, su novio lo comprendió de inmediato y sin dudarlo lo acepto.

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2023 ⏰

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