13- Sɪɴ ᴀᴘᴇᴛɪᴛᴏ

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Kusuo abrió lentamente sus ojos.

Encontrándose con los rayos de sol que entraban a su habitación por su ventana.

Por lo que suspiro molesto mientras se levantaba y se estiraba.

Estaba algo cansado pues había dormido tarde y claro que tenia Academia.

Cosa que a él aveces le molestaba demasiado, pero al recordar a sus amigos aquello ya no le era tan molesto.

Aunque agradecía que sus padres estaban igual de melosos que antes.

Así que tenia un peso menos encima.

A pesar de aún querer saber quien había gastado aquella broma.

Ya que eso aún lo molestaba.

El peli-rosa se dirigió a su armario y lo abrió, agarro la camisa de su uniforme y el pantalón.

Claro que en cuanto se quito la camisa evitaba ver su cuerpo.

No le gustaba en lo absoluto su cuerpo.

Así que trataba de no verlo.

Siempre se preguntaba lo mismo.

¿Que era lo que tenia en su contra?

Pues hasta el momento nunca lo sabría.

Y le era realmente molesto.

Él odiaba ser así consigo mismo.

Pero no podía evitar el asco hacia su cuerpo y todo de si mismo.

Y creía ya saber el porque era.

Solamente eran las criticas y criticas de sus compañeros.

Parecía ser que a esos chicos y chicas les molestaba todo lo que él hiciera.

Siempre tenian alguna razón para juzgarlo.

Siempre lo miraban mal.

Y entonces, que me lo digan a la cara, ¿No?

Siempre pensaba el psíquico.

Aunque sabia bien que no podía decir aquello nada más.

Pues si realmente se lo dijeran en la cara él se sentiría peor que antes.

Por lo que prefería que lo pensaran.

Aunque el podía leer mentes y eso no ayudaba en absolutamente nada.

Realmente odiaba lo que sea que tenga que ver con sus poderes.

Pero aveces se les era muy útiles, así que eso era lo único que agradecía.

En cuanto el Saiki menor bajo a desayunar se encontró a sus padres.

Cariñosos y amorosos.

Sin estar peleando por culpa de unos adolescentes aburridos.

Eso era lo que a Kusuo le gustaba, por lo que sonrió ligeramente y luego la desvaneció en segundos.

Se sentó en la silla y apoyo sus codos en la mesa, para luego suspirar algo molesto.

Aveces le encantaría tener pareja, pero a la vez no quería.

Pero de todas formas, las ganas de sentir lo mismo que sus padres le llegaban a ganar.

Por lo que cada que veía una pareja sonreía.

Claro, no cuando esta parecía estar en algún problema.

Problema que él trataba de resolver.

A pesar de no conocerlos, si.

Miro directamente a los cariñosos de sus padres y luego observo los platos de comida.

Fᴜᴄᴋɪɴɢ Iɴsᴇᴄᴜʀɪᴛɪᴇs Where stories live. Discover now