Fᴜᴄᴋɪɴɢ Iɴsᴇᴄᴜʀɪᴛɪᴇs

⌜47• Pᴏʀ ǫᴜᴇ́ ᴅɪᴄᴇs ᴇsᴏ?...⌟

El peli-rosa observaba sonriente aquella conversación.

Miraba lo que le decía el peli-morado, algo que lo hacia sonreír sin poder evitarlo.

Parecía ser que estaba realmente enamorado, tanto que no podía simplemente dejarlo solo.

Adoraba su compañía, amaba estar junto a él y sus ganas de besarlo debes en cuando aumentaban.

Aunque bueno, su miedo a ser rechazado incluso en un beso le dolía.

Suspiro mientras se levantaba y dejaba su celular encima de su escritorio para bajar a la sala.

Donde sus padres se encontraban charlando en el sofá, pero no como siempre, sino de una manera rara.

Como si estuvieran ocultando algo del joven peli-rosa, el cual no lo comprendía.

Pareciera ser que le querían preguntar algo, pero se quedaban callados y no decían absolutamente nada, ni una pequeña pista.

Fue hacia el lavamanos para poder tomar un vaso de agua, la curiosidad lo podría matar si es que no conseguía saber que era lo que pasaba para que estén así de extraños.

No era algo normal en ellos que no se hablen con cariño, y que se notara que hablaban de él, eso lo preocupaba.

Tampoco es que quisiera pensar que sus padres lo estén criticando, pero un nudo en su garganta le decía todo lo contrario.

Solamente pudo observar el vaso con agua, sin poder tomarlo mientras que en cualquier momento sus manos comenzarían a temblar.

Quería ir y preguntarles de que hablaban, pero su miedo le ganaba, solamente no quería saber de que hablaban.

Y... ¿Y si están hablando de mis notas? No son tan buenas y eso es malo...

Fue lo que pensaba el peli-rosa tragando saliva mientras cerraba fuertemente sus ojos por culpa de como se sentía.

Sabia que desde hace unos meses él quería ser como su hermano mayor, tener las mejores notas.

Pero pareciera ser que había algo que evitaba que le fuera tan bien como le fue al rubio y eso lo molestaba.

Él era alguien inteligente, no comprendía porque no podía obtener unas buenas notas como las del mayor.

Y se estaba preocupando demasiado.

No quería ser una decepción para sus padres, quería hacerlos sentir orgullosos.

Pero temía no lograrlo, no sabia que hacer y eso lo asustaba.

Con temor, dirigió su mirada hacia sus progenitores.

Quiso preguntar algo, pero su miedo hacia que se quede totalmente callado.

Solo pudo dirigir su temerosa mirada al suelo mientras juntaba sus piernas.

Sentía suficiente miedo a decepcionarlos.