25- Dɪ́ᴀ ᴅᴇ ᴘʟᴀʏᴀ

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El psíquico se levantaba de su cama mientras suspiro molesto.

Estaba claro, no se quería levantar ni un momento.

Pero sabia que debía hacerlo, sino sus padres vendrían a buscarlo para que se levante.

Por lo que solo se resigno y se levanto de su cama.

Quería ir hacia su celular, pero todos esos pensamientos solo ocasionaban que le duela la cabeza.

Algo de todos los días, ya estaba acostumbrado.

Realmente odio leer mentes...

Piensa el psíquico dejando escapar un suspiro molesto.

Decidió cambiarse para ir a la Academia, claro que evitaba mirar su cuerpo.

Sino acabaría como esa mañana, llorando por culpa del asco que sentía.

Kusuo admitía lo débil que se llegaba a sentir aveces, y lo odiaba con toda su alma.

Para él, es realmente molesto tener de amigo a alguien que llora por unos simples comentarios.

Se odiaba a si mismo y lo sabia muy bien.

Tampoco lo podía evitar.

Sentir que era un falso y que todo de él era horrendo realmente lo odiaba.

Sentía que se derrumbaba su autoestima y que nunca podría ser alguien confiado de si mismo.

El peli-rosa en cuanto termino de cambiarse se miro al espejo.

Viendo las quemaduras de su rostro que aún no estaban del todo curadas.

Trago saliva inconscientemente.

No quería salir.

﹝❀⃟ ⃟⸙̒ ﹞

El psíquico, demasiado nervioso, observo al médium.

El cual lo miraba algo fijo.

—¿Por qué utilizas aquel barbijo? — Pregunta el Toritsuka poniéndose en frente del Saiki menor.

También acerco su rostro al suyo.

Y ahora, el peli-rosa sentía su rostro arder gracias a la cercanía.

Sus narices casi chocaban.

Me... Me gusta usarlo... — Dice el adolescente mientras soltaba una risa nerviosa luego de eso.

Reita solo se pudo tomar de hombros y volver a caminar junto al contrario.

Sabia que no seria fácil hacer que el psíquico le diga lo que le sucedía.

Y tenia una pequeña idea sobre aquello, también esperaba que no fuera así.

Después de todo, se sentiría muy mal si el Saiki menor se sentía de esa manera.

En cuanto llegaron a la Academia fue cuando el psíquico estuvo completamente callado.

No hablaba y solo miraba al suelo.

No estaba llorando como aquel día, solo quería que no lo criticaran, por lo que se quedaba totalmente apático.

Puedes sonreír conmigo...

Piensa el médium, poniendo una mano en su nuca nervioso.

El peli-rosa lo miro algo asombrado, pero solo asintió con su cabeza y relajo su rostro.

Parecía ser una persona relativamente alegre.

Aunque claro, él estaba todo lo contrario a una persona alegre.

Fᴜᴄᴋɪɴɢ Iɴsᴇᴄᴜʀɪᴛɪᴇs Where stories live. Discover now