S E I S

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Los minutos pasaron en aquella habitación y luego de que dejaran de discutir ambos príncipes, el mayor se había retirado de ahí dejando a un omega confundido y molesto a la vez, no quería saber nada del alfa aun que su lobo que ha reaccionado ante las palabras de YoonGi se sienta tranquilo y feliz, como si supiera que esas palabras tenían la mas pura verdad.

El día parecía ir lento luego de aquella charla con YoonGi, el cual había vuelto a su reino, luego de haberse retirado de la alcoba del menor, para hacer trabajos pendientes de su padre que no pudo finalizar antes de llegar al reino del omega y también poder hablar con la omega de su pueblo, la cual ella esperaba con ansias poder ver a su amado.

En cuanto de JiMin solo se quedo en su reino con sus padres a mando y de sus futuros suegros quienes esperaban con paciencia la noticia de su único hijo. Hoy no era la excepción hacia sus clases que tenia casi todos los días, estaba con su tutor, el profesor que obtuvo reconocimientos en Europa, su clase de hoy consentía de lo que un omega debe hacer con su alfa luego de haberse casado ante la luna roja, una fecha muy especial para todos y ahora para los reyes.

-Bien, príncipe JiMin, cuando llegues a ser la pareja oficial del príncipe YoonGi debes estar a su lado cuando te ordene y en todo momento, significa estar en reuniones con los ministros y fiestas hechas para el pueblo o para ustedes ante la sociedad.

-Siempre estar con él en todo momento y en cualquier situación, nunca alejarme de él sin que me de una orden. -Dijo el omega algo cansado, quería, no, deseaba estar descansando en la suavidad de su cama pero no podía. Tenia la mitad de la mañana con su tutor y luego viene el almuerzo.

Luego empezaría los preparativos de la boda con su suegra y su madre.

-Bien, príncipe JiMin, a donde él vaya debes ir si te ordena, si te ordena que debes hacer algo, lo haces sin quejas.

Absurdo, los omegas no solo son una carita bonita y para tener hijos, ellos pueden tener esa libertad de hacer lo que quiera, ese señor esta bien metido en esa mentalidad tan... vieja.

-¿Es como no tener libertad, verdad? -Pregunto el omega a su tutor quien estaba caminando de un lado a otro mientras le decía que hacer luego de su boda y sin pensar, paro en seco en medio de la biblioteca, lugar donde tiene sus clases, y lo miro sin ninguna expresión en su rostro pero sus ojos demostraban molestia.

-Su majestad, la ''libertad'' no la tienes y ningún omega lo tendrá, eres de la realeza, tienes la sangre real en tus venas. No puedes hacer lo que quieras cuando quieras, tu deber es servir a tu alfa en cualquier momento y ser obediente ante él y los de la sociedad.

-Perdón por preguntar, profesor.

El suspiro del omega se escucho y momento después la voz del mayor empezó nuevamente con sus clases con el omega, dejando en claro que los omegas no tienen derechos en absoluto, no había igualdad entre los alfas , omegas y incluso en los betas.

Así fue la mañana de JiMin con su profesor que no paraba de hablar en ningún momento, solo para beber un poco de agua, siendo regañado por el mismo mayor cuando hacia preguntas un poco obvias hacia la vista del tutor y también aprendiendo del tutor con sus enseñanzas, tenia miedo y su aroma lo delataba a todos que lo llegaran a oler, ahora que sabia que debía cumplir las ordenes de su futuro esposo ¿Qué le iba a ordenar el alfa cuando ya esten casados?

Esperaba que la primera orden sea algo que no lo llegue a incomodarlo a el y a su lobo o algo que lo haga odiarlo, ya era suficiente de saber sobre la pareja del mayor, otra situación como esa o peor de seguro terminaría con su vida y se desataría la guerra entre ambos reinos.

Eso no quería el omega para después de su muerte, no quería dejar una historia un tanto peturbador para los futuros gobernantes y habitantes de aquellas tierras.

Mí Príncipe • 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧 [✍︎]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz