U N O

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Hace un tiempo atrás, cuando nuestros protagonistas tenían 6 años uno y el otro tenia 8 años, los reyes de reino del Norte y Sur había hecho una promesa entre ambos que era para unir ambos reinos.

Cuando el príncipe del reino del Sur cumpliría la mayoría de edad, se casaría con el príncipe del reino del Norte.

Ambos reyes hicieron una promesa de sangre y firma, con un sacerdote que dejo bendecido aquella promesa para que sea cumplida pronto en doce años, sin ser interrumpidos por nadie pero...

La promesa quedaría entre ambos ya que si le decían a sus esposas, serian totalmente injusto ya que sus matrimonios fueron lo mismo cuando eran jóvenes, sus matrimonios arreglados pero con suerte fueron sus parejas destinadas.

Los dos niños que ahora jugaban libremente en los campos cubiertos por distintos colores que eran las flores en primavera, JiMin, hijo primerizo del rey del reino del Sur, jugaba con su hyung en medio de los arboles y flores con su lindo tul que hacia como un vestido en su cintura, su hyung no lo juzgaba en ningún sentido ya que era su gusto propio.

Además su cuerpo era casi como de una mujer, piel algo bronceada, sus labios un poco rellenitos y sus mejillas también, las cuales su hyung le encantaban apretar con dulzura obviamente, y su suave aroma advertían que podría ser un omega, uno delicado, uno angelical.

YoonGi era su hyung favorito, príncipe del reino del Sur, el ya estaba presentado como un alfa hace poco y su lobo lo quería a JiMin como su pareja eterna pero su parte humana lo veía mas como un hermano que como pareja.

-Hyung... ¿Dónde esta, hyung?

El de muy baja estatura preguntaba mientras buscaba a su hyung, jugaban a las escondidas y el olfato de JiMin aun no estaba del todo desarrollado como para sentir el aroma de YoonGi.

El alfita soltaba unas risitas detrás de un tronco viejo de un árbol caído, mirando como su JiMinie buscaba debajo de unas diminutas hojas y de unos arbustos, decidió hacer asustar al pequeño, se movió agílmente como cuando el se trasformaba para aprender a defenderse.

-Hyung...

Dio un salto y se tiro encima del menor, haciendo lo asustar y llorar en el momento al pobre de JiMin quien era facíl de hacerle asustar, rapidá mente su hyung se asusto y preocupo por hacer asustar a su Minnie.

-No, Minnie. No llores por favor, no te vuelvo asustar por favor.

La madre del menor lo tomo en brazos y este empezó a tranquilizarse.

-YoonGi. ¿Qué le hiciste?

El alfa se asusto rapida mente al escuchar la voz de su madre regañandolo como cuando el rompia sus flores favoritas.

-Solo queria hacerle una bromita pequeña... Perdoname JiMinnie, no fue mi intencion en hacerte llorar y demás....

El pequeño de aroma dulce y suave lo miro desde los brazos de su mamá. Solto un suspiro pequeño y lo miro atentamente, con una sonrisa en su hermoso rostro.

-Te perdono, hyung...

Desde ese momento casi no se veían seguido como antes y JiMin iba creciendo y preprandoce para lo que venia en su futuro, tenia un tutor quien le ayudaba a ser un buen omega y príncipe, y tambien unos buenos retos cuando quería hacer algo que no era un deber de un príncipe de su edad.

Park JiMin no puedes hablar con la servidumbre, que es eso mal visto ante la sociedad.

Park JiMin no puedes trabajar, eso queda para los trabajadores del reino.

Park JiMin no puedes correr, puedes lastimarte y eso no sería nada lindo.

Park JiMin no puedes hacer lo que tú quieras, debes seguir las reglas.

Mí Príncipe • 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧 [✍︎]Where stories live. Discover now