Lejos de...

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*1 mes, 1 semana y 4 días para la boda*

La reacción de Yoongi ante el sentimiento de que alguien sostuvo su mano fue, comprensivamente, igual a la de Chanyeol. Su grito de terror fue suprimido solamente por la mano de Jimin sobre su boca.

—¿Jimin? —dijo Yoongi casi en susurro, sin poder procesar el chico que apareció repentinamente frente a él.

El mencionado sonrió.

—Tú me salvaste, es sólo justo que devuelva el favor.

El mayor sonrió como no lo había hecho desde que vio a aquel chico en la enorme hoguera. Lo envolvió en sus brazos y escondió su rostro en su cuello mientras lloraba.

—¿Yoongi? —Jimin acarició con cariño el cabello del contrario en un intento de consuelo.

—Perdón.

—No te disculpes. ¿Estás bien?

—Sí, sólo... No sabía a dónde te había enviado. No sabía si estabas bien. Intenté pensar en Poridum, pero nunca antes había hecho ese hechizo.

Jimin comenzó a reír bajito.

—Sí llegué a Poridum, aunque hubiera apreciado no caer justo en medio de un establo repleto de heces de ganado.

Yoongi no tardó en soltar una carcajada antes de abrazar aún más fuerte al rubio.

—Ewwwww —canturreó—. Te bañaste antes de venir, ¿verdad?

—Ugh —rezongó Jimin y empujó con fingida exageración a Yoongi—, han pasado dos semanas, obvio me he bañado. Vaya, no sabía que eras tan exigente, eh. Vengo a salvarte y todavía exiges higiene. Permíteme ir a lavarme los dientes tres veces más y después regreso a rescatarte.

Yoongi rió y dejó que el menor diera unos pasos hacia la puerta antes de sostenerlo de la muñeca y atraerlo hacia él.

—No es necesario, mis ganas de besarte nunca se van.

Jimin tragó duro y se avergonzó cuando sus mejillas se sintieron acaloradas. Tantos amoríos y nunca se había puesto nervioso, pero Yoongi... Tiene algo que hace que sus rodillas se sientan débiles cada vez que le coquetea, que lo toca, que lo toma de la barbilla y se acerca con los ojos cerrados para besarlo como en ese momento. 

Sus labios apenas habían rozado cuando escucharon un bullicio afuera del cuarto que los hizo sobresaltar. Sin advertencia alguna, la puerta se abrió de un golpe, revelando al rey Chung-hee y un grupo de guardias.

—¿Dónde está? —bramó el rey.

—¿Dónde está quién? —preguntó Yoongi con genuina confusión. Su temor inicial se desvaneció cuando comprendió que Jimin sólo era visible para él.

—No te hagas el tonto, Min Yoongi, no tengo tiempo para tus juegos.

Yoongi exhaló una risa burlona.

—Si nunca vas a aceptar ninguna de mis respuestas, no entiendo para qué si quiera te molestas en hablarme. Puede parecerle impensable, majestad, pero estoy diciendo la verdad. No tengo idea de qué se te perdió esta vez.

New Fire (TAEKOOK OMEGAVERSE) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora