After Kiss {Bevie}

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Ben miró con atención a la chica frente a él, estaba nervioso y muy incómodo con la situación,  sinceramente deseaba con todas sus fuerzas terminar con la conversación lo antes posible, y eso que aún no habían empezado hablar.

Mal tenía una mirada que le ponía los pelos de punta a Ben, realmente no le sorprendiá, pues ya la había visto en muchas otras ocasiones, sin embargo, nunca había ido dirigida hacía él.

Mal suspiró y trató de contener las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos, pero quería hablar con Ben, quería recuperarlo, ella sabía que el aún la quería, en su cabeza no entendía que el ya no la amara, era obvio que Evie era solo un pasatiempo en su vida, Mal era el verdadero amor de su vida y se lo recordaría.

Dió un paso con decisión hacía el chico dueño de su amor, sin embargo, sintió como le apuñalaban directo en el corazón cuando el se alejó antes de que ella pudiera tan siquiera tocarlo.

Ben no quería ser borde con Mal, pero tampoco quería darle falsas esperanzas a la chica, él podía ver con claridad esa mirada anhelante que había en sus ojos, el Rey sabía que ella pensaba que aún podía haber algo entre ellos, por lo que Ben quería hacerle saber que eso jamás pasaría, no cuándo su corazón latía por otra persona, una persona que ya no era ella.

-Yo siento -la voz de Mal sonó ahogada- Tú sabes lo que yo siento por ti Ben- sollozo- Y por eso estoy dispuesta a perdonarte

-Yo no quiero que me perdones -suspiró- Mal yo te fallé y tengo que ser sincero contigo, no me arrepiento de lo que hice -confesó- Pero si del dolor que te he causado

Mal llevó sus temblorosas manos a su boca, tratando así de acallar los lastimeros sollozos que de ella salían, algo que claramente no consigó.

-Ben  y-yo entiendo que tú estabas en un momento de debilidad -amargas lágrimas caían por sus mejillas- Sé que no eras realmente consciente de lo que estabas haciendo

Y ya no pude contenerlo más, yo también lloré, y es que joder, era tan malditamente difícil aparentar indiferencia, yo solo no quería lastimarla más y al parecer Mal había entrado en una etapa de negación, no entendía el punto de todo, no entendía que ha no la amaba, o más bien, no lo quería entender.

-Por favor -suplicó- Vuelve conmigo, Ben yo te perdono todo

-¡No! -alce la voz- Mal ya no me digas que me perdonas, te merecer algo mejor, el error fue mío, yo era todo para tí y te fallé, lo hice muy mal, ya no me justifiques

Trate de hacerla entrar en razón, pero ella estaba ciego.

-Yo sé que tú no eres perfecto -lloro- No lo eres y nunca lo serás, pero yo te amo y ese amor es tan grande que basta para los dos, tu ahora solo estás confundido

-Mal, yo no estoy confundido y no tengo absolutamente nada que pensar -dijo con sinceridad- Yo amo a Evie y siento en el alma verte así -suspiró- Pero no puedo mentirte, no cuándo ya no te amo, no sería justo

Ella negó desesperada con la cabeza, agitando su morado cabello en el acto, suspiré con fuerza, joder, me estaba costando la vida esto y al parecer Mal nunca lo entendería.

-¿Por qué con ella? -su voz sonó muy dura- Por dios, ella era mi mejor amiga y no dudó en traicionarme

-No, eso no es cierto, la culpa es mía y solo mía Mal

-No, porque ella se entrometió sin que le importara nada -rebatió- Ni nuestra amistad, ni mis sentimientos, nuestro amor era mágico Ben, yo no quería a nadie más que a tí

Me acerqué a ella y la abracé con todas mis fuerzas, y es que joder Mal fue mi primer amor real, y me dolía el alma haberla lastimado así, pero no me arrepentía.

-Yo te quiero Mal, eres muy importante para mí

-Pero no lo suficiente como para quedarte a mi lado -susurró.

-Lo siento, de verdad que lo hago

-Tus disculpas no me sirven de nada -rebatió- No cuando la única aquí que está sufriendo aquí soy yo

Ben trató de acercarse a la chica, sin embargo, esta no se lo permitió, y por el contrario dió una paso atrás, alejándose del que algunas vez concidero el amor de su vida y que ahora, le pertenecía a otra.

-Yo ya no puedo seguir aquí, lo mejor será que me vaya por un tiempo

-Mal, por favor -trato de mediar Ben.

-No Ben, tengo que hacerlo, no puedo verlos juntos -sollozo- Así que lo mejor será que me aleje, al menos hasta que las heridas sanen

El Rey miró atentamente a la joven, analizando con cautela cada una de sus palabras, la verdad es que no quería que Mal se fuera, la joven era muy importante para el, sin embargo, no podía ser tan egoísta.

-De acuerdo, si es lo que deseas -se acercó más a ella- Pero Mal, quiero que sepas que este siempre será tu hogar

-Lo sé -sonrió suave.

Mal observó detalladamente a su ex prometido, tratando de grabarse cada detalle de su rostro, Mal no sabía cuándo volvería a verlo, o si lo haría, tal vez nunca se sintiera preparada para enfrentarlo y menos a Evie, así que debía aprovechar el tiempo que le quedaba con el Rey.

Ben no perdió detalle de los cerca que se encontraban sus rostros, sin embargo no se movió, no pensaba que Mal fuera hacer algo realmente, solo estaba un poco confusa y muy dolida, así que se permitió relajarse.

Sin embargo, cuando vió que Mal lo tomaba del rostro con suavidad algo en el se activó, una alarma que gritaba peligro, por lo que alejó un poco ambos rostros, manteniendo una distancia prudente.

-No, Mal -negó con suavidad.

-Por favor, es lo último que te pido Ben -suplicó- No se lo diré a nadie, además de que me lo debes

Ben sabía que eso era cierto, sin embargo, no se sentía correcto, no ahora que estaba pensando algo con Evie, lo menos que quería era arruinarlo, pero al ver la mirada suplicante de Mal tampoco pudo negarse, no cuándo él era el responsable de esas lágrimas que bañaban su delicado rostro.

Por lo que con un suspiro, asintió, era lo menos que podía hacer.

Y Mal lo besó, lo besó por última vez.

Mientras que para Mal fue un beso hermoso y suave, como el primero que ambos habían compartido hacía tantos años y del que nunca pudo olvidarse, para Ben fue la despedida definitiva, pues con ese beso reafirmó lo que ya sabía.

No sentía absolutamente nada por Mal, su corazón ya tenía dueña, y esa era Evie.

La despedida fue amarga para ella y muy dulce para él.

Pero así es la vida, mientras que unos ganan, a otros lamentablemente les toca perder.

Y Mal...

Mal perdió a su mejor amiga y su prometido el mismo día y a la misma vez.