𝗯𝘂𝘁𝘁𝗲𝗿𝗳𝗹𝘆 ; lo'ak, neteyam.

xi. regaños.

act two. chapter eleven
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❪ regaños ❫

    NUEVO DÍA, Y ESO INCLUÍA NUEVAS TAREAS PARA LAHELA que por cierto sentía que iba a desmayarse en cualquier momento, estaba agotada. Pero estaba preocupada, les habían informado que hubo una explosión y hubo bastantes heridos gravemente, temió por la vida de Lo'ak y Neteyam. Solo esperaba que sus chicos no estuvieran tan graves y si por suerte, que no lo estuvieran ni un poco. Pero quien sabe como estarían, sabiendo que Lo'ak había ido y él era un terco, por otro lado Neteyam, que seguía a Lo'ak para que no cometiera las estupideces solo. Se encaminó hacía donde estaba Tuk, siguiéndola, ya que estaba corriendo por el lugar gritando y jugando.

— ¡Tuk, ven aquí!

— ¡Ataquen, ataquen! —Tuk pasó por debajo de dos nativos con Lahela refunfuñando detrás de ella— Te tengo.

Lahela vio de reojo a Spider y a Kiri en una carpa, esta le ayudaba a ponerse pintura azul por todo el cuerpo. La pecosa no consideraba necesario pintarse el cuerpo, pero lo que siempre anheló fue usar ropa como los demás nativos, así que le comentó a Neytiri si podría hacerle unos para ella, la mayor accedió contenta, Lahela era como una integrante más de la familia. Aunque al principio se sentía algo incómodo, pudo acostumbrarse, y en secreto Neytiri le contó que Jake se sacaba el taparrabos del trasero muy seguido cuando apenas era un aprendiz.

Escuchó que se acercaban los llamados de los guerreros y de Jake, que la hicieron voltear hacia atrás, pero pronto regresó su mirada para ver cómo Tuk volvía a correr emocionada.

— ¡Aquí vienen!

Lahela la siguió y se dió cuenta que se dirigía donde estaban Spider y Kiri. Movió su cola de un lado a otro y trotó para llegar a ellos.

— Los guerreros regresaron, vamos —Lahela les indicó y sus amigos se pararon apresurados.

— ¡Rápido, rápido! —la pequeña Tuk fue la primera en salir corriendo.

En cuánto divisó a su madre bajar de su Ikran salió disparada para abrazarla por la cintura.

— ¡Mamá!

— Tuk, Tuk, Tuk —le acarició el pelo.

Lahela se apresuró para alcanzar a la familia, y en cuanto llegó, pudo notar el enojó que irradiaba la figura de Jake mirando a sus hijos. Fue ahí donde se preguntó...

¿Ahora qué hicieron?

— ¡Vengan! —Jake se paró frente a sus hijos mirándolos intimidándolos.

Lahela corrió hacia Lo'ak y lo inspeccionó con la mirada, no estaba tan herido, solo algunos rasguños y mayugaduras.

— ¿Estás bien? —sus orejas estaban pegadas a su cabeza mirándolo con sus grandes ojos brillantes, Lo'ak asintió apenado restándole importancia.

— Se supone que son vigías, si ven al enemigo, nos avisan. ¡Desde lejos! —regañó Jake, apuntando a sus hijos varones.

Lahela encogió sus orejas y miró las expresiones de los chicos, estaban igual.