Capítulo 15: Quedaron atrapadas las trampas

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[Kateline Rivas]

La chica avanzó hasta una mesa metálica, aproveché para fijarme un poco más en ellas, su cabello castaño llegaba hasta sus hombros, al girarse formó una sonrisa fingida con sus pequeños labios pintados de rojo, sus ojos eran marrones y sus pálidas mejillas estaban adornadas por algunas pecas.

¿Realmente estos eran hermanos?

Lo único que tenían en común era el apellido.

Bilal tiene el cabello negro con betas blancas, los ojos negros y pequeños, sus labios abultados y su piel demasiado pálida, viste con trajes y desprende seriedad y liderazgo.

Nate tiene el cabello rubio, ojos pequeños y rasgados con heterocromía, el ojo izquierdo era negro, mientras el derecho poseía un hermoso, atrapante y escalofriante color violeta que te hacía preguntarte si aquello era real, su piel era perfecta y pálida, sus labios finos, de baja estatura y viste de negro dándole aires de friki deprimido.

Y Mónica... bueno ya saben.

-He, сука ¿Qué tanto nos miras? -La castaña agitó el revolver frente a mi rostro sacándome de mis pensamientos.

-No le voy mucho al ruso, pero estoy consciente que сука significa perra, o puta -comentó Tracy riéndose de mí.

Volví mi vista a la rusa y sonreí mientras pestañeaba de forma seguida fingiendo inocencia.

-Solo me preguntaba a cuál de los tres debería tener en mi cama primero.

-Él no está disponible -gruñó Nate mientras se colocaba frente a Bilal con los brazos abiertos, el contrario solo sonrió de lado al ver aquel acto.

Por mi parte alcé mis cejas, sorprendida.

-¿Protegiendo lo de tu cuñada?

-Protegiendo lo mío -aclaro con tono amenazador, Bilal relamió sus labios y pasó su mano por su cabello para luego abrazar la cintura del rubio haciendo que este se relajara.

-La fiesta ya debe comenzar, esta preciosura que sostienen mis manos es el revolver Smith & Wesson Modelo 500, tiene capacidad para 5 balas, pero solo pondré una.

Depósito una bala dentro de dicho revolver y giró el tambor de este para luego de una palmada ajustarlo en su lugar, listo para los disparos.

-Yo iré disparando hasta ver donde está la bala, y en el momento que esta llegue, ¡pum! Una de ustedes muere, sencillo. -Estalló en risas-. ¿Algo que se quieran decir? Cosas así como últimas palabras y esas chorradas.

-En navidad me vestí como una especie de Santa Claus sensual mostrando la cola y me quisieron acusar por corromper la inocencia de los menores. ¡¿Por qué Santa Claus debe ser un viejo panzón, pedófilo escalofriante y no una hermosa mafiosa rubia?!

-Tú realmente estás mal de la cabeza. ¡En navidad yo voy a regalarle comida y juguetes a los niños necesitados! ¿Cómo se te ocurre salir a mostrar tu culo? -reclamó la princesita.

El revolver quedó frente a mi rostro y Mónica apretó el gatillo haciendo que mía ojos se abrieran en demasía, por suerte, ninguna bala salió de este, devolviéndome el aire.

-Hace muchos años en serio quería comprarme el último videojuego que habían lanzado, pero ni Dashi ni papá querían darme dinero, así que robé unas joyas de Evelyn para poder comprármelo -confesó la menor arrepentida.

-Evelyn lo supo y se desquitó haciendo que tu hermano no volviera a casa por 3 días por andar follando con ella, recuerdo que te enojaste mucho con él.

-¡Maldita sea! Me mintió diciendo que estaba fuera por trabajo cuando en verdad estaba entre las piernas del diablo.

Otra vez la rusa disparó contra mí haciéndome pestañear y mirarla mal.

HollanWhere stories live. Discover now