Capítulo 5: Cabeza arriba, se fuerte

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{Actualidad}

El rubio entró al lugar vestido completamente de negro, pantalón, pulóver, zapatillas y un overcoat. Su cabello rubio peinado hacia atrás, sus ojos azules resaltando y sus labios carnosos formando una sonrisa coqueta.

Iba del brazo con la morena la cual vestía un conjunto azul de mini falda ajustada a su cuerpo y una blusa corta que dejaba sus hombros y clavículas al descubierto, con unos tacones blancos que le daban un toque elegante.

Al entrar se dirigieron a la pista de baile siguiendo el ritmo lento de esta, Nick abrazó su cintura mientras Crys pasaba sus brazos alrededor del cuello del rubio, ambos mirándose a los ojos.

La morena no pudo evitar que su corazón latiera con fuerza, tantos años enamorada de su mejor amigo sin atreverse a dar el paso de confesarse.

Por otra parte Evelyn y Kate entraron juntas por la puerta trasera del local ganándose varias miradas, ambas caminaban a la par con una elegancia digna de película y sus movimientos haciéndolas lucir tan sexis como modelos en pasarela.

Evelyn vestía un jogger color beiger con zapatillas de igual color, un tope marrón oscuro que resaltaba sus pechos, varios colgantes adornando la suave piel de su cuello y el cabello rosa corto muy bien peinado.

Mientras que Kateline usaba zapatillas blancas, jeans anchos y un jersey beige. Su cabello recogido y enrollado en un moño.

Ambas entraron al salón donde estaban los jefes jugando al póker y se sentaron frente a los Alden.

–Hoy amanecí con la suerte de mi lado ¿Te arriesgas?—sonrió de lado viendo el disgusto en la cara del mayor.

–Prepárate para perder, Evelyn—amenazó entre dientes.

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Nick recibió un mensaje así que sacó su teléfono y lo revisó.

Gata:

Ahora.

Miró la hora viendo que eran las 11:52, le hizo una señal a la morena y juntos se perdieron en dirección a las escaleras que iban hacia los baños, pero al subir no giraron hacia los baños, doblaron hacia la izquierda adentrándose en el pasillo oscuro.

A lo lejos se veía al único guardia que debía estar vigilando la especie de cuarto de mantenimiento que había en ese lugar.

Un disparo sería ruidoso y alertaría a todos en el local.

Golpearlo o dejarlo inconsciente sería aburrido.

Y Nick era sinónimo de creativo.

Al estar bastante cerca, puso a la morena contra la pared y comenzó a besarla metiéndole la lengua y apretándole el trasero con ganas haciendo a la chica gemir contra su boca.

El guardia, de cabello negro, se volteó ladeando su cabeza ante tal escena. Nick subió la falda de la morena dejando su trasero expuesto, unas bragas de encaje negro adornaban su gran trasero, sus curvas tenían al pelinegro relamiendo sus labios.

Nick metió su mano dentro de la ropa interior de la chica y comenzó a acariciar su clítoris sacándole grandes gemidos, las piernas de la morena temblaban mientras el rubio la tocaba y besaba su cuello.

El rubio miró al guardia notando su erección y sonrió de lado. Le extendió la mano y haló al pelinegro hacia ellos.

Crystal quedó en el medio, frente a ella, el pelinegro rozaba su erección contra la intimidad de la morena mientras el rubio rozaba la suya contra el trasero de la chica.

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