Capítulo 7: Do or die

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La mañana llegó y con ella las risas del pelinegro al encontrarse a un rubio dormido encima de él con los labios entreabiertos y todo el cabello despeinado.

–Oye rubio, me estás aplastando—pero Nick que estaba completamente dormido solo se removió encima de él y siguió dormido.

El pelinegro le dio una nalgada haciendo que del tiro el rubio se levantara asustado.

–¿Qué? ¿Qué pasa?—el pelinegro seguía riendo al ver la cara de susto del rubio.

–Creo que deberíamos alistarnos para la reunión esa con tu gente.

–Oh mierda si hay que prepararnos.

Ambos se alistaron. El pelinegro vestía un jersey azul, unos jeans grises ajustados y unos tenis negros que le prestó el rubio.

El rubio vestía un pantalón y una camisa azul claro, tenías blancos y dejó que su cabello rubio cayera frente a sus ojos.

Ambos salieron de la habitación entre risas y notaron a la morena en la cocina preparando el desayuno.

Vestía un pantalón ancho de mezclilla con roturas en las rodillas, un abrigo enorme rojo que le había regalado Nickolas y unas zapatillas negras. Su cabello negro caía suelto por sus hombros.

Ella les miró y sonrió apenada.

–Siéntense a desayunar esto ya está—. Ambos chicos asintieron e hicieron lo ordenado.

Crystal sirvió la mesa y también se sentó a desayunar.

–Por cierto yo... quería disculparme contigo. Ayer actué impulsiva lo siento. Pase lo que pase hoy, eres bienvenido aquí—sonrió amable y siguió comiendo.

Crystal amó el brillo en los ojos de Nick al oírla decir esas palabras.

Luego de un buen desayuno los tres chicos se montaron en su auto y fueron directo a la guarida Hollan.

Al llegar se encontraron con la rubia parada cerca de una ventana revisando carpetas, vestía un short negro corto ajustado, un corset blanco y una camisa gris que llegaba hasta sus muslos, el cabello rubio cayendo por su espalda, bien peinado.

En la gran mesa estaba Evelyn con unos cuantos guardias hablando sobre planes de seguridad y doblar las vigilancias.

Se levantó y le indicó a los hombres que podían irse. Ella vestía una mini falda negra, una camisa de traje blanca metida por dentro. Un abrigo ancho y largo blanco y negro y unas zapatillas negras. Una corbata negra acompañaba la camisa blanca de traje y su cabello rosa estaba algo despeinado.

Ella sonrió en grande y abrazó de forma exagerada al pelinegro.

–Venga sentémonos todos—los cinco se sentaron y Evelyn les sirvió un vaso de whisky a cada uno—Comiencen a hablar. ¿De qué se conocen? Y todo ese lío, porque Nick nunca me ha pedido que deje vivo a alguien de nuestros enemigos así que imaginate lo sorprendida que estoy.

–Nos conocimos ayer en la fiesta—comenzó a hablar el pelinegro—Yo estaba tranquilamente haciendo mi turno de vigilancias cuando vi a un chico y una chica casi comiéndose en el pasillo.

–¡Era por la misión!—Aclaró Crystal sonrojada y Evelyn sonrió de lado.

–En fin, me invitaron a unirme y follamos de lo más rico, la morena tiene un cuerpo que deja loco a cualquiera y el rubio tiene un culo super sabroso—Nick se tapó la boca y le miró sorprendido mientras Evelyn estallaba en risas.

–¡Por eso caminabas extraño!

–Creo que le di muy duro—rio el pelinegro.

–¿Y tú por qué das tantos detalles?—Nick le miró frunciendo su ceño

HollanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora