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Por la noche ya es el partido y el señor Weasley nos lleva a la zona más alta tras garantizarnos que vale la pena ese lugar, mientras nos encontramos a Draco y a su padre que el más joven alardea de su posición social pero su padre lo corrige, menos mal, pero cuando nos vamos a ir detiene a Harry un momento y después a mí.

-¿Ocurre algo señor Malfoy?- le miro con indiferencia

-He sido conocedor de su azaña con aquel licántropo, es sorprendente el hecho de que una joven a tan corta edad sea capaz de enfrentarse a algo tan feroz y peligroso como lo es un licántropo, ¿cómo lo ha hecho?- esa pregunta ha hecho que comience a gruñir levemente

-No ha sido gran cosa, sólo he seguido mi instinto y lo más sensato para ayudar a los que me importan gracias a los conocimientos que la escuela me ha brindado durante todo el curso y el cómo defenderme y saber actuar ante tal criatura, no es más que eso señor Malfoy, con conocimientos necesarios- le respondo con mucha seriedad y me ve con sorpresa

-Vaya, veo que está bien informada señorita O’Connor, seguro que hubiese sido una gran Slytherin- 

-Pero para mi suerte estoy en la casa en la que estoy, además, los conocimientos y la valentía no determinan de qué lado pertenezca cada persona, ahora si me disculpa señor, debo seguir mi camino para no perderme, así que, que disfruten del partido- sin dejarle decir más sigo el aroma de Hermione y llego con ellos y me pregunta con la mirada si va todo bien a lo que yo asiento con la cabeza para calmarla

El partido ha sido una maravilla, han ganado los Irlandeses y no paramos de burlarnos de Ron por su derrota tanto en el camino de vuelta a la tienda como estando dentro hasta que escucho mucho ruido sospechoso que proviene de fuera y gritos, salgo un momento para ver y me sorprendo al ver lo que veo, son hombres enmascarados quemando tiendas y atacando a unas personas muggles que habían cerca al igual que a mestizos.

-Debemos salir ya- aviso al igual que el señor Weasley, yo de inmediato saco un poco de mi lado de loba y cargo a Hermione para ir más rápido aprovechando la confusión de los magos y brujas que hay pero no veo a Harry mientras tratamos de escondernos entre los árboles mientras los gemelos se encargan de su hermana menor, pasa el tiempo y mi preocupación aumenta cada vez más- quédate aquí, voy a buscarlo-

-No lo hagas Raven, el señor Weasley dijo que no nos separemos- intenta convencerme

-Por eso mismo- dejo salir las orejas y la cola para poder centrarme en su aroma que ya me sé de memoria, camino olfateando entre todos los escombros, menos mal que mis cosas las guardé con mucha rapidez en mi bolso, veo a un hombre en medio de todo con una varita en mano que apunta con ella al cielo

-Mors Modre- pronuncia el hechizo antes de salir corriendo, me acerco a donde proviene el olor de mi amigo y lo encuentro en el suelo y sin gafas, se las alcanzo

-¿Estás bien?- pregunto preocupada mientras oculto mis partes de loba, llegan nuestros dos amigos y después aparecen unos hombres que nos atacan con sus varitas a la vez pero hago que nos agachemos todos y poder esquivarlos, llega el señor Weasley al reconocernos y defiende que no hemos hecho nada y que somos inocentes,  Harry y a mí nos toman declaración ya que hemos sido los únicos en ver al hombre que conjuró la marca del Señor Tenebroso en el cielo, esto es un claro indicio de que va a volver este año

Regresamos a la Madriguera antes de lo estimado y ya nos quedamos ahí a que pasen los días para empezar las clases. Llegado el día vamos a la estación y subimos nuestras cosas, nos sentamos todos juntos en uno de los espacios libres mientras observo por la ventana cómo caen las gotas de la lluvia contra el cristal. Pasa el trayecto realmente tranquilo aunque tengo el presentimiento de que este año va a ser difícil para todos y algo muy malo se avecina y tendré que estar más al pendiente de Harry, antes de llegar nos cambiamos y nos subimos a los carruajes cubiertos al llegar puesto que sigue lloviendo bastante fuerte, llegamos y entramos rápido en el castillo para no mojarnos y entramos en el gran comedor, al parecer Dumbledore tiene algo muy importante que anunciar y me he percatado que hay más espacio en algunas mesas del gran salón en el que estamos, justo cerca de donde está el podio donde el director da las noticias hay como un gran monumento cubierto con algo extraño. Al parecer este año se hará el campeonato de los tres magos con las escuelas de magia Beauxbatons y Durmstrang en el que sólo pueden participar los mayores de 16 años, cuando ya todo se ha calmado y yo haberme burlado de la cara de bobos que se les quedaba a los chicos cuando entraron las chicas de la escuela femenina, el cielo del comedor comenzó a ponerse como si fuera una tormenta y cuando va a caer un rayo aparece un hombre al parecer cojo, de aspecto desaliñado, rubio, de un ojo azul mientras que el otro tiene como si fuera un parche con otro ojo también azul pero mucho más brillante que el otro y que no para de dar vueltas sin control, se apoya en una vara para poder caminar y es algo bajo de estatura, en cuanto pasa por mi lado no sé porqué pero de mí comienzan a salir gruñidos que trato de controlar, al parecer es el ex-auror Alastor Moody o “Ojoloco Moody” como se le conoce, y va a ser nuestro profesor de Defensa, algo en él me resulta demasiado extraño y raro, más raro de lo que se ve. Cenamos con tranquilidad y cada cual se va a su sala común y las otras academias se van a su medio de transporte que no aparentar ser lo que son en realidad. Llego a mi cama y me siento en esta tras acomodar mis cosas y dejar libre a mis mascotas, cojo el cuaderno para poder hablar con mi hermano.

-Severus, ¿estás ocupado?-

-¿Qué ocurre?-

-Es sobre el nuevo profesor, hay algo en él que no me cuadra- espero que pueda entenderme

-¿A qué te refieres?-

-Cuando pasó a mi lado no pude evitar comenzar a gruñir y traté de dejar de hacerlo pero no pude hasta que se alejó, es como si mi lobo interior me dijese que algo no va bien con él, como si no fuese lo que se supone que es, puede que pienses que estoy loca pero eso es lo que me dice mi instinto- le comunico mi pensamiento con la esperanza de ser comprendida

-Puede que tengas razón, aunque no lo conozco mucho lo he visto actuar extraño, pero si Dumbledore dice que hay que confiar en él habrá que hacerlo, pero gracias por decirme tu presentimiento, si te vuelve a pasar algo así o si sientes algo estando cerca de él necesito que me lo hagas saber- al leer esto me siento más aliviada a decir verdad

-Está bien, te lo diré de inmediato, y perdona que te haya molestado- me disculpo por si acaso que estuviera ocupado

-No te preocupes, ahora descansa, mañana tienes que madrugar- cierro el cuaderno sintiéndome un poco más tranquila, me preparo para dormir una vez he preparado todo para mañana las clases

Al día siguiente me levanto temprano, me preparo para el resto del día y también aprovecho para repasar y mirar por encima lo que me toca el día de hoy en clases para así saber más o menos lo que es y por si se les ocurre hacerme alguna pregunta sobre el temario a pesar de no haber empezado. Bajo a desayunar y varios de la escuela húngara se me quedan mirando y resulta un tanto incómodo pero como están en la mesa de las serpientes yo les doy la espalda para no ser observada como ya me había pasado en mi segundo año aquí. Termino de comer con tranquilidad y voy a mi primera clase, precisamente es Defensa, espero poder controlarme, me aseguro que en mi maleta tengo tanto mi túnica como mi gorro negro por si acaso que me salga algo inconcientemente aunque los colmillos se han quedado algo grandes de lo que eran antes al igual que afilados, supongo que son permanentes ahora, me siento en primera fila y espero a que lleguen los demás mientras yo comienzo con mis estudios, veo a Hermione llegar y sentarse a mi lado y a los chicos tras de mí, la clase se va llenando hasta que ya están todos y aparece el profesor, menos mal que esta vez no he gruñido y he cerrado un poco la bocota de mi lobo interior. El profesor Moody es realmente extraño y lo que más me alarma es que quiere enseñarles las maldiciones imperdonables.

-¿Quién sabe sobre las maldiciones imperdonables?- pregunta de forma general y nadie contesta- O’Connor- prácticamente ordena a que responda

-Son conjuros muy peligrosos y prohibidos, el hecho de conjurar uno de ellos tiene por ley el ingreso….- 

-El ingreso en Azkaban, correcto, ¿cuántas maldiciones existen?-

-Tres señor- contesta mi amiga

-Veamos, ¿quién me dice cuales son?- siento su mirada encima y resulta realmente incómodo para poder seguir estudiando, todos se quedan callados intimidados por este hombre- señor Weasley- el pelirrojo asustado se pone en pie- ¿conoce alguna?-

Hermana de ¿Severus Snape?Where stories live. Discover now