Hermana de ¿Severus Snape?

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-Toca cazar, es importante para nosotros el alimentarnos, siempre está ese hambre que necesita ser saciada o algo malo ocurrirá, por eso Hagrid con los años ha dejado varias crías de conejo y liebres que campen a sus anchas y se reproduzcan para la alimentación de las criaturas que habitan aquí, supongo que debes estar hambrienta a pesar de haber cenado por lo que quiero ver cómo se te da cazar-

-Me dan pena los animalitos, pero es ellos o yo, a ver cómo se me da esto- agudizo mi oído en busca de ligeras pisadas y pequeñas hasta que las identifico, me muevo con sigilo hacia su dirección y procurando no hacer mucho ruido para no asustarlo, capto su rostro y me acerco con mucho sigilo antes de ver que es el momento oportuno y me abalanzo sobre el animal y lo atrapo entre mis fauces sin dejarle escapatoria alguna, en cuanto mis papilas tocan la sangre una sed y hambre se apoderan de mí y devoro sin pudor ni vergüenza alguna al animal hasta no dejar más que los restos, una vez saciada trato de limpiarme todo lo posible y veo a mi lado a Remus con el otro animalito siendo devorado, a decir verdad ya no me da tanto asco el ver la sangre

-Será mejor regresar, falta poco para la puesta de la luna y volverá a dolerte a decir verdad-

-Está bien, además ya estoy un poco cansada- asiente y regresamos donde está mi hermano que está completamente bien y con unas mantas bajo un brazo, una la deja en el suelo y la otra en cuanto me acerco la posa sobre mí, yo poso mi cabeza bajo su mano en señal de agradecimiento, siento mi cuerpo comenzar a cambiar otra vez y me quejo de dolor ya que mis huesos están recolocándose en su sitio y yo acabo tirada en el suelo temblando un poco hasta que dejo de cambiar, veo a Severus acercarse y con cuidado de no descubrir ninguna parte de mi cuerpo me cubre con la bata

-Lo has hecho bien pequeña, ahora descansa- nada más decir esto caigo dormida en sus brazos, cuando vuelvo a despertar es por un aroma que ha despertado mis tripas, abro los ojos y estoy en el cuarto de mi hermano, precisamente en su cama, aún sigo con la bata y a un lado la ropa de anoche doblada, me visto y saco del bolso la ropa interior y aunque me duele un poco el cuerpo salgo del cuarto y lo encuentro sentado en la mesa del despacho y sobre la mesa con platos de comida- veo que el hambre te ha hecho despertar por fin- comenta al verme, deja un frasco sobre la mesa y la reconozco de inmediato- para el dolor del cuerpo- lo tomo y lo bebo de inmediato para sentirme mejor- ¿cómo estás?-

-Un poco cansada, pero ya me siento mejor y con hambre- cuando me siento siento un tirón de algo en mi cintura que hasta ahora no me había dado cuenta, me giro para ver y me sorprendo al ver que tengo una cola en mi cintura- ¿qué demonios?-

-Sí, al parecer algunas partes de tu loba se han quedado en tu cuerpo, es normal en las primeras noches y de vez en cuando alguna parte de tu cuerpo puede llegar a cambiar según tu emoción a pesar de estar fuera del proceso de la luna llena, así que tendrías que estar preparada y pendiente de todo, por ahora sólo tienes ahora la cola, las orejas y los colmillos, pero nada más- paso mis manos por mi cabeza y me doy cuenta de ello al igual que la lengua por los dientes y me percato que están más afilados de lo normal- tal vez comiendo algo se te quite eso- sugiere y creo que puede funcionar, prácticamente devoro toda la comida hasta no dejar absolutamente nada- lo que me figuraba, ya han desaparecido- inspecciono y es verdad

-¿Cuánto tiempo llevo durmiendo?-

-Pues desde antes del amanecer hasta ahora que es la hora del almuerzo, has estado toda la mañana durmiendo- le miro con gran asombro

-Por las barbas de Merlín, no puede ser eso posible, tengo que ir a mi cuarto a por mis cosas y ponerme al día con lo que han hecho hoy y darme una ducha- paso mi mano por mi cabello

-Primero mantén la calma, y segundo puedes hacerlo y te permitiré el decírselo a una sola persona que siempre esté contigo para que te avise si te ve algún cambio, tu padrino y yo lo hemos hablado y creemos que es lo mejor para ti- pienso en esto último hasta que ya sé a quién decírselo