Hermana de ¿Severus Snape?

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-No es nada, me duele el hombro al haber evitado que Harry se chocara contra la pared cuando cogió la recordadora de Neville cuando Draco lanzó junto con mi colgante que una de sus amigas me quitó- le explico, toma mi muñeca y trata de estirar mi brazo al completo pero me quejo 

-Será mejor que te vea madame Pomfrey, vamos querida- me toma con cautela el otro brazo y me lleva a la enfermería donde la mujer nombrada me ayuda a quitarme la túnica y parte de mi ropa para dejar al descubierto mi hombro y parece sobresalir un hueso

-Se ha dislocado el hombro, habrá que recolocarlo y guardar reposo- saca su varita y me ve un poco apenada- me temo que esto le va a doler-

-Está bien- tomo aire a la espera de que mueva el hueso, agita la varita y se escucha cómo se recoloca el hueso y no puedo evitar quejarme del dolor- por favor, dígame que ya está-

-Sí tranquila- se acerca y me ayuda a ponerme mejor la ropa- deberá guardar reposo tal vez por una semana dependiendo de cómo evolucione en la semana- coge un pañuelo y me lo ata al cuello de tal manera de que quede el brazo inmovilizado- deberá tener el brazo con el cabestrillo hasta entonces- asiento con la cabeza

-Está bien, gracias- me pongo en pie y cojo con el otro brazo mi maleta y salgo con mi directora de casa

-Le diré a tu profesor que te ausentaste por una lesión- vuelvo a asentir y justo me toca pociones, llama dos veces a la puerta antes de abrirla- perdone profesor Snape, la señorita O’Connor se ha retrasado por una lesión- le explica dejándome pasar

-Está bien, que se siente con Weasley- obedezco sin decir nada y dejo mis cosas a mi lado, Ron me explica lo que estaban haciendo y es una poción en parejas y tras leer las instrucciones en la pizarra y ver lo poco que ha hecho y mal hecho le explico lo que debe hacer y trato de ayudarle un poco, aunque no pueda mover el brazo con la mano que escribo no significa que no pueda hacer nada, al final hemos podido terminar antes que los demás, así que alzo la mano izquierda y el profesor viene- ¿algún problema?-

-No, señor, es sólo que ya hemos terminado- le explico intentando mantener mis nervios a raya, arquea una ceja un tanto sorprendido y prueba la efectividad de la poción

-Está correcta, ya pueden retirarse- asentimos, recogemos y le insisto en limpiar la zona de trabajo y salimos de la clase

-Gracias a tu ayuda hemos podido aprobar esta poción- dice aliviado- por cierto, ¿qué te dijo la profesora McGonagall?-

-A Harry y a mí nos ha dicho que podemos ser los nuevos buscadores y yo tal vez golpeadora en el equipo de Quidditch- me mira con asombro

-Qué pasada, ¿y qué te pasó en el brazo?- mira el cabestrillo

-Se me salió el hombro cuando Harry chocó conmigo y yo con el edificio, me lo colocaron y debo tener el brazo así por una semana más o menos- le explico y me encojo de hombros justo cuando veo salir a Harry y Hermione que se acercan a nosotros

-Gracias por evitar que chocara contra el muro Raven- le resto importancia- por cierto, se te cayó esto- saca de su bolsillo mi colgante que es como un guardapelo pero en verdad es un reloj de bolsillo, pero prefiero tenerlo como colgante

-Gracias, de verdad, ¿alguno me lo puede poner?- Hermione lo toma y me lo engancha- gracias-

-Oye, ¿por qué te pones sola siempre?- pregunta Harry mientras caminamos

-No sé, siempre he estado así, no se me da bien hacer amigos- me encojo de hombros

-Pues puedes ponerte con nosotros, así no te quedas sola y no te vuelven a molestar más- me sorprende la propuesta de Ron

-Está bien, gracias- sonrío tímidamente, miro la hora en mi reloj- será mejor ir a Encantamientos, ya queda poco- asienten y vamos a dicha clase y consigo mover la muñeca por lo que puedo hacer hechizos, la verdad es que no me resulta muy difícil y lo consigo a la primera ganando puntos para mi casa

Cuando termina la jornada de clases voy a la lechucería y mando la carta a mi madre, después voy donde Harry y Wood para observar en qué consigue el Quidditch, la semana que viene me evaluará a mí ya que estaré recuperada. Pasa el tiempo y las cosas van mejorando de cierta manera, me estoy juntando más con Harry y Ron y Hermione se está esforzando pero a veces no se dan cuenta de ella, gracias a que estoy con ellos ya no me molestan y en lo referente al Quidditch ahora soy suplente de Harry y también soy una golpeadora gracias a mi vista y reflejos. Mi madre no me ha respondido aún la carta y la verdad es que no me sorprende, no sé si pasaré las vacaciones de Navidad aquí o con ella, pero tengo el presentimiento de que algo malo va a pasar, hoy es el día de Halloween y estoy con Harry y Ron en el gran comedor preocupada por Hermione ya que se fue llorando tras ellos ofenderle tras la clase de Encantamientos. De repente entra el profesor Quirrell avisando a gritos de que hay un troll en las mazmorras antes de desmayarse, todos escandalizados intentan huir pero Dumbledore se encarga de que no cunda el pánico y nos ordena ir a nuestros cuartos.

-Chicos, Hermione no lo sabe, hay que avisarle- les recuerdo y cuando estamos por llegar al baño de las chicas vemos al troll entrar y tratamos de ayudarle a escapar, toma del pie a Harry mientras que intenta golpearle con su mazo, Ron intenta poner en práctica el hechizo de hoy bajo las indicaciones de Hermione pero no lo consigue- aparta, Wingardium Leviosa- hago el conjuro y consigo hacer que el mazo le caiga en la cabeza y cae inconsciente, menos mal que he conseguido que Harry no se haga daño cuando le suelta, me acerco a ella y le miro preocupada- ¿estás bien?- va a contestar pero aparecen el director, McGonagall, Snape y Quirrell que nos miran con sorpresa, Hermione acaba diciendo que es de ella la culpa y a nosotros se nos compensan con 5 puntos a cada uno por la suerte que hemos tenido, cuando nos vamos a ir me detienen

-Señorita O’Connor, necesito que se quede- asiento confundida y les sigo dejando atrás al profesor que se desmayó tras dar el aviso, les sigo al despacho del director

-¿Qué ocurre, profesor Dumbledore?- le miro confundida y me entrega una carta, la tomo para leerla y me comunica que mi madre está enferma y solicita mi regreso a casa para cuidarla

-He hablado con los profesores y realizará las tareas desde casa y las entregará a su vuelta, le mandaremos lo que debe de hacer por lechuza, así que recoja sus cosas esenciales y vuelva, irá por la red flú- asiento y me voy corriendo a mi cuarto y hago lo dicho antes de regresar y entrar en la chimenea tras decir la dirección, aparezco en la chimenea del salón de mi casa y dejo mis cosas a un lado y voy al cuarto de mi madre para encontrarla acostada en la cama en un estado bastante mal

-He venido en cuanto ha llegado la carta, madre- comunico acercándome con cautela puesto que a veces suele golpearme de buenas a primeras

-No me importa, has tardado demasiado, haz algo útil y haz algo comestible- dice de forma despectiva como muchas veces

-Sí madre- me cambio de ropa rápido y preparo algo rápido y se lo doy de comer, al menos no me ha dicho nada sobre ello, le doy los medicamentos y en cuanto se queda dormida yo cojo mis cosas de clases y hago mis tareas a un lado de la cama de mi madre, cuando termino me acerco a ver los informes de mi madre y esto es serio, será mejor esperar a que venga la lechuza con mis tareas y con la misma le mando a Dumbledore lo que dicen los informes

Van pasando los días y cada vez mi madre va a peor, no sólo con su trato hacia mí, sino con su estado de salud, está empeorando cada vez más y los médicos cada vez se ven más desesperados, yo trato de refugiarme en mis estudios para permanecer firme, pero a pesar de todo lo que he vivido y lo mal que me ha tratado, igualmente me afecta porque es mi madre y de cierta manera le tengo cierto cariño, mi permiso para estar fuera de clases está por acabarse esta semana y no quiero dejarla sola ya que que yo sepa somos las últimas de los O’Connor en pie y por parte de mi padre no lo sé. Ahora mismo es por la mañana y me dirijo al cuarto de mi madre para ver cómo se encuentra.

-Madre, despierte, debe tomarse sus medicamentos- digo abriendo las cortinas pero no noto movimiento tras de mí- madre, vamos, hay que tomar los medicamentos por muy mal que sepan- me acerco empezando a preocuparme- ¿madre?- con cautela la muevo y no reacciona, me agacho y poso mi oído en su pecho y nada, no escucho nada- no puede ser, vamos madre, despierte- desesperada sigo moviéndola entre lágrimas pero nada, llamo al médico que la controla diariamente y la inspecciona, cuando termina me ve decaído