Capítulo 13

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Elena Swan

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Elena Swan

—¡Lena, Baja! —la voz de Sue resuena desde la cocina.

Me levanto de la cama. Al salir, encuentro un par de maletas, pero no cualquiera, son las maletas de Percy y Annabeth.

Bajo las escaleras hasta llegar a la cocina, donde encuentro a Sue junto a una chica de piel cobriza con un brillante y lacio cabello negro que llega a un par de centimetros más abajo de sus hombros. Sus ojos oscuros me examinan de arriba abajo.

Junto a ella está un chico, sin duda muy alto y con él mismo color de piel, sin embargo, a pesar de tener esos mismos ojos oscuros, su mirada parece serena y transmite tranquilidad, o al menos es lo que yo siento.

—Lena, te quiero presentar a mis hijos. Ella es Leah y él es Seth.

—¡Hola! Es un gusto conocerte. Mamá no para de hablar de ti —Seth es el que se acerca a mí y me abraza con efusividad y alegría. Sonrío ante el dulce acto.

—Un gusto conocerte también, Seth —se separa de mí.

—Eres muy bonita —siento mis mejillas calientes ante el cumplido—. ¡Vamos, Leah! ¡Salúdala!

—Hola —responde de manera cortante la recién nombrada.

—Sue, ¿sabes dónde están Percy y Annabeth?

—Han ido a la Push, dijeron que querían ir antes de irse.

—¿Irse?

—Lena, hace una semana te dijeron que tienen que ir al campamento, ¿lo olvidaste? —frunzo mi entrecejo intentando recordar el momento en el que lo hicieron.

¿Cómo recordar que me dijeron si lo único que he hecho es estar pensando en la respuesta que les daré a los dos vampiros Cullen?

Todavía recuerdo el momento en qué me lo preguntaron y sin duda fue inesperado para mí, pues recién llevábamos dos semanas saliendo.

—Necesito pensarlo —les dije y la desilusión se pudo ver reflejada en sus rostros—. Lo cierto es que aún no estoy lista.

Y era verdad, no me sentía preparada para decirles que sí, y es que no me puedo engañar. No necesito tanto tiempo para decir que estoy enamorada de ellos, porque lo cierto es que sé que lo que siento por ellos es un sentimiento que no puedo expresar con palabras.

Pero la realidad de la situación es que tengo miedo.

Y todavía me falta hablar con Nessie, explicarle lo que soy y la decisión que tomaré. Y Percy, Nico y mi padre eran otras de las personas a las que no sabía cómo decirles lo que pasaba, a pesar de que es probable que Poseidón ya lo sepa.

Aún así, ellos fueron lo suficientemente comprensivos conmigo. No me hicieron sentir incomoda y me hablaron de diferentes cosas, tal vez para distraer mi mente de que me pidieron ser su novia.

Elena Swan «J.H, E.C»Where stories live. Discover now