45: El arcoíris después de la tormenta.

Start from the beginning
                                    

—Entonces, ¿quieres volver a hacer negocios conmigo, NamJoon? —preguntó el alfa con una voz profunda y ronca que resonaba en el silencioso salón. Había diversión en su mirada—. O en realidad, solo necesitas mi ayuda, ¿no?

NamJoon se encogió de hombros, reconociendo que necesitaba un poco de ayuda. No planeaba ser demasiado orgulloso. Había momentos en los que un hombre tenía que dejar el orgullo de lado cuando algo importante estaba en juego.

—Me alegra que hayas aceptado reunirte conmigo, Daejeon —dijo NamJoon, usando el nombre de pila del otro alfa.

Kim Daejeon asintió y se acomodó en su lugar. Por un momento, sus ojos se desviaron hacia el pequeño jardín privado de la habitación, donde había otra persona agachada frente al estanque de peces Koi con una apariencia que combinaba indiferencia y sencillez.

NamJoon se sorprendió al notar la presencia de este joven hasta ahora y lo miró de reojo. Era un omega atractivo, se podría decir que hermoso, con cabello color azabache y piel pálida. Vestía un overol de mezclilla hasta las rodillas y estaba descalzo, no parecía muy preocupado por lo que ellos estaban haciendo; sin embargo, cuando su mirada se encontró con la de NamJoon, no fue la mirada de un joven omega. Había algo helado y afilado en sus ojos. No parecía normal para alguien de su edad. NamJoon desconfió de inmediato de su presencia y miró al otro alfa con el ceño fruncido.

—Debo admitir que me intrigó tu mensaje —dijo el alfa, volviendo a prestarle atención y refiriéndose al mensaje que NamJoon había enviado para solicitar esta reunión.

NamJoon sonrió, pero era una sonrisa que no llegó a sus ojos.

—Nunca te hablaría sin una buena razón. Tengo un trato que proponerte, y creo que beneficiará a ambos.

El alfa levantó una ceja en señal de interés.

—Estoy escuchando.

NamJoon asintió con la cabeza, pero sus ojos otra vez se desviaron hacia el jardín donde el omega seguía alimentando a los peces y mirando de reojo hacia ellos con fingido desinterés. No le gustaba que no estuvieran a solas.

—¿Quién es y por qué lo trajiste? —NamJoon interrogó con desconfianza—. No me agrada el hecho de que nuestros negocios sean escuchados por alguien más.

Daejeon suspiró, como si hubiera estado esperando esa pregunta, pero no había verdadera preocupación en su expresión.

—Es mi nueva adquisición —dijo con una pequeña sonrisa—. Necesito vigilarlo.

La adquisición en cuestión frunció el ceño al escuchar sus palabras. Era más que obvio que se hallaba escuchando la conversación con atención.

—¿Qué quieres decir con eso? —NamJoon inquirió con una leve sospecha—. No metería las manos al fuego por ti, pero creí que no eras esa clase de alfa...

—NamJoon-ah, viejo amigo, ¿por qué siempre piensas tan mal de mí? —el alfa sonrió levemente, pero sus ojos no lucían amistosos—. Tengo muchos pasatiempos, pero secuestrar omegas no es uno de ellos. —el alfa giró el rostro y volvió a mirar al omega con una sonrisa maquiavélica—. Ese omega es un intercambio desfavorable para mí. Lo tendré hasta que su familia pague lo que me debe. No hay problema que hables frente a él, nunca se atrevería a traicionarme. ¿Verdad, gatito?

NamJoon observó cómo el joven le daba una mirada desdeñosa y giraba el rostro para ignorarlo. No parecía que le agradara Daejeon en lo más mínimo.

—No parece que te tenga en alta estima y no lo juzgo por ello.

—Es un gatito salvaje que aún estoy domesticando —dijo, restándole importancia a la actitud arisca del omega—. No le prestes atención.

Seduciendo Un Alfa |NamJin|Where stories live. Discover now