t r e s | Castigos 🖤

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Estaba de más decir que cuando me desperté no me acordaba nada de lo que pasó ayer y el porqué no estoy en mi casa

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Estaba de más decir que cuando me desperté no me acordaba nada de lo que pasó ayer y el porqué no estoy en mi casa. Solo me senté sobre el sillón donde dormí, derrotada y cansada, un poco decepcionada también, porque nunca antes había hecho algo como esto; así que, sin darme preocupaciones innecesarias, miré el lugar donde estaba, que era la sala. En el otro sillón vi a Songyi durmiendo en el cuello de Hoseok mientras que esté último dormía con su cabeza hacia atrás del respaldar.

Bueno, al menos ya sé quién va a ser el que terminará con tortícolis después de que se levanté de su profundo sueño.

A mi lado izquierdo, en el sillón más grande, estaba Sol con Taehyung y Seyoung durmiendo uno apoyado del otro. Ahí entendí que probabilidad los amigos de Sol y nosotros hemos sido los únicos en dormir aquí.

Luego, busco por mi lugar mi bolso blanco para sacar mi celular. Ya me esperaba las miles de llamadas de mamá y papá, más de mamá; también los mensajes sobre «Soo-hyun, ¿dónde estás?». No soy tonta, sé que llegando a casa me esperaba un castigo y sé que me lo merezco.

Cuando ya tengo mi celular en mis manos, lo enciendo y veo que ya era el mediodía. Mis ojos se ampliaron y todo el cansancio se fue de repente, hasta mi resaca. En mis notificaciones estaban las llamadas de Blake y unas cuantas de Jungkook, igualmente con los mensajes; el último que me enviaron decía que me irían a buscar, y eso fue a las cuatro de la mañana.

De pronto, a la sala entra el chico de cabello negro con mechones gris. Solo me acuerdo que él era el dueño de la casa. Fija su mirada en mí y me saluda con una sonrisa aplanando sus labios.

—Eres la primera en levantarte —dice con gracia—. ¿Te sientes bien?

—Me duele solo la cabeza —contesto. El chico, de quien no me acuerdo su nombre, se va hacia su cocina antes de regresar—. ¿Qué es eso?

—Es una pastilla para la resaca. También te puedo preparar un té si quieres, o café —el chico, una vez que está cerca de mí, toma asiento a mi costado.

—Te acepto el té.

—Bien, acompáñame —el pelinegro me toma de la mano y me lleva con él a su cocina.

Lo primero que veo entrando al lugar es que sobre el mesón de la isla estaba durmiendo Jimin, abrazado de una botella de whisky vacía. El chico intenta despertarlo de un golpe en el abdomen, pero el otro no reacciona.

—¿Cómo te llamabas? —le pregunto al chico mientras este ponía a calentar agua.

—Han Jisung. ¿No te acuerdas de mi nombre?

—No me acuerdo de nada, prácticamente. —Digo con pereza—. No sé porqué tomé en primer lugar.

—Fue culpa de él —señaló a Jimin—. Te había mentido con eso de que él tenía tu cubo de Rubik para que tomaras. En ese momento, Jimin ya estaba un poco pasado de copas; le gusta ver a las personas tomando con él y se vuelve más extrovertido de lo que ya es. Fuiste una víctima suya —añade con su tono burlesco.

A 130bpm » Park Jimin [BTS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora