Mind Maze~(Tmnt 2k12/Rottmnt)

Toda la ayuda que tengan

Buenaaaas, un capítulo algo más corto para poder salir tranquilos en el siguiente.
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Donnie llevaba un buen rato en la sala como esperando algo, Rafa no pudo evitar notarlo, llevaba un tiempo golpeando su saco de boxeo y no se detendría ahora, pero discretamente observaba a su hermano más delgado sentado cerca suyo. Usualmente estaría en su laboratorio, pero por lo visto su contraparte se lo había robado. Soltó un bufido ensartando otro fuerte golpe en su pequeño "juguetito", ese Don tenía algo raro, lo hacía enojar, pero muy en el fondo de su ser, aunque no quiera admitirlo, sentía que eran parecidos en cierta forma. Tal vez su actitud o esa rebeldía que mostraba. Él por supuesto no se negaría a las órdenes explícitas de su sensei de esa forma y le daba coraje, pero tenía que decirlo, no lo detestaba del todo.

Por otro lado los menores se columpiaban sobre el agua filtrada que entraba a la alcantarilla, o más bien Mikey, porque Mike lo empujaba desde la orilla. Rafa los volteó a ver un poco después, son tal para cual, desde ahí a penas parecen un par de niños. Los golpes iban perdiendo fuerza a medida que se tranquilizaba, la diferencia entre esos dos solecitos, es que uno es su hermanito pecoso y el otro es un pequeño demonio (se lo dejó en claro hace rato) finalmente dejó su saco de boxeo y se soltó las manos un poco. Se acercó un par de pasos a Donnie y se agachó.

-¿Te echaron de tu laboratorio?-preguntó con tono tranquilo a pesar de todo. Donnie lo miró de reojo, su cabeza permanecía apoyada sobre sus manos y sus codos estaban en sus rodillas. Respiró profundamente y soltó un largo suspiro.

-Seee-se resignó a contestar, una sonrisa ladina se dibujó en el rostro del rojo con cierta burla. Pero pronto se desvaneció.

-Iré por algo de comer-murmuró, Donnie levantó una mano señalando que lo había escuchado y regresó la vista al frente. Rafa se escabulló a la cocina por un bocadillo rápido, pero para cuando abrió el refrigerador escuchó las puertas del laboratorio de su hermano de morado abrirse, cuando se giró a ver se encontró a los gemelos, curiosamente el de morado no llevaba ese escudo de metal de siempre, y más curioso aún es el vendaje que le recorre el abdomen y parte del pecho. Él aire de sus pulmones salió por sus fosas nasales con sonoramente mientras se decía a sí mismo que no tenía porqué importarle, tomó la última rebanada de sobras que quedaba en el refri y la metió al microondas.

-¡NO! ¡MI BEBÉ!- escuchó de fondo, era Donnie, quizás qué encontró en su laboratorio, algo estaban haciendo esos dos, seguían dandole mala espina. El pitido del microondas interrumpió sus pensamientos, ni él mismo había caído en cuenta de que estaba frunciendo el ceño y observando indiscretamente al par de tortugas que caminaban hacia la sala, cerca de donde Donnie había estado sentado hace un rato. Leon cruzó miradas con él, sus ojos oscuros contra el par de esmeraldas. Después de un momento se volvió particularmente incómodo para el de rojo, Rafa le dedicó un rápido vistazo a Don mientras este se acercaba cuidadosamente al cúmulo de almohadones que seguían dispuestos en el suelo, y luego regresó con Leon.

-...?- arrugó la nariz, Leon dejó de moverse para quedarsele viendo. Un segundo aviso de la máquina lo distrajo y atinó a retirar su comida- ¿cuál es su problema?- gruñó bajo su aliento. Puso el plato en el mesón con brusquedad y para cuando levantó la vista se encontró con Don recostado boca abajo y a Leon junto a él en el suelo, sentado de piernas cruzadas, con un codo apoyado en una pequeña torre de almohadones, mientras que el otro caía a su costado cerca de su odachi, pero no tocandola.

Rafa estaba confundido, no le gusta estar confundido, tomó el trozo de pizza recalentado y se lo metió a la boca dándole un mordisco rápido y masticando con más fuerza de la necesaria.