"Eres tu quien la obliga a estar encerrada en estás paredes", Nevan no se atrevió a contestarle, así que simplemente asintió. Nash canturreaba mientras preparaba los bocadillos, estaba poniendo mucho esmero en hacerlos, no quería que Nevan volviese a sufrir del estómago. El omega acepto tomar las pastillas que le ofrecía, a cambio de que le dejará dormir tranquilo.

-Sonríe un poco más, Nevan. – le replico pellizcándole los mofletes. – Emily parece estar feliz, mírala, está jugando con las pieles de naranjas.

Emily le gruño a su papá cuando este no le dejó morderlos, según Nevan aún era demasiado pequeña para probar la comida que preparaba Nash. El alfa comenzó a reírse cuando Emily balbuceo enfadada hacía Nevan.

-Aún no puedes comer eso, princesa. – Emily apretó su puño. – Eres muy pequeña, no puedes tomar la comida de las personas mayores. – su hija no le entendía. – Papá te dejará probarlo cuando sea un poquito más mayor, no ahora.

-Sería buena idea dejar que lo probara, no dijo que le des un gran mordisco. – Nevan le iba a contestar que no debía decirle como cuidar a su bebé, pero no le dio tiempo. – Con cuidado, Emily, saca la lengüita.

-¿Qué haces? – la pequeña hizo una mueca divertida cuando Nash dejó caer unas gotitas de naranja sobre su boca. – No, no, no. Nash ¿Qué haces? Puede sentarle mal.

-Creo que le gusta, mírala... - Emily le estaba pidiendo más. – No le pasará nada malo por probar un poco, deja que sea un poco más independiente, papá.

Nevan refunfuño hacía Nash, cuando le dio una rodaja de naranja a Emily, la pequeña disfrutaba llevándosela a la boca. Nevan estaba bastante nervioso por lo que estaba haciendo su pequeña, no sabía si podía comer naranja a esa idea, tampoco tenía idea de cómo iba a reaccionar su cuerpo si lo hacía. Temía que los terribles cólicos volvieran a su pequeña y no poder hacer nada para ayudarla. Miro con furia a Nash cuando este le sonrió.

-Está disfrutando de su nuevo manjar. – le respondió antes de casi morir por culpa del omega. – Mira su sonrisita, no le pasará nada malo, es bueno introducirle comida a partir de seis meses, Emily está a punto de cumplirlos.

-Le faltan dos semanas para cumplirlos. – le regaño. – Puede que su cuerpo aún no esté en condiciones para este tiempo de comidas, está bien que tome de mi pecho. No sé si eso le sentará bien, Nash. Es mi hija.

-Puede sentarse sola ¿no? – Nevan asintió. – Empezó a gatear hacer poco ¿verdad?

-Si lo has visto ¿Por qué lo preguntas? – le volvió a regañar. – Emily es una bebé muy lista, aprendió a sentarse solita y a gatear sobre la cama.

-Entonces también puede comer un poco de naranja, no habrá ningún problema.

Volvió a sofá para ser precavido, Nash era capaz de darle de comer algo más si se quedaba con él en la cocina. Emily seguía disfrutando de la comida, su mano estaba llena de jugo y pegajosa. Nevan empezó a maldecir a Nash en silencio, deseando que sufriera una diarrea explosiva por darle comida a Emily, esa sería su venganza, él quería esperarse un poco más para darle su primera papilla, pero ese alfa idiota rompió ese momento.

-Nevan ¿Estás listo? – no le respondió, quería enfadarlo un poco. – Nevan ¿Sigues ahí? Tierra llamando a omega gruñón. – entrecerró los ojos para mirarlo. – No sé qué significa esa mirada, espero que no sea nada malo.

-Estoy pensando las mil maneras posibles para matarte, maldito. – Nash se quedó quieto en el sitio. – Quería ser el primero en darle comida sólida a Emily. – le replico celoso. - ¿Por qué me lo has tenido que quitar también? Maldito.

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now