Legolas asintió, pero no apartó la vista del pasillo que conducía a las Cuevas Brillantes. "Todavía no lo veo. Pero veo a Lady Éowyn. Ella está abrazando a Aragorn"

La mujer sostuvo a su amigo con fuerza por un momento, y luego comenzó a hablar con él con urgencia. Legolas los perdió de vista entre la creciente oleada de personas. Su paciencia se desvaneció mientras buscaba alguna vista de Draco.

Observó cómo los sobrevivientes abrazaban a sus seres queridos con alivio y alegría. Vio a otros llorar amargamente cuando supieron que sus hombres no lo habían logrado. Las emociones corrieron el guante y la tensión era alta.

Fue un tiempo después, cuando la fila de mujeres y niños comenzó a reducirse a unos pocos rezagados, que Aragorn se acercó a Legolas. El elfo se encontró con él a mitad de camino, mientras que Gimli se quedó atrás, charlando con un soldado.

Legolas sonrió y puso una mano en el hombro de Aragorn. Su amigo hizo lo mismo.

"Me siento afortunado de haber sobrevivido esta noche". Aragorn dijo cansado.

"Sí, yo también. Muchos se perdieron"

Aragorn asintió pensativamente. Legolas frunció el ceño al sentir extrañas emociones en el hombre. No eran de alivio y victoria, sino de preocupación.

"Algo te preocupa. Tu mente está tan pesada como tu corazón" Legolas comentó con una cara perpleja.

"Sientes demasiado" se quejó el hombre.

"Dime lo que ha pasado"

"Haldir está herido" murmuró.

Legolas inclinó la cabeza ante esta noticia. No conocía bien a Haldir, pero había respetado al Guardián de la Marcha. "Bueno se recuperará" Respondió.

Aragorn asintió y se humedeció los labios secos. Legolas entrecerró los ojos observando al hombre.

"Hay más" señaló.

Ahora el elfo sintió angustia por parte de su amigo. Cuando el hombre no lo miró a los ojos y permaneció mudo, Legolas se preocupó.

"¿Aragorn?" Preguntó cuándo el silencio se hizo demasiado largo.

El hombre exhaló bruscamente. "Estaba curando a los heridos, cuando le toco a Haldir, él de la nada colapso"

Legolas inhaló profundamente ante esta inesperada noticia. Sus ojos se abrieron como platos incluso cuando su corazón se detuvo. Inmediatamente su garganta se secó. No pudo formar ninguna palabra. Rezó a Eru y a todos los Valar para que Aragorn no dijera lo que temía.

"A primera vista, pensé que era solo era cansancio, pero él no despierta" dijo Aragorn

Legolas inconscientemente apretó las manos. Su respiración se volvió áspera y le dolían los pulmones. Sin embargo, las palabras de Aragorn le dolieron aún más el corazón.

"¿Draco?" Susurró con miedo.

Aragorn tragó saliva y asintió.

Legolas se quedó abruptamente inmóvil como una estatua de mármol, pero por dentro su mente daba vueltas. ¡Esto no puede ser!

"¿Hîn cuina?" (¿Está vivo?) Exigió suavemente.

Aragorn bajó la mirada. "Si"

Salvajemente, Legolas trató de recomponerse. Parecía tranquilo por fuera, pero Aragorn conocía mejor la situación. La cara en blanco le dijo al rey de Gondor más que cualquier otra cosa. El príncipe estaba frenético, tal como había temido que lo estaría.

Nueva VidaWhere stories live. Discover now