XV.

27 6 0
                                    

Es extraño, pero eres como un oasis en el desierto helado del silencio.
Callado, frío, somnoliento y sin complejos.

Tú me das de beber, un sabor dorado que me recuerda al  néctar de tu piel con JB.
O me ofreces manjares, que sabes que pronto se acabarán.
Aún sabiendo que la vegetación de esta fauna es limitada y los peces escasean en esta maldita laguna.

Cuando estoy contigo no me deshidrato.
No tengo queja, pero sí algunas dudas.
No sé si son tus abrazos, no sé si son tus mejillas las que envenenan mi vida.

Viertes tu tiempo inaudito en  esa copa que acabas de llenar hasta los bordes para proclamarte rey de los hombres.
Y yo infeliz, indispuesta siempre de ti.
Yo, paseo por todo el desierto buscando algo de tiempo.

Algo con lo que contentarme.
Y ese 'algo' se convirtió en 'ogla'.

imagine.Where stories live. Discover now