24. Samhaim

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<<Hagamos algo que sea impactante...>>

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La última clase de la tarde, Transformaciones, fue aburrida y monótona por primera vez para el ojiverde.
Harry solo quería que ese día terminase, y al mismo tiempo deseaba detener el tiempo para que no llegará la hora de la cena y tener que asistir al banquete.

No estaba triste, las charlas con Marcus y su profesor de Pociones lo habían hecho sentir mucho mejor, y también habían prendido una chispa de esperanza de que ya no estaba solo. Pero aunque no estaba triste, quería que el día llegase a su fin e irse a dormir.

El consejo de Marcus parpadeaba en su mente, no quería atención especial, pero tampoco quería sentarse en el Gran Comedor y celebrar la muerte de sus padres.
Tampoco quería ver las miradas de lástima de Hufflepuff o aguantar las miradas traicionadas de los
Gryffindor, que seguían sin superar su reselección después de dos meses.

Tras su última clase, Harry ya había tomado una decisión. Les pidió a Theo y Blaise que lo acompañaran a la oficina de su jefe de casa, y éstos lo siguieron sin hacer preguntas.
El ojiverde llamó a la puerta, y los tres chicos entraron y saludaron a su profesor favorito.
Con voz temblorosa, Harry pidió permiso para quedarse en su cuarto y no asistir al banquete, alegando que no se sentía cómodo celebrando esa noche en particular.
El profesor Flitwick no necesitaba hacer más preguntas y le concedió el permiso no solo a él, también les permitió a Theo y Blaise quedarse en la sala común esa noche, sabiendo que los dos chicos no querrían dejar solo a su amigo.
Antes de que salieran de su oficina, el Jefe de Ravenclaw le entregó un pergamino enrrollado, indicándole que lo leyera en cuanto tuviera un momento tranquilo.

El pequeño Potter se despidió de sus amigos por unos minutos, quienes se fueron al dormitorio, y se sentó en un rincón solitario de la sala común para leer la carta de su profesor.

Mi muy querido polluelo,

Ahora que tengo la suerte de poder conocerte un poco mejor, puedo ver tu insaciable sed de conocimiento.
Por eso he supuesto que te vendría muy bien algo de información sobre la festividad mágica de esta noche, ya que no es celebrada en el castillo y tú tuviste la mala fortuna de no crecer en el mundo mágico.
He hecho un pequeño resumen para que sepas lo básico, aunque estoy seguro de que tu completarás esta información leyendo algunos libros.

El 31 de Octubre es el primer festival de fuego, significa el final del verano y marca el comienzo de la parte más oscura del año.

Antiguamente esta fecha señalaba el inicio de los preparativos para sobrevivir el invierno.
Actualmente se celebra más entre los magos como una fiesta para honrar las almas de los familiares muertos.
La noche de 31 de octubre es cuando el velo entre los mundos es delgado permitiendo que los espíritus puedan cruzar a través del mismo.
En este tiempo los espíritus de los muertos y de los que aún no han nacido se pueden unir a los que viven en el mundo material.

Es considerado por todos como el día más mágico del año ya que no pertenece ni al año que termina ni al que comienza, por lo tanto está fuera del tiempo, en el plano de la eternidad, en este periodo los dioses
pueden intervenir en las cuestiones humanas o los humanos comenzar viajes a otros mundos.

Antiguamente los magos celebrabam Samhain, siendo esta una de las fechas mas importantes aparte de Yule.
Era una tradición el que las familias Sangre Pura se juntaran y realizaran una hoguera en donde los magos quemaban alguna cosa antigua para decir adiós a las malas energias, danzar en torno a la hoguera y dar gracias a madre magia por la renovación de energia y magia.

Pero con el tiempo y con la llegada de los nacidos de muggles fueron dejando sus tradiciones de lado, aunque muchas familias sangre pura siguen con esta tradición, ya no es como en antaño.
Los nacidos muggles o mestizos en vez de adaptarse y aprender de su mundo, solo trajeron prejuicios y catalogaron como oscuro aquello que no entendían, lo que llevo a que los sangre pura repudien tanto a los nacidos de muggles como aquellos magos que simpatizaran con esa opinión por parte de aquellos que no sabian nada sobre las tradiciones de su mundo.

En la actualidad, esto no ha cambiado, los nacidos muggles siguen sin saber por completo de su mundo y tampoco buscan conocer mas sobre el, haciendo que la aversión de los sangre pura y otros magos hacia ellos solo crezca, ya que no respetan las festividades y tradiciones que el mundo mágico.

Bueno, espero que esta información te haya servido.

Filius Flitwick

Tras terminar de leer el ojiverde, de alguna manera, se sintió mucho más liviano.
La información había ayudado mucho a hacerlo sentir menos confuso y nervioso.
Se levantó del sofá en el que se había sentado y subió a reunirse con sus amigos.

Lo que Harry no sabía era que sus dos amigos habían usado ese tiempo en preparar el dormitorio para hacer un viejo y sencillo, pero efectivo, ritual.
Cuando entró en el dormitorio, el ojiverde los miró sin entender nada.
Theo fue el encargado de explicarle lo que harían esa noche, incluso se había asegurado de conseguir túnicas rituales para los tres.

Tras darse una ducha, los tres niños se pusieron tan solo sus túnicas y se arrodillaron en la alfombra frente a un pequeño altar improvisado que Blaise se había encargado de construir.
Tomándose de la manos recitaron su agradecimiento a la magia y sus antepasados mágicos.

Una hora después, Harry se sentía más lleno de vida y energía de lo que se había sentido en toda su vida.
Sus ojos estaban desenfocados, pero una enorme sonrisa feliz y satisfecha adornaba su cara.
Su cuerpo se había vuelto lánguido y moldeable, y descansaba cómodamente sobre Theo, quién también poseía una sonrisa satisfecha mientras abrazaba al pequeño azabache contra su cuerpo.
Blaise se sentía cansado y feliz, y al ver a sus amigos recostados el uno con el otro, no dudó en unirse a ellos, apoyándose en el lado libre de Harry, quien suspiró feliz deseando que ese momento no terminara nunca.



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Gracias por leer...

¿Por qué no podemos ser amigos?Where stories live. Discover now