ᥣιttᥣᥱ bιtᥱ [𝒔𝒑𝒓𝒖𝒂𝒏] [PAUSADA]

«001»

Juan estaba sentado con el ceño fruncido mientras observaba a Spreen, el hijo de Rubi que era amiga y vecina de su madre. Spreen mostró una sonrisa con restos de pastel de chocolate a Juan, este último solo frunció más el ceño si es que se podía y volteo la cara. el niño rizado se encogió de hombros y siguió devorando el pastel que Xena sirvió.

Juan aborrece a Spreen, odia tener que verlo en las tardes de té de su madre, odia que sus mamas organicen salidas al parque para que jueguen juntos y sobre todas las cosas, odia soportarlo en la escuela. pareciera que la vida lo hiciera adrede, sus madres son amigas, son vecinos (sus casas están lado a lado), aunque Spreen ya tuviera ocho y él tuviera seis, Spreen siempre estaba detrás de él, desde querer jugar con Juan en el receso, aunque sus grados estuvieran separados hasta solo ir detrás de él como una sombra asustando a los demás niños con pequeños gruñidos, incluso le daba mimos y dulces (esto último no le molestaba en absoluto). el pequeño de lindas pecas se encontraba harto de la situación. odia a Spreen y mientras más odio acumula, la vida lo pone en su camino más veces.

sin embargo, Spreen parecía no darse cuenta de la repulsión que sentía Juan hacia él, puesto que siempre iba detrás de este como si de su cola se tratase, donde estaba Juan estaba Spreen. a él le gustaba consentir a Juan, le daba los dulces que originalmente su madre Rubi le ponía en su lonchera, espantaba a los niños que pudieran ser un peligro para el menor, pues lo quería seguro sin ningún rasguño, incluso jugaba con él en vez de ir con sus amigos para que no se sintiera solo. solo lo quería ver sonreír mostrando todos sus dientitos blancos; bueno no todos, pues recientemente había perdido dos dientes de leche. todos lo veían como algo tierno; un prospecto de Alfa cuidando a un prospecto de Omega. ya que aún siendo niños ambos tenían ya diferencias marcadas entre sí que dejaban ver lo que posiblemente serían en un futuro. Juan olía suave, una mezcla de olores tranquilos, con un cuerpo delicado, un tanto pálido y le encantaba ser mimado, para Juan la atención siempre tenía que estar sobre él. mientras que Spreen era más grande para su corta edad y desprendía un aroma frío, siempre queriendo estar al pendiente de su familia y soltando pequeños gruñidos cuando algo le disgustaba.

sus madres estaban más que encantadas pensando que ese par formaría un lazo a futuro. y algo les hizo pegar el grito al cielo y planear una boda a escondidas.

todo inició cuando Juan empezó a llegar de la escuela con pequeñas mordidas hechas por un niño de ojos morados.

por el bien de la trama rubius, pasará a tener rol ‘‘femenino’’ en la historia. :)