Capítulo XI

1.4K 219 26
                                    

Sana infló el pecho y soltó el aire que tenía acumulado en todo este tiempo, exactamente dos minutos, en los que no paraba de hacerse la misma pregunta y las ganas que tenía de morirse, lo único bueno que sacaba de ello era que por fin les gritaría a Mina y Momo que ella tenía razón, nadie se iba a resistir a sus encantos, acomodó su cabello hacia atrás y lo movió provocando que se moviera en hondas, Tzuyu la miraba sin decir una sola palabra, ya la tenía entre sus manos eso era lo que había estado buscando.

— pues... —. Se acomodó mejor en la silla y elevó el mentón para conectar mirada con la taiwanesa quien al verla desvío la mirada. — tú corazón se acelera, te pones nerviosa, parece que tiemblas pero no es así y ves a esa persona más linda de lo que alguna vez te diste cuenta que era —. Explicó y se metió otra cucharada de helado a la boca tan lento que Chou entre abrió los labios. — ...eso pasa —. Se cruzó de piernas y suspiró.

Era obvio que le gustaba por la forma en la que la estaba mirando, ya tenía el terreno ganado solo tenía que hacerle saber a las chicas, o sea, que fuera mucho más obvio de lo que ya era, se veía que estaba al borde de desmayarse solo porque la estaba mirando a los ojos, apretó el puño por debajo de la mesa y lo agitó en señal de victoria.

— es interesante —. Tzuyu se acomodó los lentes y miró el helado de Sana por un momento. — ¿Qué pasa cuando todo fue muy repentino? —. Minatozaki mordisqueó la cuchara y miró al cielo, no tenía ni la menor idea, siempre había creído que el gusto hacia una persona no se desarrollaba repentinamente pero si que te dabas cuenta de la nada.

— solo tienes que seguir adelante o luchar por la persona, no es tan difícil gustarle a alguien solo tienes que intentarlo —. Se encogió de hombros y comió un poco más de helado. — y cuando te das cuenta que también le gustas a la persona sientes que tú corazón explota de felicidad porque sabes que tal vez puedes estar con ella —. Tzuyu hizo una mueca y soltó una pequeña carcajada. — ¿Qué?.

— ¿Quién iba a decir que Minatozaki Sana era tan romántica? —. Tragó saliva y bajó la mirada al helado. — es lindo ver una nueva parte de alguien —. Sana estaba de acuerdo con eso ver a Tzuyu siendo una persona normal y no un robot programada para hacer llorar a todas las personas a su alrededor era extrañamente lindo y sentía que estaba cómoda más de lo que creyó que iba a estar sobre todo con alguien que la ha hecho enojarse tantas veces.

— si, es lindo —. Murmuró y suspiró, no tendría por qué estar pensando en estas cosas porque se pondrá nerviosa y va a arruinar el raro acercamiento a la rara del instituto.

— ¿Y si la persona que te gusta es tu amiga? —. Era la primera vez que alguien la consideraba su amiga, claro que no fuera Mina o Momo, eso la hizo sonreír en grande, hasta sintió como un pequeño nudo en la garganta.

— muchas personas creen que eso es malo pero yo no lo veo así, siento que es mejor porque conoces a la persona y se puede ir construyendo algo lindo, además si son lo suficientemente maduras y terminan cabe la posibilidad de que vuelvan a ser amigas, claro con un proceso de por medio además del duelo de cada relación concluida —. Sonrió un poco.

— sabes mucho de esto —. Asintió en respuesta. — ¿En las revistas de moda que lees hay una sección que habla de esto? —. Minatozaki rodó los ojos.

— ¡No! —. Exclamó en un susurro. — Bueno si —. Se dio por vencida. — pero hablo por experiencia propia —.

— ¿Con cuál de las cabeza hueca estuviste? —. Se cruzó de brazos y su ceño se frunció. — sería lógico que con Momo —. Sana la miró raro.

— todo el mundo dice eso pero no entiendo el por qué —. Se escuchó un golpe y Sana brincó, Tzuyu se había pegado en la frente. — ¿Por qué carajos hiciste eso? —. Le miró la marca super roja en la frente.

— es que a veces eres muy estúpida —. Eso lo entendía pero había veces en las que prefería no escucharlo. — mejor sigamos con el tema —. Movió la mano para que siguiera.

— fue con Mina pero las cosas no funcionaron y terminamos siendo amigas —. Tzuyu se impresionó y abrió la boca. — te entrarán moscas idiota —. Le pegó en el hombro. — fue en unas vacaciones, el calor y nosotras en fin... —. Miró hacia la ventana. — no se logró —.

— cada día se aprenden más cosas —. La señaló y sonrió. — de todas formas no creo que se pueda ser algo —. Minatozaki la miró por unos instantes.

— sí no lo intentas entonces no se va a poder —. Murmuró. — deberías intentarlo solo dig-

— le escribiré un mensaje para verla en la noche —. Sana asintió hasta que se dio cuenta.

— pero... —. La miró confundida. — ¿Por qué vas a enviar un mensaje? —. Estaba frente a ella ¿Por qué lo haría?.

— bueno si estuviera aquí le diría ¿No crees? —. La japonesa parpadeó lentamente y se enderezó en la silla.

— ¿Quién te gusta? —. Preguntó lentamente.

— me gusta Chaeyoung —. Y todo lo que creyó, dijo y pensó no sirvió para absolutamente nada, porque no era beneficiario para ella ni para nadie que le importara.

𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒Where stories live. Discover now