15: «A media noche cambia el mundo»

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CAPÍTULO QUINCE
( A media noche cambia
el mundo )


Las voces alrededor se sentían lejanas, como si el universo estuviera estirando el camino hacia ellos y Carson se quedaba en un sitio escuchando los gritos desde la distancia.

Todo sucedió de forma borrosa, pues Carson acababa de despertar cuando las cosas comenzaron a ponerse fuera de lugar, la única cosa que recordaba era haberse ido a dormir mientras escribía algo para Will, el rastro seco de lágrimas era un recordatorio de lo que había pasado. Se sentó correctamente, el cuello le dolía pues había dormido sentado y todo su cuerpo se encontraba entumido. Le dió una vista al reloj que marcaba cerca de las once y cinco, se levantó y pese a sentirse un poco mareado por haber dormido casi toda la tarde-noche, por lo que decidió bajar a la cocina por un vaso de agua y así refrescarse aunque sea un poco la garganta.

Al cerrar la puerta de la habitación, se dió cuenta de lo mucho que sentía la ropa en contacto con su cuerpo, le incomodó pues también sentía como el sudor se fusionaba con su camiseta. Pensó en lo relajante que sería darse una ducha fría en ese momento, lo mucho que necesitaba un momento para pensar en todo lo que estaba pasando, lo abrumado que sentía el mundo alrededor suyo, y en como resolver el caos que de pronto lo comenzó a envolver.

Pensó en como podía encarar a Will después de todo lo que había pasado, en cómo podía mirarlo a los ojos sin sentir esa agonizante culpa de que algo había hecho mal, de que había arruinado algo tan preciado en tan poco tiempo. Pensó que tal vez a eso estaba destinado, a arruinar a cada una de las buenas personas que entraban a su vida y terminar viviendo en la desgracia, y se preguntó si es que así sería todo hasta el día en el que muriera.

Pudo visualizarlo: terminaría teniendo una esposa, al menos dos hijos, viviría en una gran casa en los suburbios en algún lugar de California (si es que no se muda primero), probablemente tendría un trabajo con muy buen puesto en una compañía, acomodado gracias a las influencias de su padre, y sería probablemente el ejemplo de esposo y padre perfecto. Sonaba como una buena vida, , pero no una feliz, al menos no una que lo hiciera feliz a él.

No amaría a su esposa, ni a sus hijos, ni su trabajo y por mucho no amaría su vida. Estaría condenado a existir —no vivir, porque una vida en la que no se disfruta en ningún aspecto no es vida— estaría condenado a existir en las manos de la auto repugnancia que lo abrazarían cada mañana al despertar. Y el puro pensamiento, el puro sentimiento de estar enganchado a una existencia llena de aberración propia era suficiente para hacerle saber que un chico, Will Byers, era su salvación para no encaminarse en las garras de una vida terrible.

Ya estaba en la cocina cuando decidió lo que haría respecto a Will, por lo que tomó un vaso de la alacena y abrió la llave del grifo para servirse agua. En cuanto llevo el líquido a sus labios hizo una mueca, el agua sabía demasiado diferente a la de California que le dieron ganas de vomitar, en seguida dejó el vaso de vuelta en el fregadero para tomar una botella de agua del refrigerador.

No tardó tanto para terminarla, pues el momento en el que dió el primer sorbo descubrió lo sediento que estaba. Tiró la botella a la basura y se dirigió una vez más hacia arriba, listo para darse un baño y tratar de aclarar su mente sobre que era exactamente lo que le iba a decir a Will.

La ducha se sintió tan corta como larga, Carson no pudo dejar de pensar en las mil y un formas en las que podría hacerle saber a Will que estaba ahí, presente para él y que no quería que lo que tenían se fuera al caño. Se miró al espejo tratando de practicar lo que diría, algo incierto de las palabras que salían de su boca, no estaba seguro de si ese sería el discurso final.

LOVERBOY  ━━ will byersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora