20: «Cada camino me lleva hacia ti»

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CAPITULO VEINTE
final
( Cada camino me lleva hacia ti )



Se supone que debería de haber sido sencillo regresar a la rutina diaria después de un tiempo. No lo fue. La vida se había vuelto monótona, como si cada día tuviera más horas de las que debería. Largos e interminables días sin nada que hacer y demasiado que pensar. Carson se empezaba a ahogar en su propia locura y había empezado a pasar más tiempo en el parque (junto con Zeus, obviamente) que en su casa, sentía que si se quedaba un segundo más podría quemarse vivo ahí dentro.

El simple hecho de estar en el parque con Zeus le generaba la misma tranquilidad que sentía cuando estaba con Will.

Ante el recuerdo de su novio no pudo evitar poner melancólico; a diaro se preguntaba a sí mismo que es lo que estaría haciendo durante el día, preguntándose si Will lo extrañaría de la misma manera en la que él lo hace. Se preguntaba en cuanto tiempo más tardaría su respuesta en llegar por el correo, pues la última carta que fue enviada tendría que haber sido recibida por Will hace al menos una semana y tomando en cuenta que una carta desde Indiana hasta California tomaba de tres a cuatro días en llegar—algo que claramente Carson supo por naturaleza y no por haber hecho las cuentas él mismo—la respuesta de Will tendría que haber llegado hace un día.

Tenía como rutina antes de salir de su casa antes de perderse durante la mitad del día en el parque, revisar el correo en busca de alguna carta de Will, solo para tomar precauciones y asegurarse que ni su madre, hermano o mucho peor, su padre, pudieran verla.

Así que, con la misma sensación de cosquilleo que le recorría los dedos cada que se acercaba al buzón sacó cada una de las cartas en busca del nombre Will Byers escrito en el sobre. Nada. Revisó dentro del buzón una vez más rebuscando entre los nombres escritos en las cartas: la mayoría eran dirigidas a su padre con respecto a asuntos laborales, unas pocas eran para su madre y una era para su hermano. Ninguna para él.

Respiró profundo, tratando de evitar que la desesperación del no saber sobre su novio hace casi una semana le consumiera y lo extragulara vivo. Regresó dentro de su casa casi dando pisotones, al cerrar la puerta su madre se asomó desde la cocina.

—¿Ya tienes el correo? —preguntó con una sonrisa.

Carson trató de evitar a toda costa responder con sarcasmo ante la pregunta de su madre, después de todo ella no tenía ni idea de los problemas que tenía. Por lo que le mostró una sonrisa sin mostrar los dientes, y depositó los sobres en la encimera.

—Recién salido del horno.

Su madre rió brevemente. Sus ojos azules, iguales a los de él, lo miraron brillantes, con adoración. Dejó a un lado la taza de té que sostenía en sus manos y se acercó a Carson, le sostuvo la mirada durante unos segundos antes de poner su mano en su cabello, acariciándolo; sintió como trataba de acomodarle los rizos sin éxito alguno. No hubo palabras durante unos segundos, probablemente era el silencio de una madre intentando comprender los sentimientos de su hijo. Carson deseó que fuera así, pues en un parpadear le confesó cada una de sus preocupaciones y temores, con la esperanza de que pudiera aligerar la carga sobre sus hombros.

El momento se sintió tan íntimo que Carson estaba temeroso de moverse e interrumpir los pensamientos de su madre, pero ella fue la que se alejó primero.

—Uno de tus amigos llamó.

Eso lo tomó desprevenido. ¿Amigo? ¿Cuál de sus amigos podría haber llamado? ¿Y sí tal vez se refería a Will? Lo miró confundido con las cejas fruncidas, sin embargo no dijo nada, esperando a que su madre continuara hablando.

LOVERBOY  ━━ will byersWhere stories live. Discover now