O4: «El momento en el que dos chicos se encuentran»

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CAPÍTULO CUATRO
( El momento en el que dos
chicos se encuentran )


—Hola.

La palabra salió de los labios de Carson impulsivamente. Se vio tan hipnotizado por aquel par de ojos marrón verdoso que se de olvidó pensar antes de actuar. Desconcertado, el chico dio un salto hacia atrás.

—Hola —respondió el chico, su voz era temblorosa y sus ojos estaban abiertos como si hubiera sido sorprendido mirando algo que no debía.

Sus cabezas sobrepasaban las repisas, por lo que Carson pudo observar bien como lentamente sus mejillas tomaban un color rosado. El chico bajó la mirada, el movimiento de sus ojos era frenético y evitaban mirar hacia donde Carson se ubicaba.

El hecho de que Carson hubiera hablado sin pensar le estaba creando un nudo en el estómago. La incomodidad era palpable y sintió como si estuviera cargando dos bloques de concreto en los hombros, era un estúpido, ¿por qué le habló a alguien que solo se encontraba al otro lado del estante?

Ninguno se atrevió a hacer algo, demasiado incómodos como para siquiera moverse. Carson volvía a pensar que era un estúpido, nadie le hablaba a la primera persona que veía simplemente por el lindo color de sus ojos, las palabras se le habían resbalado de la lengua antes de poder tener consciencia sobre sus pensamientos.

El silencio se sintió eterno; como si hubieran pasado mil años en lugar de un segundo.

—¿Sabes dónde están los Butter Toffees?

Idiota, pensó Carson. Una vez más habló sin pensar.

—¿Disculpa? —cuestionó el chico. Sus ojos abandonaron lo que sea que estuviese viendo y en su lugar lo miraron a él.

—Uh, ¿sabes donde están los Butter Toffees? —acomodó los productos sobre sus brazos, sus labios se colocaron en una línea sobre el otro.

El chico asintió, más para él mismo que para Carson, sus ojos subieron y bajaron por los estantes hasta que se asentaron en un punto fijo, miró a Carson un momento y después le pasó una bolsa.

—Este es el único sabor que hay —pasando su brazo arriba del estante, el chico le extendió el empaque de los caramelos.

Cuidando que las cosas que tenía en los brazos no se le cayeran, trató de tomar el empaque que el chico le extendía. Aún así, sentía que con cualquier mal movimiento la botella de leche terminaría estrellándose contra el suelo. Pero antes de que el empaque pudiera siquiera tocar la yema de sus dedos el chico lo estaba retirando de su alcance. Los ojos de Carson se abrieron en desconcierto, permitiéndole mostrar dos brillantes orbes celestes en los que el chico se encontró perdido un segundo, un segundo en el que el mas claro de los cielos cubrió al bosque mas denso, un segundo en el que la tierra y el mar se habían encontrado por primera vez.

En un parpadeo el chico había desaparecido, y por un breve momento se le pasó por la cabeza que había imaginado toda la interacción que habían tenido en ese lapso de tiempo. Sintió como el cuello se le calentaba y la manera en la que cara se le iba a caer de pura vergüenza, miró un instante hacia donde se ubicaba la cajera para revisar si es que no lo había visto, para su fortuna la cajera no estaba, Carson pudo soltar el aire que estaba reteniendo.

Girando sobre sus talones hacia la derecha dispuesto a seguir buscando sus caramelos Carson se sobresaltó cuando un par de ojos marrón verdoso aparecieron frente a los suyos. Fugaz e inesperado el chico apareció frente a él, sosteniendo el empaque que por un momento Carson consideró parte de su imaginación, por inercia se tambaleó hacia atrás pero logró mantener el equilibrio aún con el corazón acelerado.

El chico igualmente pareció asustado, pues se sobresaltó un poco al ver a Carson tambalearse hacia atrás, Rápidamente el chico comenzó a explicar muy nervioso que esa no había sido su intención. No salieron palabras de su boca y simplemente lo dejó terminar, dando una media sonrisa tranquilizadora.

—...y de verdad no quería asustarte, simplemente vi que estaban a punto de caerse las cosas y pensé que necesitabas un poco de ayuda...

Se detuvo al ver que Carson le sonreía, se quedó observándolo un momento y aunque esto normalmente lo haría sentir incómodo, en ese momento lo encontró agradable. Sin decir nada más le extendió el paquete dejándolo en sus brazos.

—Gracias.

El de cabello castaño le sonrió con incomodidad. Sin embargo, Carson podía ver la sinceridad de sus ojos. Antes de poder decir alguna palabra más, el chico desapareció de su vista en cuestión de segundos y cuando trató de detenerlo ya estaba cruzando la puerta.

Carson observó hacia la puerta durante lo que le parecieron unos minutos, mientras se cuestionaba sobre aquella interacción con el chico.

Después de todo decidió que sería mejor irse a pagar de una vez, pues creía que estaba tardando más de lo que pensaba. Cuando llegó a la caja no perdió de vista las leves miradas de extrañeza que le dirigió la cajera, no tardó más y entregó el billete de veinte dólares para que le entregaran su cambio.

Finalmente, Carson salió de la tienda.

De la bolsa que contenía sus compras sacó el empaque de caramelos e inmediatamente comenzó a comerlos. El sabor a caramelo y chocolate se le mezcló en el paladar, sin dudar, tomó otro caramelo y se lo echó a la boca. Durante el trayecto a la casa de su abuela se repetía el momento en el que se encontró con el chico, por más que intentara no pensar en eso el recuerdo le seguía viniendo a la memoria, pero algo muy dentro de él le decía que en parte tenía sentido el hecho de que lo recordara, tenía el presentimiento de que sería alguien muy difícil de borrar de su memoria.

Antes de lo esperado ya había llegado a casa de su abuela, abrió la puerta y anunció su llegada. Con la bolsa de compras se dirigió hacia la cocina, donde se encontraba su abuela, dejó a un lado el vaso de agua que estaba tomando y se acercó a él.

—¡Tardaste demasiado! —exclamó su abuela.

Carson no pensaba lo mismo si era sincero, a su criterio no había tardado demasiado. Dejó las cosas en la mesa y tomó asiento mientras continuaba comiendo.

—Uhm, puede que me haya distraído un poco.

[1054 palabras]

feliz domingo gente,lamento decirles que este es mi último día de libertad antes de volver a la escuela, así que puedeque me atrase un poco más en escribir los capítulos, pero trataré de ser constante en actualizar cada domingo

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feliz domingo gente,
lamento decirles que este es mi
último día de libertad antes de volver a la escuela, así que puede
que me atrase un poco más en escribir los capítulos,
pero trataré de ser constante en actualizar cada domingo

espero hayan disfrutado
el cap de hoy

besos

—DANI

LOVERBOY  ━━ will byersWhere stories live. Discover now