O3: «Cuando solo pasan las manecillas del reloj»

893 96 10
                                    

⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
CAPÍTULO TRES
( Cuando solo pasan las manecillas
del reloj )


El fingir que Carson estaba emocionado de llegar a Hawkins era mentira.

Él no conocía nada del lugar más que el hecho de que su abuela se había mudado ahí por razones que seguramente nunca comprendería.

El momento en el que su abuela salió de su casa para ir a recibirlos fue como si un arcoíris pintara de color los alrededores. El contraste era sorprendente; su abuela estaba tan viva y el pueblo tan muerto.

Si no fuera por el abrasador sol del verano, el lugar parecía casi deprimente, al contrario de lo que pensaba no había ningún alma por las calles y Carson temió que una gran parte de la población fuesen adultos mayores. A simple vista no había nada que hacer — nada con que entretenerse. Ese fue su pensar hasta que su abuela le explicó: habían abierto un centro comercial y era la sensación del pueblo.

—¿Qué tan aburridas deben de ser las cosas por aquí para que se emocionen por un centro comercial? —murmuró Aaron entre dientes. Se acomodó los lentes sobre la nariz y siguió comiendo su pastel.

A su diferencia, Carson no pensó tan mal del centro comercial, pero la idea de haber ido a Hawkins seguía siendo poco agradable, sobretodo porque Zeus se había tenido que quedar en California con la hermana de su padre, la tía Kate. Y sabiendo que estaba en buenas manos—excelentes, de hecho, la tía Kate era veterinaria—a Carson no se le sacudía la preocupación del pecho. El simple pensamiento de Zeus recostado triste en un rincón de la sala de estar de la tía Kate preguntando por su paradero le partía el corazón y las ganas de tomar el primer vuelo hacia California aumentaban más y más.

Por su parte Aaron estaba contento ante la ausencia de Zeus, desde que el perro llegó a su hogar hace unos años atrás su hermano mayor se había opuesto a la idea de tenerlo cerca y no era simplemente por que tenía una leve alergia a los caninos, sino porque al Zeus ser un cachorro, había destrozado una de las tareas de Aaron. Lo que los llevo a él y Carson (quien pagaba los platos rotos de su mascota) a quedarse casi toda la noche despiertos mientras volvían a transcribir todo lo que podían de las hojas rotas. Después de eso, Aaron se negaba a acercarse al terranova.

—¿Quieres pastel? —escuchó a su abuela preguntar.

Carson asintió rápidamente, vio como partía el trozo de pastel y lo colocaba delicadamente en el plato, su abuela se acercó y le acarició los rizos dorados, cuando dejó el plato frente a él, no tardó en acercar el tenedor a su boca y comió un bocado. El sabor del chocolate se le derritió en el paladar de forma magnífica y placentera.

Por un momento se olvidó de que estaba en Hawkins, sin Zeus y el hecho de que probablemente pase el resto de su estadía ena pura monotonía. Aún así pensó que todo estaba bien, que el estar en Hawkins podría traerle cosas buenas tal vez un pequeño descanso de su vida y tomar un poco de tiempo en conocerse a él mismo, conectar con la naturaleza (había muchos árboles al rededor de la casa de su abuela) y pasar muchísimo más tiempo con su abuela sin la necesidad de ir de un lado a otro con la preocupación de que se termine el tiempo. En esa casa parecían tener todo el tiempo del mundo.

Parecía que el pastel llevaba optimismo en los ingredientes; Carson comenzó a pensar que si buscaba algo con lo que entretenerse el tiempo pasaría más rápido y el momento en que se tendría que ir a California llegaría antes de lo que pensaba, el pensar eso, que pronto podría volver a ver a Zeus, le hizo sentir mucho mejor.

LOVERBOY  ━━ will byersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora