Capítulo 01.

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Acababa de terminar una jornada de trabajo terrible en un día lluvioso y frío, su único consuelo en ese momento era que todo había acabado aunque sea por unas horas y podría descansar, se disponía a volver a su hogar, estaba sentada en una banca esperando el autobús.

Él salía de su entrenamiento cansado, pero satisfecho de las horas que había pasado entrenando, su departamento no estaba muy lejos del gimnasio de los Black Jackals así que caminaba de un lugar a otro todos los días, vio a lo lejos a una jovencita sentada en una banca posiblemente esperando el autobús, pudo notar que su estado de ánimo en ese momento posiblemente no era el mejor, decidió acercarse a ella lo cual le pareció sumamente extraño porque él no hacía ese tipo de cosas nunca.

—¿Te encuentras bien?—le preguntó él parándose a un lado de la banca donde estaba sentada.

—... —ella dudaba mucho en si debía responderle o no a ese extraño entrometido que realmente no pensara que le preocupara su estado de ánimo, por un lado le apetecía ignorarlo por completo y por otro no ser descortés y responder aunque sea un “No” o un “Sí” lo que fuera para que la dejara sola de una vez.—No.

—¿Te pasó algo?

—Problemas en el trabajo solamente.

—Entiendo.

—¿Qué entiendes?

—... El porqué de tu estado de ánimo.

Por alguna extraña razón esa contestación a ella le hizo algo de gracia como si de verdad él entendiera lo que ella estaba pasando y a la vez no perdiera la oportunidad de ser como es él.—Comprendo.—contestó al final.

El autobús llegó y ella se fue del lugar.

Él pensó que no estaría mal si volvía a hablar con ella, quizás un poco más.

Al día siguiente cuando Sakusa Kiyoomi volvió a pasar por el mismo lugar casi a la misma hora tenía un poco de esperanza en encontrarse con ella otra vez, lastimosamente no fue así.

Por culpa de una junta de trabajo imprevista y a esto añadiendo el hecho de que por esa ocasión ella decidió que sería mejor que tomara un taxi en dirección a su casa no fue posible que el muchacho hablara con ella.

Después de días sin verla, para su fortuna volvió a encontrarse con ella en la misma parada de autobús, no llovía y se veía de mejor estado de ánimo.

—Hola, ¿Ya te encuentras mejor?—escuchó ella que le preguntó una voz que se parecía a la del joven de la otra vez.

—... Hola. Sí, gracias por preguntar.—ella confirmó lo que había pensado cuando lo volteó a ver.

—Que bueno.

Hubo un silencio un poco incómodo durante unos segundos. Como se encontraba sentada en la banca esperando el autobús y él estaba de pie pensó que era buena idea sugerirle que se sentara.

—¿Te quedarás un rato más? ¿Por qué no te sientas?

Él aceptó su invitación, pero antes sacó un bote de desinfectante en aerosol y roció con él la banca, lavaría luego muy bien su ropa, después se sentó al lado de ella.

—Gracias.—dijo Kiyoomi cortésmente.

—Muy bien.—pensó que el preguntarle por la razón que tendría para querer estar ahí con ella podría dejarlo para otro día, si sus razones fueran oscuras en todo caso siempre podría hacer uso de su gas pimienta (O de la pequeña navaja que nadie sabía que llevaba con ella).—Y, ¿cómo va todo? En su trabajo y esas cosas, claro.

—Van... Bien, tan bien como podrían ir.

—Oh, que bien, ¿sus compañeros de trabajo no son estúpidos igual que los míos?

—Sólo a veces.—contestó.

—Que bien por usted.

Y no pudieron seguir conversando porque en eso llegó el autobús que llevaba a la joven a su casa.

El tiempo pasaba y ellos seguían conversando casi todas las tardes al salir de sus respectivos empleos.

Kiyoomi esperaba la hora exacta a la que ella salía de su trabajo para esperar el transporte que la llevaba a su hogar para “Casualmente” ir a encontrarse con ella y platicar, la joven mujer se dió cuenta de eso rápidamente, nunca dijo nada, no le molestaba en absoluto, siendo muy honesta con ella misma le gustaba y lo esperaba todas las tardes.

—Por cierto, ¿en qué trabajas? Llevamos tiempo hablando y todavía no sabemos exactamente en qué trabaja el otro. ¿Tú eres deportista?

—Sí, juego al voleibol.—contestó.

—¡Wow! ¿Profesionalmente? ¿En qué equipo?

—Sí, profesionalmente. Hace tiempo que juego para los Black Jackals.

—Increíble, sinceramente no sé nada sobre deportes, ni siquiera había oído mencionar a ese equipo antes, pero ¡Que bien!

—... Que afortunada.—le dijo él en broma y a la vez no.—¿Y tú, dónde trabajas?

—En un despacho contable, pagando por el error que cometí al estudiar contaduria pública.—respondió ella, también en broma y a la vez no.

—Interesante. ¿Muchos números?

—Sí, además estrés y resolver problemas por culpa de esos números.

—Ya veo.

El tiempo pasó hasta el día en que él se animó a pedirle su número telefónico y la invitó a una cita, la cual Hikaru Amane aceptó.

La cita tuvo lugar en un lindo parque repleto de plantas y flores, muy limpio, además había una especie de río, era un sitio calmado ideal para pasar un rato agradable.

A lo lejos lo vió a él, fue una agradable sorpresa verlo vestido con otra ropa que no fuera la deportiva de su equipo, era increíble como ese pantalón negro junto a esa modesta blusa blanca le hacían verse realmente atractivo, ella por su parte con el vestido blanco con tirantes de media pierna se veía mucho más bonita y llena de vida que con el uniforme de oficina que llevaba siempre.

Se acercaron el uno al otro y se saludaron muy educadamente todavía con la grata sensación de ver al otro de forma diferente a la que estaban acostumbrados.

Durante un rato se quedaron sentados en una banca de aquel parque en un silencio cómodo y agradable. Después decidieron dar un paseo por aquel bonito lugar.

—¿Te gusta el helado?—le preguntó Hikaru con curiosidad, pues tenía ganas de ir a una heladería que se encontraba cerca.

—Sí.—respondió.—¿Quieres uno?

—Eh, sí. Te preguntaba porque pensaba que podríamos ir por uno.

—Muy bien, yo invito.

—Pero.

—Pero nada, no insistas, fui yo quien te invitó a salir, yo pagaré todo.

Después, poco a poco se hicieron más cercanos. Para ella el tiempo que pasaba con él era simplemente... Hermoso, pocas veces se había sentido tan cómoda con alguien en su vida como lo estaba con Kiyoomi quien para buena suerte de la muchacha se sentía igual, incluso comenzaba a permitirle tocarlo al tomarse de las manos casualmente, también en los momentos en que lo tomaba del brazo al caminar y en los abrazos cortos, pero amorosos de ambos jóvenes, eso era un gran avance tomando en cuenta la fobia a los germenes que padecía el chico. Se conocieron y comenzaron a hablar por pura casualidad, una casualidad muy bonita.

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Holi, una disculpa por haber bajado y publicado este capítulo, es que quería cambiarle y ponerle otras cosas (mínimas, pero quería cambiarlas xD)

En fin.

⭐🌟 Publicado por primera vez el 07 de abril del 2023. 🌟⭐

⭐🌟 Editado (mínimamente, pero editado xd) el 28 de julio del 2023. ⭐🌟

Love and sweetness.「Kiyoomi Sakusa.」Where stories live. Discover now