6: Lucifer.

317 48 20
                                    


Jesucristo me observa desde la pared, justo arriba de la puerta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Jesucristo me observa desde la pared, justo arriba de la puerta.

—¿Qué harías en mi lugar?

El crucifijo cae el suelo.

Okay, entendido.

Mi mano duele como unos miles infiernos, la herida no es lo suficientemente profunda como para que me lleven al hospital, pero ya van tres veces que me cambian la venda y no puedo evitar sentirme mareada ante el olor de la sangre. Llevo alrededor de una hora sentada en una camilla en la enfermería, papá está hecho un demonio con la profesora de química, tan solo es ver cómo la mira con ganas de meterle las manos al cuello. Pocas son las personas que saben que el director el mi papá.

Pero a decir verdad, él tendría la misma reacción si algo así hubiera sucedido a cualquier otro estudiante.

Lo cual me lleva mirar a Jamie Flatters, sentado en la camilla a mi lado, también con la mano vendada, pero a causa de una quemadura.

Esa sí que fue mi culpa.

Por lo menos fue el fuego normal del mechero de Bunsen y no la llama mezclada con compuestos químicos.

Si la llama es naranja, el elemento es...

Muevo mis pies, los cuales apenas tocan el suelo con lo alta que es la camilla, haciendo un esfuerzo por recordar aquel detalle en el experimento, y por olvidar lo que me dijo mi nuevo compañero de laboratorio. No sé qué decirle a Jamie al respecto, no quiero ni pensar en ello. Él seguramente está igual de confundido, pero si mantenía el pico cerrado hasta que no estuviéramos en un laboratorio, con miles de peligros incluso con las medidas de seguridad, tal vez, solo tal vez, ahora estaría arrastrando a Brianna de esos pelos rubios, perfectos y sedosos.

El enojo vuelve a crecer en mi.

No tiene derecho alguno en meterme en sus líos, y además de eso, decir mentiras sobre mí para salvarse el culo. Aprieto los puños olvidando la herida en mi mano izquierda y no tarda en volver a sangrar.

Já, yo novia de ese homosapiens sin decencia humana, demasiado atractivo para su propio bien y extremadamente insoportable.

Maldigo en voz baja mientras bajo de la camilla para vendarme la mano yo sola, otra vez. La señorita Clark, la enfermera, está en su hora de descanso, tendré que resolver este problemita por mi cuenta. Me dirijo hacia el lavamanos que hay en la habitación y con cuidado quito la gasa, no está tan empapada como la última, pero si se encuentra arruinada.

Mi estómago se revuelve ante la grotesca vista.

Perdón, soy algo dramática

Un poquito nomás.

Aguanto la respiración y lavo con agua tibia, un jadeo escapando de mis labios cuando el ardor se vuelve insoportable.

—¿Necesitas ayuda con eso?—me pregunta Jamie.

El patito feo y el príncipe [Jamie Flatters]Where stories live. Discover now